Tres cubanos están implicados en un presunto caso de violación que por estos días se juzga en tribunales españoles.
La Audiencia Provincial de Barcelona confirmó a El Diario que entre los siete acusados por violar a una menor de 14 años en Manresa hay tres cubanos, además de un argentino y tres españoles.
Los tres individuos, cuya identidad no ha sido revelada, así como el resto de los imputados, eran mayores de edad cuando cometieron el presunto delito.
Hasta el momento, la Fiscalía ha considerado el caso como un delito de abuso y no de agresión, porque, según consideró, no medió "violencia o intimidación".
Los abogados de la víctima acusaron a los seis hombres de haber violado a la niña en una caseta abandonada durante un encuentro para beber y drogarse en octubre de 2016. El séptimo acusado ha sido imputado por masturbarse mientras presenciaba los hechos sin impedirlos.
La Fiscalía relató que los siete acusados acudieron a una fábrica abandonada donde celebraba una fiesta un grupo de adolescentes, mayoritariamente menores de edad, entre los que estaban la víctima y una amiga suya. Aprovechando que se encontraba de forma "evidente" bajo los efectos del alcohol y las drogas, el acusado Bryan Andrés M. se llevó a la menor a una caseta y "abusó" de ella, tras lo que regresó al lugar donde estaban sus amigos y les instó a hacer lo mismo por turnos de 15 minutos cada uno, indicó el diario El Mundo.
El segundo de los jóvenes entró en la caseta, consumó su "abuso" y salió. Sin embargo, los otros cuatro, más el séptimo, que se masturbó, entraron en grupo para invadir sexualmente a la niña, de la que "conocían su edad y el estado de embriaguez en que se encontraba", según dijo la Fiscalía.
El informe provisional de la Fiscalía imputó un delito de abuso sexual continuado a los seis hombres y pidió para ellos penas que oscilan entre los diez y los 12 años de cárcel, las máximas que considera la ley española actual dentro de esa calificación.
Tales condenas podrían superar ampliamente los 12 años si el tribunal valorara como una agresión lo que ocurrió.
Esta calificación de "abuso" en lugar de "agresión" se produjo próximo a un probable cambio del Código Penal español, que considerará todo ataque sexual como "agresión" o como "violación".
Las forenses, psiquiatras y psicólogas que atendieron a la menor víctima dieron plena credibilidad a la joven y aseguraron que, como consecuencia de las agresiones sexuales, la menor sufre un trastorno ansioso-depresivo, teme sentirse rechazada por su entorno y, sobre todo, tiene miedo a que no le crean.