La historia del joven Yunier García Duarte, quien llegó el jueves por la noche a Miami en el compartimento de carga de un avión de Swift Air procedente de La Habana, recuerda otros casos de cubanos que escaparon de la Isla como polizones de naves aéreas o utilizando de vías mucho más inauditas. Muy pocos sobrevivieron.
Uno de ellos es la joven Sandra de los Santos, una cubana que llegó a Miami en 2004 comprimida en una pequeña caja de correos tras enviarse como paquete postal desde Bahamas.
De Los Santos consiguió asilo político en EEUU, después de que el abogado Willy Allen respaldara la petición de asilo argumentando que la publicidad recibida por el caso convertiría a la mujer en objeto de acoso político en Cuba.
La odisea de De los Santos, exestudiante de Derecho en la Universidad de La Habana, comenzó en mayo de 2004 cuando abandonó Cuba rumbo a Nassau, en Bahamas, y tres meses después se envió a sí misma por correo a Miami, un viaje durante el cual permaneció unas seis horas, "doblada como un ovillo", en una pequeña caja despachada por la empresa de envíos internacionales DHL.
Un caso mucho más extremo es el de Armando Socarrás, el único cubano que sobrevivió de polizón a un vuelo Habana-Madrid, tras escapar de Cuba en 1969 junto a su amigo Jorge Pérez, quien falleció en el trayecto.
"Sólo recuerdo las dos primeras horas de viaje. Recuerdo un frío insoportable, un ruido ensordecedor y que me faltaba el oxígeno. Entonces, quedé inconsciente. Y menos mal, porque si no me hubiera vuelto loco", contó en 2011 al diario español Público.
"Los médicos me dijeron que pasé a una situación de hibernación. Mi cuerpo dejó de funcionar, pero por lo visto mi cerebro y mi corazón se mantenían activos a una intensidad muy baja", explicó. Cuando lo hallaron en el tren de aterrizaje no le notaron el pulso.
Pero el suyo es un caso excepcional. Además de él, solo otro cubano sobrevivió como polizón en un avión que viajaba desde La Habana a Montreal en 2002.
La lista más larga es la de fallecidos. En 2011 el cadáver de Adonis G. B. fue encontrado en el tren de aterrizaje de un avión de Iberia que acababa de llegar al aeropuerto de Barajas, en Madrid, procedente de la Isla, reportó entonces el diario español El Mundo.. Estaba rígido, congelado como un bloque de hielo.
El 21 de julio de 1991, fueron hallados en el aeropuerto de Barajas los cuerpos de dos cubanos que viajaban dentro de las cabinas de un tren de aterrizaje de un avión de Iberia desde La Habana. Fueron identificados como Alexis Hernández Chacón, de 19 años, y José Manuel Acevedo Cárdenas, de 20.
El 22 de agosto de 1999, un mecánico en el aeropuerto de Gatwick, en Londres, halló el cadáver del cubano Félix Julián García, de 28 años, en el tren de aterrizaje de un Boeing 777 de British Airways que acababa de llegar de La Habana.
El 19 de septiembre del 1999, nueve días después de despegar del aeropuerto de Santiago de Cuba, el personal de tierra del aeropuerto de Varese, en Italia, encontró casi descompuesto en el interior de un Boeing 767 el cuerpo del cubano Roberto García Quinta.
El cadáver fue encontrado durante una inspección de rutina. Se calcula, que desde que la aeronave estuvo en Santiago y hasta que el cuerpo fue descubierto en Varese, el cadáver había pasado al menos por otros dos países europeos, sin que nadie se percatara.
El 25 de diciembre de 2000 las autoridades británicas anunciaron el hallazgo de dos cadáveres de polizones, que fueron encontrados debajo de un corredor del aeropuerto de Heathrow, en Londres. Las autoridades indicaron que los cuerpos pertenecían a dos cubanos que viajaron clandestinamente, el día anterior, desde La Habana, en un Boeing 777 de British Airways.
Fueron identificados como Alberto Esteban Vázquez, de 17 años, y Maikel Fonseca Almira, de 16. El cadáver del segundo se desprendió del tren de aterrizaje del avión un día después que el primero, cuando el aparato despegaba en un vuelo rumbo a México.
En julio de 2004, el cadáver de otro cubano apareció en uno de los trenes de aterrizaje de un aparato de la aerolínea LTU después de tomar tierra en el aeropuerto de Dusseldorf, en Alemania. Fue identificado como Wilfredo D., de 20 años.
También se sabe de otros seis casos de jóvenes de diferentes nacionalidades que viajaron clandestinamente en aviones. Solo dos de ellos lograron sobrevivir.
Desde 2011 no se reportaban casos de polizones cubanos.