Con un aparatoso despliegue de equipos, en la mañana del pasado sábado, la empresa constructora Puerto Carenas, perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad, comenzó las labores de remodelación del monumento al general Calixto García, localizado en la confluencia de las calles G y Malecón en el Vedado capitalino.
Al menos 15 volquetas, dos grúas y tres excavadoras, operados por más de una treintena de operarios, rodeaban el memorial del general holguinero que peleó en las tres guerras de independencia.
Afectado por las penetraciones del mar ocasionadas por el huracán Irma, que arrancó un sinnúmero de losas de granito en las áreas del pedestal y el muro de fondo, donde varias tarjas de bronce exponen un retablo de la trayectoria del héroe independentista, el monumento había empezado a ser demolido para su posterior reconstrucción.
Mientras los trabajadores colocaban las eslingas para desmontar la estatua ecuestre del general García, una arquitecta de la constructora Puerto Carenas, aseguró que el islote divisor de la avenida del Malecón en su intersección con la calle G, será reparado íntegramente como parte de un proyecto de restauración patrimonial de la otrora Avenida de los Presidentes.
Asimismo, la arquitecta negó que la estatua fuera a ser desmontada para un traslado a Holguín, tal como sucedió con los restos mortales del general García, sepultados en la necrópolis de Colón por varias décadas tras un polémico deceso y precipitado enterramiento en Arlington (EEUU).
El corajudo general mambí soportó la humillación del general estadounidense Shafter, al no permitírsele la entrada de las tropas mambisas comandadas por él a Santiago de Cuba, tras la derrota de la metrópolis. El general estadounidense alegó entonces que, movidos por la venganza, los cubanos tomarían represalias contra los derrotados. García, en contestación, redactó una célebre epístola, cuyo texto íntegro forma parte del conjunto monumental.
Desafortunadamente, a consecuencia de la oscuridad reinante en ese paseo, el monumento al general Calixto García había sido tomado como baño público.
A los vecinos de esa zona recién afectada por el huracán Irma les resulta inaceptable que el Gobierno priorice la reconstrucción de un monumento cuando los damnificados sufren la escasez de materiales para compensar los daños. Sin embargo, a pesar de las críticas, se niegan a realizar protestas callejeras por miedo o apatía.