Yanisbel Cera Lazo, una cubana de 36 años que fuera víctima del ataque terrorista en las Ramblas de Barcelona el 17 de agosto de 2017, vive con las secuelas de ese suceso terrible.
"Me da pánico salir a la calle. Pienso que va a pasar algo", confesó en entrevista a El Periódico.
Yanisbel había llegado a España en 2016 con su marido, Esteban Navarro, un catalán de 53 años con quien tiene dos hijos de 12 y 14 años. La familia se afincó en Coma-ruga, donde él regenta un negocio de alquiler de bicicletas y de motos.
La mujer resultó gravemente herida en el atentado de Las Ramblas. Estuvo cinco días en coma. Todavía se mueve con dificultad y las tareas del hogar son una "tortura" para ella.
Debido al arrollamiento de que fue víctima, sufrió un derrame cerebral y contusiones por todo el cuerpo. "En ocasiones hablando me quedó en blanco", confiesa.
Ese día, la mujer había salido con sus dos hijos, su hermana y su sobrina de cinco años. Estos últimos habían viajado desde Cuba a pasar las vacaciones con la familia.
"La Rambla es de lo más emblemático y fuimos", relató Yanisbel. Ese día quizo hacer una cosa que todavía no había logrado: visitar el mercado de la Boquería. Lo único que recuerda es su entrada al lugar.
Despertó en la cama de un hospital al cabo de cinco días. "Lo que pasó me lo contaron mi hermana y mis hijos". Una psicóloga la ayuda aún hoy a trabajar esas lagunas. "Mis hijos y yo fuimos de los últimos a los que atropellaron", cuenta.
La furgoneta de los terroristas la arrolló y arrastró unos metros. Ella no vio ni sintió nada. Malherida, fue llevada a un hospital y sus hijos a otro. Su hermana y su sobrina no se separaron de los dos niños. Como Yanisbel no llevaba encima documento alguno para poder identificarla, pues todo se había perdido con la colisión del vehículo, su marido tardó más de 13 horas en localizarla.
"Me dijeron que había cuatro mujeres heridas con las mismas características y la Cruz Roja me llevó a verlas a todas. Así la encontré", aseguró Esteban, el esposo.
Su hija estuvo dos días en coma inducido. "Mi vida ha dado un vuelco en todos los sentidos", insiste esta mujer. Desde ese 17 de agosto, su marido se ha tenido que ocupar de la casa, de los pequeños y de su negocio. Toda la familia tiene atención psicológica.
"Sin querer llevo un año recordando el atentado. No lo olvidaré nunca. Mi niño evade el asunto. Él sí que estuvo consciente todo el tiempo. Un día le pregunté cómo se sentía. Él me dijo: yo lo único que quería en ese momento era ver que te levantabas del suelo", refiere.
El 17 de agosto de 2017, o 17A, se produjeron una serie de ataques terroristas, más tarde reivindicados por el Estado Islámico, en las ciudades de Barcelona y Cambrils, comunidad autónoma de Cataluña, España.
En Las Ramblas de Barcelona, sobre las 5 de la tarde, se cometió un atropello masivo con una furgoneta que recorrió 530 metros en la zona central del paseo y dejó 16 muertos —entre ellos dos niños de tres y siete años— y 131 heridos.
Horas después de ese ataque, se produjo otro atentado en Cambrils, donde cinco presuntos terroristas fueron abatidos tras atropellar a seis personas y herir a una séptima.