El cubano Gustavo Falcón, uno de los "Cocaine Cowboys" (vaqueros de la cocaína) del Miami de los años 80 y que estuvo prófugo de la Justicia durante 26 años, se declaró este jueves culpable de cargos relacionados con drogas que se remontan a décadas atrás, informa EFE.
El narcotraficante, que será sentenciado en abril próximo, afronta una condena de hasta 20 años de cárcel, aunque esta podría verse reducida tras el acuerdo de culpabilidad alcanzado con la Fiscalía del estado.
Falcón, de 56 años, es el décimo y último de los cowboys que va a los tribunales en el caso, uno de los más destacados de cuando Miami era el centro del tráfico de drogas en el país.
El cubano se había declarado en junio de 2017 no culpable de los cargos presentados en su contra en 1991 por delitos ligados a importantes operaciones de tráfico de cocaína en esa década.
El "Cocaine Cowboy" desapareció después de ser acusado junto con su hermano, Augusto "Willie" Falcón, y Salvador "Sal" Magluta, también de origen cubano, y era el único de los "cowboys de la cocaína" que no había caído en manos de la Justicia.
Los hermanos Falcón y Magluta operaron una de las mayores redes de narcotráfico en Estados Unidos, que llegó a ganar unos 2.000 millones de dólares con la venta de al menos 75 toneladas de cocaína en este país entre 1978 y 1991.
El hermano menor de Augusto Falcón fue arrestado por la Policía cerca de la ciudad de Orlando, donde vivía con su esposa bajo un nombre falso.
Magluta y "Willie" Falcón fueron absueltos en 1996 en un primer juicio, en el que compraron a testigos y al menos a un jurado, según descubrieron poco después agentes del FBI.
Posteriormente, "Willie" Falcón llegó a un acuerdo con la Fiscalía y fue sentenciado a 20 años de cárcel, mientras que Magluta recibió una condena de 205 años de cárcel, que fue posteriormente reducida a 195 años.
"Willie" Falcón quedó en libertad en junio pasado y en estos momentos mantiene una batalla legal con las autoridades para evitar su deportación a Cuba, ya que no es ciudadano estadounidense.