El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, pidió que el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) "abra la caja negra" y aclare algunos préstamos destinados a países como Cuba o Venezuela, dijo este lunes el vocero de la Presidencia, Otávio do Rego Barros, reportó EFE.
Según explicó en una rueda de prensa el portavoz, el mandatario ultraderechista espera que el nuevo jefe del principal banco de fomento del país, Gustavo Montezano, identifique dónde fueron invertidos los recursos destinados a obras de infraestructura en esos dos países.
Así, una de las "misiones" de Montezano, quien será el sustituto de Joaquim Levy al frente del BNDES, será "abrir la caja negra del pasado, apuntando en dónde fueron invertidos los recursos en Cuba y en Venezuela", indicó Rego Barros.
El portavoz señaló también que Bolsonaro espera que la entidad invierta en proyectos de infraestructura y saneamiento básico, además de pensar en estrategias que permitan la devolución de algunos recursos de la institución al Erario brasileño.
El Ministerio de Economía anunció la noche de este lunes a Montezano como el nuevo presidente de BNDES, el principal banco de fomento de Brasil, después de que el entonces jefe de la entidad Joaquim Levy fuera blanco de duras críticas por parte del mandatario y presentara su dimisión el domingo.
En la rueda de prensa, Rego Barros explicó las razones por detrás de la decisión de Bolsonaro y subrayó que personas que hayan ocupado cargos durante las gestiones de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016) —ambos del Partido de los Trabajadores (PT) y principales antagonistas ideológicos del líder ultraderechista— no deben integrar el actual Gobierno.
De acuerdo con el vocero, "el presidente entiende" que "eventuales personas que hayan participado en Gobiernos que han puesto a Brasil en la situación catastrófica que se encuentra" no deben compartir la posibilidad de "promocionar la mejora" del país.
Añadió que Bolsonaro, quien cargó contra Levy al afirmar que "no estaba siendo leal", considera "normal" la sustitución de un titular de cualquier institución pública "en función del interés público y de la capacidad de poner en marcha los proyectos" y "alcanzar los resultados que fueron establecidos anteriormente".
De acuerdo con Rego Barros, el nuevo designado para comandar el BNDES, cuyo nombre deberá ahora ser aprobado por el Consejo de Administración de la institución, fue elegido por su "carácter nítidamente técnico".
Ingeniero de formación y con un máster en Economía por la universidad IBMEC de Río de Janeiro, Montezano tendrá como prioridad al frente del BNDES la agenda de privatizaciones y desinversiones propuesta por el equipo económico del presidente ultraderechista.
Según el portavoz, igualmente destacan entre las prioridades del nuevo presidente los sectores de infraestructura, saneamiento básico y la reestructuración financiera de los estados y municipios.
En octubre del año pasado, representantes de la Cancillería brasileña, del Ministerio de Hacienda y del principal tenedor de la deuda cubana con Brasil, se encontraron en La Habana con sus contrapartes locales para renegociar los plazos de pago de la deuda que el Gobierno de la Isla tiene con esa entidad.
El Gobierno de Cuba estaría demorando en ese momento el pago de 17,3 millones de dólares.
Como el BNDES no financia directamente a otros países, el medio utilizado por el entonces Gobierno del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva para beneficiar a su aliado y a la empresa Odebrecht ―elegida para asumir las obras del Mariel― fue el financiamiento de las exportaciones brasileñas de máquinas, equipamientos, insumos y servicios para ese proyecto.
En total, el BNDES destinó 2,23 mil millones de reales para la obra de modernización del Puerto del Mariel. La primera fase de la modernización del puerto fue inaugurada a principios de 2014, en ceremonia presidida por los entonces presidentes Raúl Castro y Dilma Rousseff.
Una auditoría judicial llevada a cabo por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) ―órgano responsable de fiscalizar las cuentas de Brasil― concluyó a principios de 2018 que los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff hicieron una rebaja excesiva de los intereses en los préstamos concedidos a Cuba para las obras constructivas del puerto del Mariel.