"Es el mismo método" de Fidel Castro, consideran algunos habaneros sobre la forma de gobernar asumida por Miguel Díaz-Canel en sus primeros 100 días en la silla de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Es un "populista con abundante respaldo mediático", lo describen otros por su manera de aparecer en lugares públicos rodeado de prensa oficial.
Usa "las consignas y promesas de siempre", dijo Jacqueline Orozco, enfermera de 71 años de edad, para quien el comportamiento de Díaz-Canel sigue el "guión populachero" de las primeras décadas de la Revolución.
Desde que fue designado por Raúl Castro el pasado 19 de abril, Díaz-Canel ha realizado recorridos por empresas, escuelas, hospitales y un asentamiento de viviendas recién construidas. Incluso jugó baloncesto con un grupo de estudiantes en Santiago de Cuba.
"Se mostró complacido con lo que le mostraron en nuestro centro", dijo un trabajador del Complejo Lácteo habanero. "Habló de nuestros salarios, pero dudo que eso cambie", añadió.
El trabajador, que prefirió mantenerse en el anonimato, dijo que el recibimiento al gobernante fue al "estilo comisión de embullo".
El recorrido de Díaz-Canel por La Habana incluyó además una bodega, una clínica estomatológica, un centro gastronómico, una planta de asfalto y un círculo social obrero.
En sus viajes por el interior de la Isla —Granma el 28 de junio y Sancti Spíritus el 6 de julio— visitó un zoocriadero, varias fábricas, embalses, zonas de producción agrícola, industrias locales de materiales de construcción, además de dialogar con campesinos y pobladores.
La prensa oficial utilizó la palabra "apoteosis" para describir la reacción de los habitantes de Manzanillo, Granma, a la presencia de Díaz-Canel.
"Las damas querían besarlo; los caballeros abrazarlo. Los periodistas fuimos testigos de ese continuum que ha caracterizado a la Revolución cubana, el reconocimiento y la querencia entrañable hacia quienes dirigen el país", publicó el diario oficial Granma. Es "algo que sembró Fidel y Raúl continúa. Díaz-Canel lo hereda".
Para Eleonora Junco, es injusto valorar la gestión del actual gobernante tras solo tres meses en el cargo.
"A Cuba hay que sanarla desde cero y a él [Díaz-Canel] le dejaron esta papa caliente, lo malo es que para sanar al país está siguiendo los mismos pasos de quienes lo enfermaron", opinó.
Sin afiches ni frases propias
El "reunionismo" ha sido otra marca distintiva en el guión del ingeniero Díaz-Canel durante sus 100 primeros días de Gobierno. La cobertura mediática también se ha encargado de destacarlo.
"Pero al igual que en los centros de trabajo, estas reuniones sirven para chequear acuerdos que jamás se cumplen", dijo Javier, miembro de la sección sindical de la empresa Aguas de La Habana.
Y ese reunionismo "se contagia", se quejó Tania Laura Fernández, trabajadora de una TRD, refiriéndose al ciclo de reuniones decretadas, para cada centro laboral, por el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte.
"La única finalidad de estas reuniones, además de mal emplear el horario laboral, es analizar el famoso documento 'Bases para el fortalecimiento de la misión del movimiento sindical cubano'", dijo Fernández.
"En 100 días el hombre [Díaz-Canel] ha hecho bastante poco. Fíjate que ni siquiera tiene afiches con sus propias frases, pero hay que reconocer que es populachero, de un espíritu festivo", comentó Oscar Molina, vendedor de bisuterías en una feria de Centro Habana, refiriéndose a la presencia del gobernante en los conciertos de Gente de Zona y Laura Pausini, y del cantautor Armando Manzanero.
América Domínguez sobrevive impartiendo clases de danza particulares, pero afirma que participó la Campaña de Alfabetización y que ocupó cargos directivos en la antigua Ciudad de los Pioneros, Tarará.
Interrogada sobre si lo que hace Díaz-Canel es populismo, consideró que, al menos, es "más humano".
"La gente conoce a su esposa [Lis Cuesta Peraza] y sus hijos son vistos con frecuencias compartiendo en lugares públicos", argumentó.
No obstante, apuntó que Díaz-Canel "no tiene un libreto", sino que "él mismo es parte del libreto" escrito por Fidel Castro y custodiado por el PCC.
"No es que haya coincidencias en ese libreto, es exactamente igual. No deben juzgarse sus primeros 100 días, sino la manera en que se ha gobernado a Cuba en las últimas seis décadas".
"Los cubanos queremos que al menos este populismo a lo Díaz-Canel cambie la manera maniquea de ver el mundo", dijo la escritora Lucía Corrales.
"No todo se trata de capitalismo contra socialismo", agregó en referencia a las palabras del mandatario durante la inauguración del Salón del Deporte Cubano, donde afirmó que el éxodo de los deportistas es consecuencia de "la provocación subversiva que el imperialismo trata de imponer" a la Isla.