Las autoridades en Sancti Spíritus han procesado en lo que va de año a una veintena de personas por prostitución, una decena específicamente por proxenetismo, según publicó el periódico oficial Escambray.
En un artículo que recoge testimonios de personas involucradas en tales hechos, el medio estatal afirma que asociados a estos se "han desarticulado varias redes de prostitutas".
Pese a que la prostitución no se tipifica como delito, sí se juzga —según establece el artículo 73. 1 inciso c) del Código Penal— como una conducta antisocial.
Mediante esta figura, durante 2018 cerca de una veintena de personas han sido condenadas por dichas conductas, con sanciones que oscilan entre uno y cuatro años de privación de libertad y, en determinados casos, se ha impuesto trabajo correccional sin internamiento, según fuentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), citadas por la publicación.
Manuel Martín Domínguez, oficial operativo del municipio de Sancti Spíritus, dijo que "en la provincia los principales rasgos de la actividad delictiva de proxenetismo y prostitución, así como los delitos asociados, se concentran principalmente en Trinidad, Sancti Spíritus y Cabaiguán y sobre todo tienen lugar en los centros recreativos de mayor afluencia y aceptación por extranjeros y nacionales".
Martín Domínguez aseguró que están identificados como escenarios de tales hechos la Casa de la Música, la discoteca Ayala y El Rincón de la Salsa, en el territorio trinitario; La Vallita, el Karaoke, la discoteca de Rancho Hatuey y la de Los Laureles, y la Quinta de Santa Elena, en Sancti Spíritus; y Las Cubanitas, el Paseo y el Rumbo El Drago, en Cabaiguán.
Según las fuentes de la PNR, a Trinidad también acuden a prostituirse muchachas de Villa Clara, Las Tunas, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Mayabeque.
El diario culpa a "los propietarios de no pocas casas arrendadas" en suelo trinitario de amparar "la consumación de ese acuerdo sexual joven-cliente".
Para el medio estatal, la venta de sexo ha experimentado cambios en los últimos tiempos. Sostiene que antes "era una oferta exclusiva para extranjeros", pero ahora "por lo general, la prostitución se ejerce con cubanos de amplia solvencia económica o con otros nacionales que residen en el exterior y vienen de visita a la Isla".
Yainiel Lobato Leal, primer oficial del grupo de enfrentamiento a la prostitución en la provincia, afirmó que "en algunas ocasiones se involucran menores, lo cual agrava el hecho porque se da una corrupción de menores".
"Sucede con menores que son cuidados por ancianos, como abuelos o bisabuelos, o que provienen de familias que no velan por su cuidado y se les va de la mano y caen en la actividad de prostitución. Oscilan en la edad de 13 a 16 años, en su mayoría", reveló.
La prostitución y el turismo sexual son problemas que se han disparado en la Isla en las últimas décadas y por los cuales La Habana recibe frecuentemente críticas de Washington y organizaciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas.
Expertos y funcionarios cubanos vinculados al estatal CENESEX que dirige Mariela Castro han definido la prostitución "un asunto complejo, marcado por la diversidad de actores sociales que involucra, por los distintos significados e imaginarios que existen a su alrededor y por la multiplicidad de impactos negativos que posee como práctica para el ser humano, cualquiera sea su sexo o género".
Han debatido varias veces sobre el tema, acerca de sus consecuencias y causas, pero casi siempre han dejado de lado las necesidades derivadas de la situación económica imperante.
