La legisladora cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, la primera mujer hispana en llegar al Congreso de EEUU, declaró a EFE que se retirará con la "tristeza" de no dejar a Cuba libre y ver que su Partido Republicano se ha vuelto de "hombres blancos" porque no representa la diversidad del país.
La republicana, de 66 años, habló en entrevista con la agencia española sobre su trayectoria de casi 30 años en el Congreso en vísperas de los comicios legislativos del martes, en los que no se presenta a la reelección del cargo, que dejará el próximo mes de enero.
Electa por primera vez en 1989, la legisladora, conocida por su lucha por la libertad de Cuba y ser una de las voces moderadas de su partido, aseguró que no dejará el cargo por sus desacuerdos con el presidente Donald Trump.
"Hasta me gustaría estar ahí para seguir chocando con Trump cuando sea necesario para que vean que soy una persona independiente", afirmó.
Explicó que rechaza la política "doméstica" de este Gobierno, especialmente en lo que tiene que ver con inmigración, salud e incluso el trato a la prensa, pero aclaró que está sintonizada con la postura internacional promovida por el secretario de Estado, Mike Pompeo, en países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán, Israel y Corea del Norte.
Criticó, además, que el Partido Republicano esté alienando a las mujeres y también los inmigrantes cuando podría crecer con ellos, pero estos "ven un partido que los quiere perjudicar, no ayudar", señaló.
"Se va a convertir en el partido de hombres blancos, eso no es el futuro de este país, donde hay mucha diversidad", indicó la cubanoamericana.
Antes "éramos un partido que teníamos compasión con los inmigrantes, no los nombrábamos como enemigos, ni eran un peligro ni una invasión", manifestó.
De igual forma rechazó la calificación de la prensa como "los enemigos del pueblo", cuando considera que es "una de las partes más beneficiosas de una democracia".
La congresista deploró igualmente que "Cuba sigue como una cárcel grande", pero se mostró optimista de que llegará el día de libertad porque "hay muy buenos cubanos que van a ser los líderes de esa nueva Cuba".
Ros-Lehtinen, que representa un distrito que incluye buena parte del condado Miami-Dade, con gran población cubana, no ocultó su "frustración" al respecto.
"Me voy del Congreso y todavía no hay una Cuba libre, pero nunca pensé que la libertad de Cuba estuviera en manos del Congreso, eso está en las manos de los cubanos de la Isla", manifestó la mujer que los Castro apodaron "loba feroz".
Aclaró que en el Congreso queda un "grupo maravilloso" "bipartidista" de congresistas cubanoamericanos que pueden ayudar al pueblo, "pero nosotros no podemos quitar a los Castro, ni liberar al pueblo. Eso era la política de los EEUU en los años antiguos", precisó.
"No tengo duda de que vamos a mantener esta línea dura contra estos regímenes corruptos", expresó.
Matizó que la tarea que les queda es buscar consenso y ayuda de países latinoamericanos "que hasta ahora no están ayudando en nada" para que se solidaricen con los opositores y las denuncias de violación de derechos humanos, presos políticos y ausencia de elecciones libres.
Por otro lado, dijo que no deben seguir enfatizando en Naciones Unidas con un voto sobre el embargo y aclaró que esta medida económica no es el único frente.
"El embargo no es toda la política nuestra, es el apoyo al pueblo y queremos que tengan libres elecciones, múltiples partidos, que no estén en la cárcel por sus pensamientos, son cosas básicas que los pueblos nos deben ayudar en eso, pero lo que recibimos es silencio", indicó.
Para la congresista, se necesitan voces menos radicalizadas en el Congreso porque "gran parte de nuestra comunidad no es ni superconservadora ni superliberal".
"Más y más debemos tener esas voces moderadas en ambos partidos. Los demócratas deben tener personas más conservadoras y los republicanos deben tener más voces moderadas", indicó.
Cuestionó por ejemplo que el "presidente Trump está alarmando innecesariamente a las personas para tener una votación antidemócratas (contra el Partido Demócrata)", con la caravana de inmigrantes que se aproxima a la frontera con México.
Señaló que se trata de una "exageración" decir que les dispararán si los inmigrantes tiran piedras a las autoridades, aunque resaltó que no se puede dejar que las "personas entren de esa manera" y se debe fortalecer la ayuda a esos países con "mejores relaciones" con los vecinos.
"No necesitamos este tipo de retórica", dijo la congresista.
Ros-Lehtinen dijo por otra parte que tiene "nuevas aventuras" en el futuro, por ahora la de enseñar en la Universidad de Miami, y que no se retira para estar con su familia y sus nietos.
"A ellos los veo suficiente, todos los días y todos los fines de semana".
Manifestó que su mayor satisfacción es cuando habla en el Congreso porque no puede creer todavía que "una cubanita que vino a los ocho años (...) tenga el derecho de hablar sobre los temas grandes y pequeños".
"Es increíble ser refugiada, venir con nada y tener la oportunidad de votar en el pleno, es un honor tremendo", finalizó.