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Patrimonio

Matanzas desentierra el tranvía con fines 'turísticos'

Es parte de la reanimación que lleva adelante la Oficina del Conservador por el aniversario 325 de la ciudad.

Matanzas

Dentro de las labores de reanimación del Centro Histórico de Matanzas, próxima a cumplir 325 años, se han recuperado las viejas líneas de tranvía en la Plaza de La Vigía, tras décadas de permanecer bajo el asfalto.

Rescatar parte del antiguo medio de transporte, como un atractivo turístico añadido del Centro Histórico, declarado Monumento Nacional, se inscribe entre las proyecciones de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Matanzas, según recogió la estatal Agencia Cubana de Noticias.

Leonel Pérez Orozco, director de la Oficina, informó que se construirá en el área una cafetería que reproducirá el diseño de los elegantes tranvías comunes en la urbe durante la década de 1920.

El Conservador aclaró que, aunque los tranvías no volverán a circular por la Atenas de Cuba, "se podrá apreciar la belleza de su diseño 'de época' en el espacio peatonal".

La primera línea tranviaria quedó inaugurada en esta ciudad en diciembre de 1916. De su explotación se encargó la Compañía del Ferrocarril Eléctrico de Matanzas. Funcionaba con vehículos de acumuladores.

Fue en 1920 cuando se sustituyeron aquellos carros que había que recargar constantemente por los nuevos modelos con trolley. Entonces Matanzas se convirtió en la sexta ciudad de Cuba en tener servicio eléctrico de tranvías, explicó Pérez Orozco.

Este medio de transporte funcionó hasta 1953, cuando se retiró del servicio público. En agosto del propio año hizo su último recorrido el carro número cinco de la línea Versalles-Matanzas-Playa, relató Pérez Orozco.

Las guaguas ganaron la competencia a los tranvías, estos últimos fueron a parar a un depósito y luego se vendieron para diferentes usos, sobre todo a pescadores; todavía podía encontrarse alguno en la década de 1960, comentó el Conservador.

Un local para degustar alimentos con la forma de un tranvía podría añadirse a la Plaza de La Vigía, donde se ubica lo más notorio de la arquitectura neoclásica local. Allí están el Teatro Sauto y el Cuartel de Bomberos, reconocido como el último edificio de ese estilo construido en Cuba.

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