Esperando un bus en el Malecón de La Habana, Mario Díaz vio conmovido cómo partía al Empress of the seas, el último crucero de una compañía de EEUU que logró incluir a Cuba en su ruta por el Caribe.
"Todo esto es supertriste, de verdad, porque (el presidente Barack) Obama vino aquí, a Cuba, y todo, fue algo histórico ese 2016 (...), y ahora que venga (Donald) Trump así, y que de la noche a la mañana todo se eche para atrás (…)", declara a la AFP este disc jockey de 19 años.
En las relaciones entre La Habana y Washington "se ve un retroceso enorme", añade y está de acuerdo con que para el país el arribo de cruceros cargados de visitantes estadounidenses era una fuente de ingresos "muy grande".
El Empress of the seas, buque con bandera de Bahamas propiedad de la estadounidense Royal Caribbean, atracó en la terminal de cruceros del puerto de La Habana para una estancia de dos días el martes, el mismo día en que entró en vigor un nuevo paquete de sanciones de la Administración Trump contra el régimen cubano.
Las restricciones, que buscan castigar La Habana por su apoyo a la Venezuela de Nicolás Maduro, incluyen, entre otras, la prohibición de los viajes grupales educativos y de los cruceros, las formas más usadas por los estadounidenses para visitar Cuba.
El pescador Fernando Santana, de 50 años, registró hace tres años en su teléfono móvil el arribo del primer crucero de EEUU al puerto de La Habana, y recuerda bien cómo el sonido de su bocina arrancó gritos de entusiasmo entre los cubanos y turistas extranjeros que lo esperaban en el Malecón.
Hoy la atmósfera era otra. "Obama hizo muchos cambios y trató de acercar a estos dos pueblos" y "después vino un asno atrás, que todo lo que hizo uno con la cabeza, vino y lo rompió el otro con los pies", dijo Santana.
'Muy enojados'
Mientras el barco navegaba por el canal de la bahía rumbo a alta mar, sus pasajeros salieron a las terrazas para despedirse haciendo señales con sus brazos y agitando banderitas cubanas.
La noticia tomó por sorpresa a muchos de los pasajeros del crucero, algunos de los cuales conocieron de las nuevas sanciones mientras paseaban por la capital cubana.
"Bien o mal, no sabemos nada de esto como ciudadanos americanos. Fue una sorpresa total para nosotros", declaró a la AFP Linda Mensure, oriunda de Texas.
Por su parte Jim Jhonson, otro turista que vive en Florida, expresó su preocupación por sus compatriotas que compraron boletos para viajes de cruceros que incluían a Cuba en su itinerario.
"Hay personas (...) que tiene programado un viaje para la semana que viene y ahora no podrán hacerlo", dijo.
Pero a otros estadounidenses la noticia los sorprendió a bordo de otros cruceros en alta mar, cuando fueron informados de que la ruta cambiaría para cumplir con las nuevas sanciones de Washington.
"Soy uno de los cientos de pasajeros muy enojados a bordo de un crucero en medio del Caribe. Todos planeamos este crucero anticipando nuestra parada en Cuba. ¡Muy molesta!", escribió en Twitter la enfermera Cindy Hamilton.
Una de las grandes ajedrecistas a nivel mundial, la húngara Susan Polgar, tuvo más suerte y logró incluirse en el último crucero que llegó y ya dejó atrás La Habana.
Paying respect to the legend, one of the greatest ever! @WOMChess @FIDE_chess @WorldChessHOF @EuropeEchecs #Capablanca pic.twitter.com/evURMEtPcm
— Susan Polgar (@SusanPolgar) 5 de junio de 2019
"¡Es oficial! ¡Nuestro barco ha salido de La Habana! ¡Este es el último barco de los EEII para salir de Cuba! Muchos cubanos se alinearon junto al muelle para despedirse. ¡Muchos taxis estaban tocando sus cláxones y nuestro barco hizo lo mismo! Hasta que se cambien las leyes, no se permiten más barcos", escribió Polgar en su perfil en la red social de Facebook.
Susan aprovechó su visita a la capital cubana para visitar la tumba en el Cementerio de Colón del más grande genio ajedrecístico cubano: José Raúl Capablanca. Compartió imágenes sobre su momento de homenaje al maestro cubano en Twitter.
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, siglas en inglés), con sede en EEUU, informó que debido a las medidas los barcos de las empresas de cruceros del país "se ven obligados a eliminar el destino Cuba de todos los itinerarios con efecto inmediato".
Según un comunicado que CLIA publicó en su página de internet, las sanciones afectan "a casi 800.000 reservas de pasajeros que están programadas o ya en curso".
El miércoles otra aerolínea, Delta Airlines, anunció que dejará de aceptar reservas a Cuba bajo la categoría "people to people", como lo hizo anteriormente United Airlines.
La empresa aérea emitió un comunicado en el que aclaró que las medidas no afectan a los clientes que reservaron un viaje antes del 5 de junio con la categoría de viaje grupal y que contaba con la autorización pertinente.
En 2018, la Isla recibió 877.000 turistas en viajes de cruceros, el 38,9% de los cuales fueron estadounidenses, según cifras oficiales.