Miles de cubanos que huyeron a Estados Unidos en los primeros años del Gobierno de Fidel Castro perdieron sus propiedades en Cuba. Décadas después, muchos de esos objetos perdidos han aparecido en Miami, pero a un alto precio, reporta el diario miamense El Nuevo Herald.
Le ocurrió a José Valdés-Fauli, cuya familia abandonó la Isla en 1960 y a quien un anticuario pidió 1.500 dólares por el álbum de boda de sus padres.
Valdés-Fauli salió de Cuba con ocho años de edad. Su familia dejó atrás casa, propiedades y objetos personales que fueron rápidamente expropiados. Casi seis décadas después, el álbum de boda escrito a mano por su madre, Margarita Pedroso y Aróstegui, reapareció en Miami.
"Yo no sabía que ese libro existía", dijo Valdés-Fauli, quien hizo carrera como banquero en Estados Unidos. Su hermano, Raúl, es alcalde de Coral Gables. "Pero todo eso fue robado en Cuba cuando nos fuimos y todo se quedó. Nos están tratando de vender cosas nuestras, es algo muy triste".
La resolución 454 de septiembre de 1961 dictada por el Gobierno de Fidel Castro estableció que a quienes abandonaban el país, sobre hacia Estados Unidos, les serían confiscadas sus propiedades si no regresaban en 29 días.
Amparándose en disposiciones como esa, el nuevo régimen se hizo de casas, muebles, joyas, pinturas y todo lo que dejaron miles de cubanos, entre ellos objetos íntimos como el álbum de boda de Margarita Pedroso y Aróstegui y Raúl Valdés-Fauli y Juncadella. Muchos de esos objetos fueron subastados por el propio Gobierno. La casa de la familia Valdés-Fauli, en el Vedado, fue utilizada para actividades de organizaciones políticas y luego convertida en círculo infantil. En 2015, Valdés-Fauli también denunció que la tumba de su abuelo, Jacinto Pedroso, en el habanero Cementerio de Colón, había sido vendida ilegalmente.
Además de aprobar leyes para declarar como "abandonadas" las propiedades de quienes salieran del país, el Gobierno nacionalizó compañías y expropió bienes y pequeños negocios.
Mientras las familias cubanas que fueron expropiadas aún aguardan compensación, muchos de los objetos que perdieron han reaparecido en el mercado del arte y el coleccionismo internacional.
El álbum de boda de los padres de Valdés-Fauli, con hojas fileteadas en oro, recoge los detalles del compromiso, las cenas, la despedida de soltera, el lujoso ajuar y la luna de miel que pasaron los novios en Estados Unidos en 1941. También un detallado inventario de los regalos que recibió la novia: un reloj de brillantes, fuentes de plata, perlas, muebles, adornos y muchos cheques.
El arquitecto y fotógrafo Carlos Alberto Fleitas dijo que supo que un anticuario tenía el álbum y que "por hacer un bien" informó a la familia Valdés-Fauli a través de un amigo común. El anticuario habría comprado el libro en La Habana "hace 15 o 20 años", dijo.
Frente a los 1.500 dólares que pide el anticuario, Valdés-Fauli hizo una contraoferta de 300 dólares, pero el vendedor la rechazó.
Fleitas no reveló la identidad del anticuario, que supuestamente vive en Estados Unidos, porque la persona "quiere mantenerse en privado".
El valor que tiene el libro es que se trata de un "un objeto sentimental, familiar, que quedó atrás y alguien se interesó en guardarlo", opinó Fleitas.
Señaló que el álbum también tendría valor "histórico" porque contiene hojas con las firmas de los invitados a la boda, miembros de la alta sociedad de la época.
Para Fleitas, Valdés-Fauli no mostró "ningún interés" en adquirir el álbum. "Si tanto le interesaba, lo hubiera comprado. Yo sí he ido recuperando cosas que pertenecieron a mi familia", dijo.
Acusó a Valdés-Fauli de querer "hacer noticia de algo que no existe. Estoy metido en una saga que no me interesa, es difamación", se quejó. El reporte no precisó a qué se refería. Fleitas insistió en que no es el dueño del álbum ni lo ha visto.
"El álbum debe ser devuelto inmediatamente a la familia, no hay duda alguna de que pertenece a la familia", opinó el coleccionista de arte Ramón Cernuda.
Cernuda, quien es dueño de la galería Cernuda Art en Miami, dijo que ha encontrado varios casos en los que miembros de la familia han reclamado obras de arte provenientes de Cuba como sus legítimos herederos.
"Cuando hay reclamaciones de obras de arte hay que buscar la verdad", dijo. "Cuando la verdad nos lleva a confirmar que es de la familia, hemos entregado la obra a esa familia", afirmó.
Según El Nuevo Herald, varios abogados dijeron que el concepto de propiedad "abandonada", tal y como lo definió el Gobierno cubano, no es reconocido en la arena internacional.
"Esta es la defensa de los nazis (…) y ha sido utilizada por los regímenes comunistas pero no es reconocida en la ley internacional", comentó el abogado Jason Poblete, experto en sanciones y quien ha representado a clientes con reclamaciones por propiedades confiscadas.
"En Alemania los nazis intimidaron a los empresarios judíos, muchos de los cuales o se fueron o 'vendieron' sus empresas por nada. Cuando hubo un cambio democrático en Alemania, esta gente fue reconocida igual que si [sus propiedades] hubieran sido confiscadas sin compensación", puntó el abogado Nicolás Gutiérrez, que representa a familias cubanas cuyos bienes fueron expropiados por el Gobierno de Castro. "Valdés-Fauli podría argumentar con cierta propiedad que lo que dejaron allá [en Cuba] no fue abandonado voluntariamente. Había pelotones de fusilamiento, había un estado de terror".
Sin embargo, la ley puede ser también "nebulosa" en algunos aspectos, señaló. "En las leyes anglosajonas hay precedentes judiciales de que si alguien pierde una propiedad, quien la encuentre tiene, no un título exactamente, pero una posesión válida", añadió. "Si la persona gastó algún dinero en sacar [el álbum] del país, comercialmente tiene cierto argumento para decir que al menos le cubran los gastos", pero "moralmente, es un poco penoso venderle al dueño algo que le robaron a él", consideró.
El álbum de los padres de Valdés-Fauli seguirá al parecer dando vueltas. Según El Nuevo Herald, Fleitas dijo que el anticuario lo vendió finalmente y ya no está en Estados Unidos.