El derrumbe total de un edificio de apartamentos en la calle Virtudes, entre Manrique y Campanario, en el municipio capitalino de Centro Habana, dejó sin hogar a varias familias.
La edificación estaba por varios años con peligro de derrumbe y una orden de demolición, pese a lo cual las autoridades locales habían hecho caso omiso de la situación, indicaron varios vecinos al reportero de Cubanet Augusto César San Martín.
Hasta el momento no se reportaron pérdidas de vidas humanas, pues al parecer los pocos residentes que aún quedaban en la construcción habían salido.
De acuerdo con los testigos del suceso, cuando el inmueble comenzó a colapsar la tarde de este lunes, los fragmentos de mampostería alcanzaron la acera del frente, lo que provocó el espanto de los residentes en las casas vecinas.
A la media hora del derrumbe, una brigada de rescate de los bomberos, fuerzas de la Policía y una ambulancia de servicios de urgencia se presentaron en el lugar. Los uniformados acordonaron las calles contiguas, mientras decenas de curiosos se reunían en torno a los escombros.
Este domingo, Diario Las Américas había publicado un reportaje sobre la grave situación del edificio de Virtudes entre Manrique y Campanario, que antes de derrumbarse había visto colapasar tres de sus diez apartamentos.
Sus habitantes clamaron por atención de las autoridades del Gobierno ante el peligro inminente de morir bajo escombros por el inminente derrumbe total de lo que quedaba en pie de sus viviendas.
De acuerdo con ese reporte, los residentes del edificio prefirieron correr el riesgo de morir aplastados antes que aceptar el traslado a uno de los albergues adonde por tiempo indefinido las autoridadades cubanas trasladan a muchas de las personas que están en similar situación.
Hace apenas dos días, el gobernante Miguel Díaz-Canel dijo que el tema de la vivienda es "el principal problema social acumulado que enfrenta Cuba".
"Nosotros vamos en el programa de vivienda por detrás del problema", admitió el mandatario, que lo achacó a "muchas afectaciones acumuladas durante años".
Como ya ha reiterado en otras ocasiones, dijo que "la meta es salir de las dificultades con el fondo habitacional a lo máximo en diez años", pero reconoció no se podrá lograr "con los ritmos actuales".
La Habana y sus zonas más céntricas, como La Habana Vieja y Centro Habana, registran frecuentes derrumbes que engordan las cifras de personas que quedan a la espera de un nuevo techo para vivir. En los últimos dos meses se han producidos al menos otros cuatro derrumbes en estas zonas.
Según un reporte de la oficial Prensa Latina, al cierre de julio en Cuba se terminaron 20.512 viviendas, el 62 % de las previstas para 2019. Para el segundo semestre la meta es alcanzar más de 22.000 por diferentes vías.
Estas cifras representan solo una pequeña parte del déficit habitacional general en Cuba, que según los conservadores datos oficiales llega a las 800.000 viviendas.