La Iglesia Católica de Cuba inauguró en Camagüey el hogar de ancianos Monseñor Adolfo Rodríguez, con capacidad para 95 internos permanentes y otros 20 en régimen de día.
Tras 13 años de colocarse la primera piedra, el edificio quedó inaugurado esta semana, y será atendido por la congregación de las Camilianas, que a partir de esta fecha hacen definitiva su entrada en la Isla, y por personal de Salud, según reporto el semanario local Adelante.
La hermana Celia, Superior General de la Hermanas Camilianas, aseguró al medio que "Nuestra misión aquí es lograr que los ancianos se sientan en su hogar, que se presencie de amor y de misericordia. Fieles a la misión de San Camilo de Lelis de asistir a los enfermos como hace una madre con los enfermos".
El hogar tiene una superficie de 6.000 metros cuadrados, en tres plantas que cuentan con elevadores, consultas, enfermería, farmacia, lavandería, peluquería y barbería, central estéril, local para la terapia ocupacional, residencia de las religiosas, 45 habitaciones para los abuelos, áreas exteriores con parques y zonas para la rehabilitación física.
Giorgio Lingua, embajador del Vaticano en Cuba, trasmitió durante el acto inaugural la bendición del papa Francisco a los presentes y a quienes estarán a cargo del nuevo hogar de ancianos.
Lingua comentó además que "(el Ministerio de) Salud Pública y la Iglesia hemos dado un ejemplo de cómo se puede trabajar en el bien común porque todos estamos al servicio del pueblo cubano".
Según datos oficiales, en Camagüey existen 13 hogares de ancianos, además del hogar Padre Olallo, también a cargo de la congregación de las Camilianas de la Iglesia Católica.
En enero, un templo católico construido con fondos donados por feligreses estadounidenses quedó inaugurado en la localidad de Sandino, Pinar del Río.
La Iglesia Católica informó entonces que el Gobierno había autorizado la construcción de tres templos, los primeros desde el triunfo de la revolución. Uno de ellos en La Habana, que fue consagrado hace dos años pero aún falta terminar, éste de Sandino y otro en Santiago que no fue iniciado.
El Gobierno devolvió a los religiosos algunas propiedades como templos o antiguos colegios, pero persisten demandas como la de permitirles fundar escuelas o acceso a los medios de comunicación.