La hotelera española Meliá Hotels International ha reiterado que sus negocios en Cuba se ajustan a la legalidad y que no es propietaria de ninguno que pueda ser expropiado por ciudadanos de EEUU.
Esta declaración se produce después de que un abogado informara este martes que una familia de origen cubano había comunicado su intención de demandar a la cadena.
La compañía hotelera, con sede central en Mallorca, España, ha insistido en que su posición continúa siendo la misma que la anunciada el pasado 17 de abril, cuando en un comunicado confirmó que no es propietaria "de bienes o participaciones de bienes que pudieran ser objeto de potencial reclamación tras su confiscación en la década de 1960", y matizó que, "de dirigirse alguna reclamación contra algún hotel, nuestro papel sería el de meros gestores hoteleros", indicó el diario La Nueva España.
El abogado Andrés Rivero ha informado este martes a EFE que una familia de origen cubano a la que representa notificó a Meliá su intención de demandarla en los tribunales de Estados Unidos por operar un hotel en Cienfuegos que les fue confiscado por el Gobierno hace casi seis décadas.
El letrado, que representa a los herederos de Antonio Mata Álvarez, de origen asturiano y propietario del hotel San Carlos de Cienfuegos cuando sucedió la expropiación, demandó este lunes a funcionarios cubanos por el contrato por el que Meliá opera el establecimiento y además notificó a la compañía española.
La familia Mata interpuso la acción judicial a raíz de la reciente entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton que permite a los ciudadanos estadounidenses cuyas propiedades fueron confiscadas a raíz de la llegada al poder de Fidel Castro, presentar demandas solicitando compensación.
Esa familia cubana pide compensación por el uso del hotel San Carlos, ahora administrado bajo el nombre Meliá San Carlos, en una empresa mixta entre Meliá y la cadena cubana Gran Caribe.
El hotel fue confiscado sin compensación a la familia, una de las más adineradas de Cienfuegos, en diciembre de 1962. Los Mata también perdieron dos fincas y varias casas.
Uno de los abogados del caso, Andrés Rivero, dijo que su oficina solicitaría la evaluación de un experto, pero que el valor actual del San Carlos, un edificio histórico en el centro de Cienfuegos recién renovado por Meliá y reinaugurado en 2018, estaría en el orden de "varios millones de dólares".
En abril pasado, descendientes del terrateniente Rafael Lucas Sánchez Hill también anunciaron demandas en tribunales de EEUU contra la cadena española Melia Hotels International por la explotación de los hoteles Sol Río de Luna y Mares y Paradisus Río de Oro, construidos sobre un terreno de 40.000 hectáreas en Holguín que le fue confiscado a la familia.
Tras la puesta en vigor del Título III de la Helms-Burton, el pasado 2 de mayo, Meliá aseguró que la medida no suponía "ninguna alteración sustancial" de su actividad en Cuba y que "opera legítimamente" en la Isla.
En un reciente viaje oficial, la ministra de Turismo de España, Reyes Maroto, anunció la creación en La Habana de un grupo de trabajo para "trazar medidas de acompañamiento" y anticiparse "a lo que pueden ser años de litigios".
Por su parte, la Unión Europea ha insistido que protegerá "con todos los medios a su alcance" a sus empresarios que apuestan "por crear riqueza y prosperidad en Cuba" frente a la "amenaza" del recién activado título III.
La UE ya adelantó su intención de aplicar el "estatuto de bloqueo", que prohíbe la aplicación en territorio comunitario de las sentencias en EEUU sobre el capítulo tercero y permite a los demandados recibir indemnizaciones en cortes europeas.
Tampoco se descarta una posible demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), una medida a la que el bloque europeo ya recurrió cuando se aprobó la Helms-Burton en 1996 y que no fue retirada hasta que Washington se comprometió a mantener congelado el citado título III.