El régimen comenzó este miércoles en Lima (Perú) su campaña mediática y política alrededor de la próxima Cumbre de las Américas que tendrá lugar en abril, reporta EFE.
Voceros de La Habana denunciaron supuestas "maniobras contrarrevolucionarias" para deslegitimar la participación del Gobierno de Raúl Castro y sus representantes tanto en la Cumbre como en el Foro Social paralelo en abril, cuya credibilidad estará comprometida por la "calidad de sus participantes".
A ese espacio asistirán "personas de dudosa trayectoria y con una agenda política de provocaciones y subversión", aseguró el embajador cubano Juan Antonio Fernández.
Las declaraciones del embajador se dieron en el Diálogo Hemisférico sostenido en la capital peruana como antesala del cónclave, reunión ampliamente seguida y trasmitida por todos los medios oficiales cubanos.
En el encuentro de los portavoces de la sociedad civil con los gobiernos participantes en la VIII Cumbre, Fernández criticó fuertemente la coalición 26 creada para el evento, a la que pertenece la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, dirigida por la disidente cubana Rosa María Payá.
"La credibilidad del Foro está muy relacionada con la calidad de sus participantes y el debate de los temas aprobados, sin politización ni con la ofensiva presencia de usurpadores camuflados de sociedad civil", dijo el represente permanente de Cuba ante las Naciones Unidas en Viena, Austria.
El diplomático recordó la "fallida" provocación de Payá, que celebró el 8 de marzo pasado en La Habana la entrega del premio con el nombre de su padre, el fallecido opositor Oswaldo Payá, ceremonia a la que no pudieron asistir los expresidentes de Colombia Andrés Pastrana y de Bolivia Jorge Quiroga porque el Gobierno de Raúl Castro les impidió entrar a la Isla.
Pastrana y Quiroga recibirían el lauro en representación de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), integrada por 37 exjefes de Estado y de Gobierno.
"El mayor desafío lo tenemos adelante", insistió el embajador cubano, quien dijo además que el actual proceso de acreditación al Foro "será crucial para garantizar un clima de diálogo y respeto".
La vicepresidenta de la oficialista Unión de Juristas de Cuba, Yamila González, rechazó igualmente la asistencia al Foro Social de la Cumbre "de elementos contrarrevolucionarios (...) que pretenden hablar en nombre de la verdadera sociedad civil cubana y empañar la obra de la revolución".
"La sociedad civil cubana no compartirá espacio alguno con elementos y organizaciones mercenarias que responden a los intereses de una potencia extranjera con una clara agenda de subversión y violencia contra el pueblo cubano", señaló.
Además, este miércoles La Habana organizó el II Foro "Pensando Américas", que tuvo lugar en la capital cubana, reunió a unas 2.000 entidades (todas afines al Gobierno) y concluyó con una declaración final en la que los participantes rechazaron la presencia en Lima de "ciudadanos de origen cubano y organizaciones mercenarias al servicio de gobiernos e instituciones extranjeras, que no cuentan con reconocimiento y legitimidad alguna".
Esos grupos "persiguen revertir el orden interno, el bienestar social y el sistema político" elegido por los cubanos, señala el texto oficial citado por el diario del Partido Comunista.
El Gobierno cubano enviará a Lima a miembros de organizaciones civiles, no gubernamentales, religiosas y científicas, en su gran mayoría oficialistas, que se reúnen este miércoles en La Habana para concertar posiciones con vistas al evento.
Estos son los únicos miembros de la sociedad civil cubana que el régimen reconoce como sus representantes, quienes participarán "de manera respetuosa y constructiva en el Foro para contribuir a los debates que se generen", indicó González.
Este mismo miércoles opositores cubanos pidieron a la OEA y a Perú que "no invite a Raúl Castro" a la venidera cita.
La Cumbre de las Américas, que se celebra cada tres o cuatro años, es la cita política más importante del continente al reunir a los jefes de Estado y de Gobierno.
Este año, el encuentro que se realizará en Perú el 13 y 14 de abril próximo no contará con la presencia del mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien se le retiró la invitación.
El Grupo de Lima en febrero pasado declaró a Maduro como "no bienvenido" a la Cumbre de las Américas.
Expertos y analistas han señalado desde hace semanas que Caracas no debe estar en la Cumbre y La Habana tampoco.
Para Michael Camilleri, analista de política exterior del Diálogo Interamericano, "hay una cierta contradicción entre excluir a Venezuela con base en principios democráticos y permitir que Cuba participe en la Cumbre".
La asistencia de Raúl Castro a la Cumbre de Panamá en 2015 fue simplemente "un gran espectáculo que no supuso un avance en democracia y derechos humanos en la Isla", advirtió en febrero pasado el director de Freedom House para Latinoamérica y el Caribe, Carlos Ponce.
"El comportamiento del Gobierno cubano durante la Cumbre de Panamá fue inaceptable. Envió a grupos violentos a amenazar y perseguir a los líderes de la sociedad civil que participaron", recordó. Esa cita fue "solo un show" entre el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y Raúl Castro.
"Creo que fue un error invitar a Cuba a Panamá y creo que es un error invitar a Cuba a Perú. Cuba sigue siendo una dictadura terrible y Venezuela es una narcodictadura", agregó.
En la Cumbre de Panamá, realizada en abril de 2015, la delegación oficialista que el régimen presentó como "sociedad civil" boicoteó foros en los que participaron críticos del castrismo, quienes además fueron atacados verbal e incluso físicamente.
Desde hace un mes el régimen ha estado calentando motores para acosar nuevamente a activistas cubanos en esta cita internacional.