La inauguración de la estatua de José Martí, réplica de la del Central Park de Nueva York, fue un evento cerrado para Raúl Castro y sus invitados. Pero el fuerte dispositivo de seguridad desplegado para la ocasión llamó la atención de los habaneros, atrajo curiosos y suscitó comentarios de todo tipo.
"A las 7:00 de la mañana no hay dios que llegue a una actividad un domingo", opinó una mujer que paseaba horas después por el parque frente al Palacio de la Revolución (antiguo Palacio Presidencial), donde está ubicada la estatua. "Los únicos que pudieron llegar fueron Raúl y los demás, que andan en Mercedes".
Una custodio de la estatua explicó a varios ancianos después de la inauguración que ni siquiera ella y sus compañeros sabían la hora del acto, a pesar de que habían preguntado.
"Pero si la gente del pueblo hubiera venido, tampoco iba a poder verlo", dijo un hombre que la escuchaba. "El despliegue de seguridad empezó tempranito y no dejaban pasar a nadie. Esto es lo mismo de siempre. Martí es solo de ellos, como todo en este país".
María Antonia, profesora jubilada, consideró normal el acto cerrado y el despliegue de seguridad.
"Es lógico que si el presidente va a asistir, el acto sea cerrado", opinó. "La estatua lleva varios días aquí y seguirá. Nosotros podemos venir en cualquier momento".
Lo cierto es que la ofrenda floral y las sillas que permanecieron en el parque hasta pasadas las 10:00 de la mañana atrajeron más público del que la estatua ha recibido hasta ahora.
"La gente se sentó en las mismas sillas 'presidenciales' de Raúl Castro y sus invitados. Descansaron, tiraron fotos. Había más gente que de costumbre", comentó David, estudiante universitario.
Lo mismo ocurrió en el museo de la Casa Natal de Martí. Para festejar el aniversario 165 del natalicio del héroe, la entrada fue gratuita durante todo el día. Esta particularidad atrajo una fila donde abundaban padres con niños pequeños.
"Nos hubiera gustado venir y escuchar lo que se dijo", durante la inauguración oficial de la estatua, "pero más nos gusta que hayan puesto iluminación, que hayan arreglado el parque y, sobre todo, que hayan solucionado lo de las faltas de ortografía de la tarja", comentaron Ileana y Juan Carlos, estudiantes de Filosofía.
La inscripción inicial en la base de la estatua, colocada en el parque desde el 20 de octubre, contenía dos erratas: "nacío" y "cuidad", por "nació" y "ciudad", que recientemente fueron solucionadas.
"El 28 de enero es una fecha destacada, porque es el natalicio", apuntó María Antonia. "Pero la verdad es que de Martí debiéramos preocuparnos todos los días. Eso que hicieron hoy en la Casa Natal, deberían hacerlo más a menudo, no importa la fecha. Y la estatua nueva y su parque, mantenerlos en condiciones todo el año, porque Martí es importante siempre".
A pesar de que el plato fuerte de la celebración este año fue la inauguración de la estatua frente al Museo de la Revolución, no faltaron las tradicionales ofrendas florales en la del Parque Central, incluyendo una dedicada por Raúl Castro.