Periodistas independientes, escritores, librepensadores y "cuentapropistas"conversaron este viernes en La Habana con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien quiso conocer y alentar a los cubanos que quieren "transformar" la Isla, reportó EFE.
La reunión puso fin a dos días de visita de Sánchez al país caribeño, un viaje que él mismo calificó de "histórico" y necesario, porque hacía 32 años que un presidente del Ejecutivo de España no viajaba a La Habana de manera oficial.
Antes, el mandatario conversó y se hizo un sinfín de "selfis" con la colectividad española en Cuba durante una multitudinaria recepción en la residencia del embajador de España en La Habana.
Monjas y sacerdotes católicos que llevan décadas en la Isla, cooperantes, empresarios y artistas saludaron al presidente del Gobierno en el jardín de la casona colonial, una de las pocas residencias diplomáticas de La Habana que no es propiedad del Estado cubano, sino del español.
Bocados tradicionalmente ibéricos como las croquetas o la paella se codearon en el encuentro con mojitos cubanos, con permiso del vino español, aunque el plato fuerte del menú fue para muchos la reunión a puerta cerrada que Pedro Sánchez mantuvo con representantes de la sociedad civil cubana.
"Me he reunido en La Habana con la sociedad civil que quiere transformar Cuba. Mi Gobierno no les defraudará. Nunca les faltará nuestro aliento para construir una Cuba moderna con el apoyo fraternal de España", tuiteó el líder del Ejecutivo español tras verse con este grupo.
Me he reunido en La Habana con la sociedad civil que quiere transformar #Cuba. Mi gobierno no les defraudará. Nunca les faltará nuestro aliento para construir una Cuba moderna con el apoyo fraternal de #España. pic.twitter.com/JeisSiWPB4
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 23, 2018
Ellos le transmitieron, según una fuente del Gobierno español, su agradecimiento, ya que "necesitan" del apoyo exterior.
También le comentaron el cambio que percibieron, y que definieron como "una pequeña primavera", cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó Cuba en marzo del 2016, un histórico viaje en el que el mandatario hizo una apuesta especial por el papel de los emprendedores cubanos en el futuro de su país.
Los asistentes, de acuerdo a la misma fuente, transmitieron a Sánchez su esperanza de que las reformas económicas que lleva a cabo la Isla, y que han supuesto una controlada apertura al sector privado, acaben por abrir el país y se traduzcan en cambios reales.
En esa suerte de caleidoscopio de la Cuba de hoy estaban propietarios de restaurantes privados como Niuris Higueras, de Atelier, o Enrique Núñez, impulsor del célebre La Guarida, y diseñadoras como la pareja hispano-cubana formada por Leire Fernández e Idania del Río, creadoras de Clandestina.
También el escritor Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras en 2015; el actor Jorge Perugorría; el músico Carlos Varela; y la economista Marta Deus.
Acudió además una representación del periodismo independiente que ha florecido con la ampliación del acceso a internet en Cuba, donde los medios de comunicación son íntegramente estatales, y cuyo trabajo, que se mueve en un filo "alegal" por la falta de normativa cubana sobre los medios digitales, abre una ventana a otra mirada sobre la realidad del país.
Entre ellos estaban Abraham Jiménez, de la revista El Estornudo, o el sociólogo Lenier González, subdirector del portal Cuba Posible, una web y "laboratorio de ideas" de análisis social, político y económico integrada por reconocidos profesionales cubanos, algunos residentes en el exterior.
Estos informadores explicaron a Pedro Sánchez la manera en que intentan hacer un periodismo independiente para contar al mundo cómo es Cuba, con todos sus claroscuros, y también las oportunidades que la apertura digital suponen para la cultura cubana.
No obstante, unas horas antes, durante una conferencia de prensa con los medios acreditados para la cobertura de su visita, tres veces se le preguntó a Sánchez acerca de su postura ante la oposición política cubana, por las solicitudes para que intercediera ante el régimen de La Habana por la libertad del médico Eduardo Cardet, prisionero de conciencia en Cuba, así como por la solicitud del grupo de las Damas de Blanco de reunirse con él.
Sánchez prefirió no contestar directamente esas interrogantes y en cambio hizo énfasis en que su visita había "roto el hielo" en las relaciones entre Cuba y España.