Roberto Carcassés, músico y director de la banda Interactivo, hizo público en su perfil de Facebook su parecer acerca de la reforma constitucional que por estos días se discute en Cuba.
"Creo que uno de los puntos más importantes que deben estar consignados en el documento definitivo que se apruebe, es la garantía de derechos a todas las formas de pensamiento político", señaló en su comentario.
Según Carcassés, ya que las autoridades y la Asamblea Nacional de Cuba "han pedido a los cubanos opinión sobre, cómo quisieran que fuera la nueva Constitución", él se considera aludido. "Nunca imaginé poder tener esta oportunidad en mi vida, teniendo en cuenta cuánta gente nace vive y muere sin esa posibilidad".
No obstante, "algunos amigos y conocidos" le señalaron que su opinión no tendría importancia alguna, dado que el Gobierno "va a hacer, como siempre, lo que le dé la gana."
"En lo que aquí comparto, no estoy representando a nadie más que a mí mismo. Me gustaría pensar que cada persona pueda representarse a sí y vivir con libertad, responsabilidad y sentido común", agregó.
También el músico se refirió al polémico concepto de traición a la patria que se incluye en el proyecto de Constitución. "Ningún cubano que tenga la sincera intención de mejorar su país por medios pacíficos, mediante razones y buenas acciones, puede ser considerado traidor a la patria, incluso si no está de acuerdo con el socialismo como sistema", afirmó.
Para él, de consagrarse esa noción en la Carta Magna "entonces también podría ser considerado traidor quien quiere perpetuar un sistema que, económicamente ya ha probado su ineficacia, e ideológicamente es, cuando menos, discutible."
Carcassés afirma que el proceso socialista cubano trajo efectos benéficos para Cuba, pero "la rigidez ideológica, la represión y la pésima gestión económica del programa socialista hicieron que mucha gente se fuera desencantando desde el mismo principio para dejar de comulgar con sus ideas y por consiguiente con sus líderes."
Por esas razones, dice el músico, tanto los que emigraron como los residentes en la Isla "deben tener los mismos derechos que los que defienden el actual proyecto. Todos formamos parte de lo que se define como el pueblo de Cuba y creo que estamos en un punto en el que, todos y cada uno, podemos dialogar y tener la capacidad de escuchar al otro, ese que no piensa como yo pero me trata con respeto y de quien puedo aprender algo."
Acerca de la situación económica de la Isla, consideró que son los cubanos los primeros interesados en "dejarles a nuestros hijos un país del que se sientan orgullosos y del que no se quieran ir."
Por esa razón, consideró que la inversión extranjera debe ser promovida y aprovechada, pero también se debe "promover y apoyar la inversión de los cubanos en su propio país, en la pequeña, mediana y gran empresa dependiendo del capital que dispongan."
"En materia económica está todo por hacer. Aquí no hay cemento, no hay clavos, ni frazadas de piso ni transporte, etc. Solo los cubanos, vengan de donde vengan o estén donde estén y piensen como piensen, serían los más interesados en poner su creatividad y recursos para que todos y cada uno crezcamos según nuestra capacidad e inventiva, sin que nadie nos ponga límites, con verdadero poder económico y político para realizar nuestros sueños, y sin dejar de ser solidarios ni de tener conciencia social."
En 2013, Carcassés fue sancionado por expresar en un concierto transmitido en vivo por la televisión sus opiniones acerca de la situación política cubana: "Yo quiero que liberen a los cinco héroes, y que liberen a María. Libre acceso a la información para tener yo mi propia opinión. Elegir al presidente por voto directo y no por otra vía. Que se acabe el bloqueo y el auto bloqueo, por favor. Ni militantes ni disidentes, todos cubanos con los mismos derechos", dijo ese día.
Después de ese suceso, un funcionario del Ministerio de Cultura le anunció "una sanción por tiempo indefinido, consistente en ser vetado en todas las instituciones regidas por ese organismo", dijo en ese momento Carcassés.
El funcionario, cuyo nombre no mencionó, le dijo que sus "declaraciones no se avenían con la línea de la revolución cubana, que ese no era el lugar para eso, que había sido oportunista".