Una "Carta Abierta en nombre de artistas cubanos e internacionales en relación con el Decreto 349/2018" fue hecha pública este martes.
El documento va dirigido a Miguel Díaz-Canel Bermúdez y a Alpidio Alonso, ministro de Cultura de Cuba.
En él, se señala que el Decreto 349/2018 acerca de las "Contravenciones personales de las regulaciones sobre prestación de servicios artísticos" hecho público el pasado 10 de julio, "no presenta una visión de futuro para la cultura en Cuba".
El texto, que ya ha sido firmado por los creadores Tania Bruguera y Coco Fusco, la abogada Laritza Diversent, la historiadora del arte Yanelys Nuñez y el escritor Enrique del Risco, señala que estas nuevas normas "restringen la creatividad del pueblo cubano y criminalizan el arte independiente, limitando la capacidad de definir quien puede ser artista a una institución del Estado. Los artistas cubanos no han sido consultados y no tendrán recursos a árbitros independientes en el caso de una disputa."
"Nos preocupa que el Decreto 349 se basa en criterios imprecisos, como 'contenidos lesivos a los valores éticos y culturales'", continua la carta.
"El Decreto no contiene una descripción desde dónde crear legalmente. Más allá, la historia de las artes nos muestra que el cuestionamiento a los sistemas de pensamiento establecidos es el motor del desarrollo estético. Sin ello el arte no hubiese avanzado."
A propósito de la demonización de mecanismos de financiamiento como el crowdfunding, muy criticado por las autoridades cubanas, se asegura que "ofrece nuevas fuentes de apoyo a proyectos artísticos por parte de amigos. El Estado cubano debe dejar de confundir estas plataformas con el financiamiento directo de una organización o de un gobierno hostil. El hecho de que un artista cubano logre financiar sus creaciones por medios propios no lo convierte en un opositor —millones de individuos en el mundo se benefician de las nuevas tecnologías para difundir sus obras al margen de las instituciones culturales establecidas."
El documento también advierte que el Decreto 349 "faculta al Ministerio de Cultura a designar inspectores que podrán censurar y suspender los espectáculos artísticos, así como imponer multas y decomisar instrumentos, equipos, el permiso de trabajo por cuenta propia y bienes como la propiedad de la casa. Esto nos parece una medida excesivamente coercitiva que creará una relación conflictiva entre los artistas y las instituciones que deben atenderlos. Más allá de crear un terreno propicio para la corrupción administrativa."
También se señala que con el Decreto "se violan los pactos cabildeados y firmados por el gobierno de Cuba en las Naciones Unidas entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la declaración sobre el derecho a la libertad de expresión y creación artísticas."
Finalmente, se señala que tanto la cultura como el arte "pueden existir sin un ministerio, pero el Ministerio de Cultura y la Nación no pueden existir sin la creatividad de sus ciudadanos."
"El Decreto 349 es el empobrecimiento de la cultura cubana", termina diciendo.
Los firmantes de la misiva señalan su intención de "crear un diálogo entre los artistas cubanos y sus instituciones para que así siga siendo la cultura para todos y con todos."
El Decreto 349 ha sido el foco de protestas y reclamos de parte de diversos colectivos artísticos de las Isla, desde que se hiciera público.
Publicado en la Gaceta Oficial como parte de lo que el Gobierno denomina "adecuaciones" del sector privado, se refiere a "nuevos delitos o contravenciones en la contratación de artistas, la venta de obras de arte y la exhibición de contenidos audiovisuales".
En concreto establece multas y decomisos, así como la posible pérdida de la licencia a quienes contraten músicos para realizar conciertos en bares y clubes privados así como en espacios estatales sin la autorización del Ministerio de Cultura o de las agencias de trabajo estatales.
También penaliza a los pintores o artistas que comercialicen sus obras sin autorización estatal.
El Decreto permite asimismo imponer sanciones a quienes proyecten "audiovisuales" que contengan violencia, pornografía, "uso de los símbolos patrios que contravengan la legislación vigente", lenguaje sexista o vulgar y "discriminación por el color de la piel, género, orientación sexual, discapacidad y cualquier otra lesiva a la dignidad humana".
Un concierto de denuncia de tales medidas programado en La Habana el pasado sábado fue intervenido violentamente por la Policía y la Seguridad del Estado.
Los firmantes de la "Carta Abierta en nombre de artistas cubanos e internacionales en relación con el Decreto 349/2018" invitan a quienes estén interesados a suscribir el documento.