Venezuela reanudó el suministro de crudo mediano a Cuba, en momentos en que el procesamiento de petróleo en las refinerías del país sudamericano continúa cayendo, según documentos internos de la petrolera estatal PDVSA consultados por Reuters.
Los envíos, que comenzaron en junio y continuaron hasta agosto, totalizaron 4,19 millones de barriles de crudo venezolano Mesa 30, un tipo usado para producir combustibles en las refinerías nacionales y para mezclarlo con petróleo más pesado para la exportación.
Venezuela, que ha abastecido con petróleo a Cuba desde el año 2000 mediante un acuerdo bilateral, carece de efectivo para pagar repuestos, equipos y materias primas necesarias para revertir la disminución del procesamiento de petróleo en sus propias refinerías.
La producción de crudo, la espina dorsal de la economía del país, cayó nuevamente en agosto, derribando la producción anual de la nación miembro de la OPEP a su nivel más bajo desde 1950.
Desde enero, PDVSA ha suministrado a Cuba 11,74 millones de barriles (unos 49.000 barriles por día) de crudo, incluyendo variedades extranjeras, Mesa 30 de Venezuela, crudos más pesados y petróleo crudo diluido, según los documentos.
La estatal detuvo el año pasado los envíos de Mesa 30 a la Isla debido a la creciente necesidad de ese tipo de crudo en el país.
A principios de este año, PDVSA estaba comprando crudo ruso Urales a intermediarios petroleros para abastecer a su aliado. Tales compras se detuvieron en mayo, mostraron los datos, y poco después la empresa reanudó la exportación de Mesa 30.
Los responsables de PDVSA no respondieron a una solicitud de comentarios hecha por Reuters.
Los documentos de planificación no detallan los servicios intercambiados ni los pagos por envíos a Cuba, pero hacen una crónica del declive de las refinerías del país en medio de la falta de crudo.
Se espera que este mes el circuito refinador de PDVSA procese 373.000 barriles por día de crudo, el 29% de su capacidad de 1,304 millones de bpd, según los documentos, por debajo de los 701.000 bpd de marzo.
Cardón, la segunda refinería más grande de Venezuela, se detuvo la semana pasada luego de que las reparaciones no pudieron mantenerla en servicio. Unidades clave de procesamiento en la refinería más grande del país, Amuay, también dejaron de operar en septiembre debido al bajo inventario de materias primas.
Los ejecutivos de PDVSA han estudiado el uso de crudos extranjeros, como el Urales de Rusia, para aumentar las tasas de procesamiento de las refinerías nacionales y reducir las importaciones de combustible, pero no se ha tomado una decisión final, según los documentos que Reuters cita.