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Negocios

Gentrificación en La Habana: Los militares, apuestan por las 'mudanzas' forzosas

Funcionarios de Vivienda informan a un grupo de habaneros que su edificio ha sido comprado para hacer un hotel y que los sacarán de él en breve.

La Habana

Que el edificio había sido vendido, que tendrían que mudarlos de ahí, que ese lugar lo convertirían en un hotel. Con esos truenos llegaron, en el verano, funcionarios de la Dirección Municipal de Vivienda ante decenas de moradores de uno de los edificios contiguos al céntrico cine Payret, en La Habana Vieja.

En la edificación, de estilo neoclásico, habitan familias que generación tras generación han construido sus vidas allí. Sin embargo, "no notificaron previamente a nadie de que nos mudarían ni se contó con los vecinos", señala G, una propietaria que —como casi todos los entrevistados— pide anonimato.

Teme que hablar con la prensa independiente condicione su mudanza forzosa. Es decir, "que me manden para una casa en malas condiciones o lejana". Pero esto último, al menos, es ya una realidad, G de la cara o no.

Mario, quien cursa la especialidad de Geriatría y es sobrino nieto de otra inquilina, explica que "las opciones de viviendas las tienen en San Agustín y El Cotorro. Las casas parecen estar en buen estado, según lo que han dicho".

Sin embargo, teme por la salud de su tía, a la que cuida por su avanzada edad: "Cuando a los ancianos los mueven del lugar donde han pasado la mayor parte de su madurez pueden experimentar episodios de depresión".

A G, aunque más joven, le ocurre algo parecido. Sabe que extrañará a los amigos del barrio, estará lejos de los sitios donde hizo su vida y fue triste o feliz. Las mudanzas siempre rompen ligamentos emocionales, pero cuando son forzadas una suerte de violencia arremolina las vidas.

Parte de un plan mayor

"Yo no quiero irme", suelta B y se acerca a un ventanal que da a la calle. Si uno se asoma, puede ver el Capitolio Nacional, centro del poder republicano hasta 1959, ahora remozado con la finalidad de albergar a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

"¿Tú no crees que, solo por su ubicación, este apartamento vale cuatro veces el que nos van a dar en los repartos en las afueras de La Habana", agrega, irónica. "Pero eso no sé si es una cosa buena o una maldición".

Precisamente lo que valoriza la vivienda de B es su posicionamiento en el centro capitalino, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en los años 80.

Ante las dificultades para remodelar o conseguir edificios en el Casco Histórico para fines de hospedería, las manzanas entorno al Parque Central abren nuevas oportunidades.

Ahora esa área, que atrae millones de turistas anualmente, está en la mira del conglomerado militar GAESA. Unos años atrás, absorbió las tiendas y hoteles de la empresa civil Habaguanex, y ahora apuesta por las mudanzas forzosas para ampliar su capacidad de habitaciones.

La constructora de GAESA, Almest, maneja varios contratos en la zona antigua para levantar hoteles de lujo que, en muchos casos, serán administrados total o parcialente por Gaviota, la empresa turística de los militares. Parece que ahora le llegó su turno a la manzana del Payret.

Además de ir a parar a un lugar que suma menos valor a las viviendas, los actuales habitantes no serán compensados, mientras GAESA sacará beneficios de esa mudanza.

Según cifras oficiales,en la capital hay 12.488 habitaciones hoteleras, pero solo 2.615 son de cinco estrellas.En diciembre de 2018, durante una comparecencia en el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro de Turismo, Manuel Marrero, remarcó la intención por construir más hoteles de esa categoría en La Habana.

Urbes cuya economía gira en torno al turismo han visto sucumbir el encanto de barrios enteros por planes como este. El sector conocido como Ciudad Amurallada, en Cartagena de Indias, Colombia, conserva el patrimonio arquitectónico a costa de sacar a sus habitantes más pobres. Está llena de hostales, bares y comercios, pero perdió la autenticidad, el alma de su gente.

"No hay Estado de Derecho"

El portal estatalCubadebate puntualizó recientemente que el destino del cine Payret lo decidiría el Ministerio de Turismo (MINTUR). Pero en las reuniones efectuadas con los vecinos de la manzana, cuenta B, se manejó la idea de convertirlo en teatro.

El director general de Desarrollo del MINTUR, José Reinaldo Daniel, expresó que el proyecto de inversión relacionado con el Payret está aún en fase de estudio y "pasará todos los controles necesarios para su aprobación".

Sin embargo, la edificación de los hoteles Pasaje y Payret, justo en la esquina frente al Tribunal Popular de La Habana (TPH), ya pasó por esos "controles" al parecer. Carteles colgados en vallas metálicas los anuncian.

"Estamos cerquita del TPH, pero es como si estuviéramos a millas de su vista", dice B. "Es cierto que el edificio de la esquina se derrumbó, pero a esas familias que vivían ahí no les van a 'reintegrar' la vivienda que tenían en ese espacio, sino que lo que levantarán ahí será para los turistas. Y aquí, en mi edificio, a nadie le preguntaron si quería irse. No hay Estado de Derecho, ni nada de lo que dice la nueva Constitución".

"Nos hablaron, incluso de que el tipo de vivienda que nos ofrecerían son dúplex construidos por los militares", añade."Va a ser el Ministerio del Interior quien se encargará de hacer, gratuitamente,la mudada".

B tiene su trabajo muy cerca del edificio. Cree que, con las dificultades del transporte público, no pasará mucho tiempo antes que deba pedir la baja. "Ya hemos tenido unas siete reuniones hasta diciembre (de 2018) para la mudada, pero siempre la aplazan".

Algunos inquilinos han emitido quejas ante el delegado del Poder Popular en la zona, pero hasta hoy no han recibido otra respuesta que la continuidad de la mudada.

Según José Reinaldo Daniel, el plan de desarrollo del MINTUR incluye 136 proyectos en La Habana hasta 2030. El edificio de B, de G y de la abuela de Mario, es apenas una gota de la lluvia que comienza.

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