Back to top
Religión

Un grupo de payasos se queda sin empleo tras ser acusado de realizar 'campañas evangélicas'

'No se puede cuestionar ni el trabajo de nuestro grupo de payasos por un criterio infundado en argumentos que nada tienen que ver con el movimiento LGBTI', declara.

Matanzas

Sin empleo quedó el grupo de payasos Los Parchís, que activistas LGBTIQ+ de Matanzas adscritos al estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEXacusaron de llevar a cabo una campaña de "evangelización" valiéndose de "sus vínculos de trabajo" con entidades estatales como la sucursal Artex y Palmares en la provincia.

Según recogió el blog Religión en Revolución, "el Partido Comunista de Cuba (PCC) sucumbió hoy (el jueves) ante la exigencia de dos activistas LGBTI progubernamentales al cancelar el contrato" de los artistas.

Ocurrió después de que Yadiel Cepero y Yoelkis Torres entregaran en la mañana del 6 de agosto una carta dirigida al PCC con diversas acusaciones y la demanda de la revisión de los contratos y las presentaciones, entre otras cuestiones.

"Con la cancelación de los contratos solicitados por los Torres y Cepero 'no solo se vulneran los derechos laborales pactados previamente a través del Centro de la Música Rafael Somavilla, al que pertenecían Los Parchís, sino que, además, deja sin empleo a dos de los integrantes del grupo que trabajaban profesionalmente en las artes escénicas", comentó un funcionario de la Unión de Escritores y Artistas (UNEAC) en Matanzas, citado por el blog religioso.

"Esto deja en la calle y sin ingresos a las personas que trabajan arduamente en el proyecto", expresó la fuente, cercana al Centro de la Música. "Yo creo que quienes redactaron la carta no pensaron en las familias y las personas involucradas", agregó.

Los Parchís están integrados por "Pelotín" (Omar González), Sonrisita (Norma Aguilera), Lagrimita (Yisel Álvarez) y Peluso "el explosivo" (Osmín González).

"Omar González, quien lidera el grupo, lleva 33 años trabajando en el Centro de la Música, es un dramaturgo, actor e instructor de arte de prestigio y consagrado al arte", explicó Norma Aguilera. "Y ahora está en la calle", lamentó.

"Somos el único grupo infantil representado por el Centro, de manera que nos contactan muchas instituciones para presentar actividades para niños", dijo a ACTUALL Aguilera.

"El centro Los Cocos es un espacio abierto, gratuito. Los padres pueden optar por ir al espectáculo o no", refirió la joven artista, que estudia en la universidad al igual que otro de los cuatro integrantes de Los Parchís, en respuesta a las acusaciones enviadas al PCC.

Cepero y Torres mencionaron "hechos violatorios del artículo 15 de la Constitución de la República de Cuba que establece que el Estado cubano es laico y las instituciones religiosas y asociaciones fraternales están separadas del Estado" y del artículo 57 "que establece el derecho de toda persona a profesar o no creencias religiosas, con el debido respeto a las demás".

El periodista cubano-americano Leónides Pentón, citado por Religión en Revolución, recordó que "Cuba es un Estado laico, no una sociedad laica", y agregó: "Ahora resulta que, como los indios confundieron al jinete con el caballo, pensando que tanto al jinete como el caballo era un solo animal, también se confunde que el Estado y la sociedad son una misma cosa y por lo tanto, que una fábrica de fideos es una parte constitutiva de lo que es el Estado o que un centro comercial también lo es o, que un centro cultural sea parte indisoluble de lo que es el Estado de una nación".

"Subidos en esa idea, los activistas homosexuales piden que el Estado prohíba, que censure, la participación de los artistas escénicos en actividades recreativas de instituciones que existen en el país. Esos espacios o centros culturales, aunque no sean de propiedad privada, no se pueden confundir con organismos estatales o gubernamentales, porque una cosa es el gobierno y otra cosa es un espacio social", declaró.

La fuente de la UNEAC recordó que en Cuba la inmensa mayoría de centros recreativos donde pudieran presentarse grupos para niños pertenecen al Estado, "entonces, ¿dónde se pueden presentar profesionalmente Los Parchís? Invocar esos artículos es, a todas luces, una manera de censurar al grupo por la creencia que profesan y expresan en su trabajo".

Para Pentón, "la misiva enviada (…) en contra del quehacer de este grupo teatral es un atentado a la libertad religiosa y a la unidad de la nación".

Al mismo tiempo señaló a los que escribieron la carta de pedir "que se quiten libertades consustanciales a ciudadanos", mientras ellos "gozan de todas las facilidades para realizar actividades en las calles e instituciones oficiales, subvencionadas con dinero del propio Estado vía el Ministerio de Salud Pública".

"Espero que esta carta no sea el principio de una nueva ola anticristiana como la de los años 60. Ahora sería aún más vergonzosa pues es un sector de la sociedad civil, activistas LGBTI radicalizados como Yaudel Cepero, quienes piden la represión contra quienes son diferentes", dijo el reportero de la Agencia Independiente de Periodismo Continental.

Los Parchís se pronuncian

El grupo de payasos cuyos contratos fueron cancelados dio a conocer este mismo jueves, antes de la decisión que los dejaba desempleados, un comunicado en el que se defendía de los "ataques" a su desempeño actoral.

"No se puede cuestionar ni el trabajo ni el esfuerzo de nuestro grupo de payasos por una apreciación personal o peor aún por un criterio infundado en argumentos que nada tienen que ver con el movimiento LGBTI", declaró.

"El trabajo de nuestro proyecto" ha contribuido "al cultivo de los buenos modales y valores de esta sociedad, por medio de la fe en Dios. En ninguno de los espectáculos se ha ofendido al movimiento LGBTI, ni consideramos que represente una amenaza para ellos", añadió.

"El propósito de esta publicación (la misiva) es una especie de represalia en contra de la iglesia", opinaron Los Parchís.

"Presumimos de libertad de credo y hablar de Dios no es un delito como tampoco lo es hablar o profesar otras religiones como las afrocubanas, sin embargo, nadie ha hecho una campaña mediática porque tiene que oír y ver en televisión, radio, prensa o en cualquier otro centro estatal manifestaciones de este credo", añadió.

"No es de cubanos, al menos eso es lo que hemos aprendido, alcanzar objetivos pasando por encima del buen trabajo de los demás. Aprendamos a ser triunfadores por nuestros propios méritos. Denunciemos lo mal hecho, el crimen; no los deseos de hacer, de crear, de educar", finalizó.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.