Más de 13.700 cubanos fueron multados entre enero y marzo de este año, como parte de una estrategia gubernamental para disminuir los altos niveles de contaminación acústica, causados principalmente por la "música estridente" reproducida en casas, carros y ómnibus.
Del total de personas reportadas por esta "indisciplina social", un grupo importante fue multado, los reincidentes fueron procesados por desobediencia y los restantes advertidos, informa un artículo publicado en el diario oficial Juventud Rebelde.
La Habana, la ciudad más poblada de la Isla, concentra la mayor cantidad de denuncias por ruido, sobre todo en municipios con gran densidad de habitantes como Centro Habana, Diez de Octubre, La Habana Vieja y Playa, que acumulan el 47% de los reportes en la capital, según datos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
En el primer trimestre de 2018 la mayor afectación se reporta en la noche-madrugada y los viernes, sábados y domingos, en coincidencia con los períodos de descanso de la población y propicios para la celebración de fiestas y otras actividades, precisa Juventud Rebelde.
En los últimos años han aumentado las personas que reproducen música a todo volumen, no solo en sus casas y carros, sino también mientras caminan por la calle o en el transporte público.
Antes las crecientes protestas de los afectados, hace varios años el Gobierno desplegó una campaña audiovisual para "educar" sobre los peligros de este tipo de contaminación sobre la salud, que hoy ha derivado en acciones concretas contra los infractores, indicó EFE.
"Los escenarios de mayor incidencia (de ruido) continúan siendo las viviendas particulares y los vehículos, así como las personas detectadas en la vía pública a la salida de centros nocturnos y de esparcimiento, y las áreas de parques y plazas culturales", indicó la PNR.
Para la Policía "es significativo y preocupante el incremento de las personas que llevan en la vía pública, parques y a bordo de ómnibus, equipos portátiles de alta potencia".
"Muchas personas ven con total normalidad el fenómeno e incluso lo aprueban, pues no tienen una percepción del daño que puede ocasionar la contaminación sonora", dicen las autoridades.
Sin embargo, reconocen que han recibido más 4.000 denuncias telefónicas por mes. La PNR informó que ha ocupado y retenido durante dos meses varios bicitaxis y vehículos de tracción animal donde se ha cometido esta "indisciplina social".
También ha ordenado retirar las bocinas de autos que "provocan altos ruidos y molestias" y ha alertado a empresas estatales que administran discotecas y centros de recreo.