La fotografía del antiguo letrero en el aserradero es granulada, pero aún se puede distinguir claramente el apellido de la familia "Bezos". Ese negocio ahora es parte de una historia contada por padre e hijo, Mike Bezos y el fundador y presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, como parte de un tributo que se muestra en el nuevo Museo Estatua de la Libertad, según publicó el blog del gigante del comercio electrónico.
Mike llegó solo a los EEUU a la edad de 16 años, sin hablar inglés. Sus padres lo enviaron a buscar una vida mejor después del ascenso de Fidel Castro al poder. Fue uno de los miles de adolescentes sacados de Cuba, como parte de la conocida Operación Peter Pan.
"A mis padres no se les permitió ir al aeropuerto conmigo, así que me dejaron", dijo Mike. "Me subí a un avión y aterricé en Miami 45 minutos después".
Pudo llevarse consigo muy poco: tres camisas, tres pantalones, un par de zapatos y una chaqueta hecha a mano que ahora es una reliquia familiar. La historia del vídeo que se presenta como parte del homenaje incluye películas caseras, tarjetas y recuerdos nunca antes vistos que detallan el viaje de la familia Bezos.
My dad’s journey to the U.S. shows how people come together to help each other. We got a chance to celebrate him last night for the opening of the Statue of Liberty’s new museum. This is his story. https://t.co/VdOtlPY953 pic.twitter.com/E4C1KPho2u
— Jeff Bezos (@JeffBezos) 16 de mayo de 2019
Después de pasar un tiempo en un campamento de refugiados en Florida, Mike fue enviado a Wilmington, Delaware, para asistir a la escuela secundaria.
"Aprendes el idioma muy rápidamente cuando estás inmerso en él", dijo. "Pude ver mis calificaciones mejora semestre a semestre. Todo por poder hablar y entender el idioma".
Jeff cuenta el siguiente capítulo de la historia: "Terminó obteniendo una beca para la Universidad de Albuquerque en Nuevo México, donde conoció a mi madre".
Mike se aseguró una carrera larga y exitosa, y junto con su esposa, Jackie, crió a tres hijos. Forjó lazos de por vida y se mantuvo en contacto con las personas que lo ayudaron cuando era joven. Aunque nunca regresó a Cuba, no ha perdido su identidad y dice que a toda su familia le encanta la comida cubana.
Como hijo, haciendo referencia al viaje de su padre, Jeff dijo que sigue profundamente impresionado y que apenas puede imaginar hacer lo mismo que hizo él, siendo un niño de 16 años.
"Tenía una gran determinación y grandes agallas, pero también tenía personas increíblemente amables y comprensivas para ayudarlo a guiarlo en el camino. La historia de mi papá realmente muestra que las personas se ayudan unas a otras", afirmó Jeff Bezos.