Un emigrante cubano se "crucificó" durante tres horas frente a la estación migratoria Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración (INM), con sede en Tapachula, Chiapas, para protestar por las deportaciones que han continuado durante los últimos días y para que se agilice la expedición de salvoconductos, informaron fuentes gubernamentales citadas por el diario La Jornada.
Denis Hernández Barona se ató el domingo con una cadena a una cruz de madera, ayudado por otras personas, ante la mirada de cientos de emigrantes africanos que desde hace más de dos semanas acampan afuera del edificio.
Hernández Barona, quien también participa en un ayuno con activistas por los derechos de los emigrantes, dijo estar dispuesto a dar a la vida. "No me regreso a Cuba", declaró.
El cubano denunció que "muchos de los que han sido deportados en los últimos días, han sido víctimas de engaños porque entraron a la estación migratoria para que les dieran el oficio de salida y los sacaron en buses en la madrugada para subirlos a un avión".
Según cálculos del emigrante, cada año cruzan 10.000 cubanos por México para llegar a EEUU, por lo que no entiende por qué ahora el Gobierno mexicano los está deportando.
Las fuentes señalaron que la demanda principal de Hernández Barona fue que el Gobierno mexicano otorgue a los cubanos el llamado oficio de salida, con el que pueden transitar libremente por el país durante 20 días y trasladarse a la frontera con EEUU y pedir asilo en ese país.
La otra demanda es que cesen las deportaciones, confirmaron.
Recordaron que el gobierno mexicano deportó vía aérea el pasado viernes, a 57 cubanos que estaban ilegalmente en México, y un día antes había repatriado a 71 haitianos.
El pasado 27 de marzo llegaron a La Habana otros 68 cubanos: 45 hombres, 20 mujeres y una menor de edad. En una cobertura poco usual, aunque sin hurgar en la raíz del problema, la prensa oficial se ha hecho eco del arribo de ambos vuelos. En sus reportes se ha limitado a advertir "sobre los riesgos de la migración irregular, traducidos en vejaciones, violencia o incluso la pérdida de la vida".
En la ciudad de Tapachula hay miles emigrantes de la Isla y en Ciudad Juárez hay otros 2.000. Mientras, un grupo se ha unido a una caravana de centroamericanos que sigue avanzando hacia la frontera.
Comida cubana con sazón de Juárez, pero sin picante
Un grupo de seis cubanos, con ayuda de una emprendedora local, abrió un comedor en el Centro de Ciudad Juárez en el que sirven platos de la Isla a más de 60 emigrantes al día, recogió El Heraldo de Chihuahua.
Dora Payán, una vendedora de burritos en la zona, explicó al medio local que decidió prestarles un local con la condición de dividir las ganancias y ofrecerles la oportunidad de obtener sustento mientras permanecen a la espera de la documentación necesaria.
"Mi intención es que ellos tengan un lugar en dónde comer y un trabajo digno de aquí hasta que les resuelvan su situación. Ellos se van a ir, solo vienen de paso y es gente muy trabajadora y responsable; yo los veo muy honestos, sinceros", agregó Payán.
Jorge, el cocinero, salió de Cuba con una visa de turista para Nicaragua con el fin de llegar a EEUU y a pesar de que la travesía fue dura, no pierde la energía y las ganas de salir adelante.
El comedor se ha convertido en su casa pues pasa todo el día trabajando, con el fin de sacar algo de dinero para subsistir.
Acompañado de su esposa, Jorge contó varias anécdotas de la travesía que ha vivido desde su salida de Cuba hasta su llegada a Ciudad Juárez, donde encontró a su "hada madrina", Dora Payán.
"Nosotros salimos (del comedor) a las 8:30PM o 9:00PM y nos vamos directo al hotel, no causamos problemas y únicamente estamos en espera de la respuesta del Gobierno norteamericano, trabajando para sobrevivir. Dora nos recibirá en su casa, para ya no gastar tanto en hotel y poder ahorrar un poco para lo que viene. A toda la gente que no cree en hadas madrinas yo les diría que sí existen", sostuvo el cubano.
La situación de los cubanos en México en compleja. En el punto fronterizo Matamoros, estado de Tamaulipas, algo más de 200 cubanos se concentran con la intención de cruzar a EEUU como parte de la nueva oleada migratoria, muy a pesar de las advertencias de Washington en cuanto a un cierre total de la frontera con México.
Los cubanos viven en carpas frente al puente internacional, una de las tres vías que conducen a Brownsville, la ciudad más meridional del estado de Texas, a la espera de su turno en una lista para pedir asilo político a las autoridades de EEUU.