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Economía

La CEPAL cifra el crecimiento de la economía cubana en un 0,5%, por debajo del 2% previsto por el Gobierno

En meses anteriores el ente regional había incluso afirmado que el crecimiento era del doble (1%).

Santiago de Chile

La economía de Cuba se recupera con un crecimiento del 0,5% en 2017, después de una contracción de un 0,9% en 2016, y se prevé un alza del 1% para 2018, afirmó este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) citada por EFE.

En noviembre pasado el economista Pedro Monreal advirtió que a mediados de octubre la CEPAL redujo su estimado de crecimiento económico de la Isla para 2017, pronosticando un 0,5% de incremento anual del Producto Bruto Interno (PIB).

Esta reducción, Monreal la catalogó de "una mala noticia que, hasta el momento de redactar esta nota, no parece haber sido reflejada en la prensa nacional".

En agosto, la cifra estimada de la CEPAL para Cuba era el doble (1%), aunque inferior al 2% previsto por el Gobierno en la Asamblea Nacional del Poder Popular de diciembre pasado.

De acuerdo con el ente regional, el 0,5% de crecimiento de la economía en 2017 se debió al dinamismo del turismo (4,7 millones de visitantes), pese a la recomendación que hizo el Gobierno de Estados Unidos a sus ciudadanos de no viajar a la Isla y a la difícil situación que enfrenta Venezuela, uno de los principales socios de La Habana.

La CEPAL presentó este jueves en Santiago de Chile su Balance Preliminar de la Economía Regional, en el que explicó que el presupuesto cubano para 2017 contempla un déficit cercano al 12% del PIB.

El informe indicó que, aunque no se anticipa un incremento del déficit respecto del presupuestado, algunas partidas del gasto se han reorientado para atender la reconstrucción de hogares e infraestructura clave a raíz de los daños provocados por el huracán Irma, que afectó también a la actividad agropecuaria.

Respecto de la política monetaria, el Banco Central instrumenta el control del tipo de cambio, el manejo de tasas de interés y el encaje legal, que se mantuvieron sin cambios este año.

La inflación, en tanto, se mantuvo baja durante el primer semestre ante mejores condiciones de oferta, pero la tendencia se revirtió en el segundo período debido al impacto de Irma en el abasto de alimentos.

El déficit de la balanza de mercancías se redujo casi 400 millones de dólares gracias a la disminución de las importaciones de bienes, después de sufrir una caída de casi un 30% de las exportaciones en 2016.

De acuerdo con el Gobierno cubano, este año se anunciaron proyectos de inversión extranjera directa por 2.000 millones de dólares, concentrados en infraestructura turística y de energía.

El empleo evidenció en 2017 un crecimiento de trabajadores por cuenta propia del 10,8%, mientras los salarios se redujeron en 1,2% durante el primer semestre producto de una rebaja del 0,6% en la productividad de los ocupados.

La CEPAL prevé para 2018 un crecimiento de un 1%, impulsado por la actividad turística, una regularización en el abasto de productos energéticos, una mejoría de los precios de los productos de exportación y un mayor gasto asociado a la reconstrucción.

En noviembre pasado, Monreal reparó, además, en el hecho de que "desde 2010 los estimados que CEPAL divulga en su publicación anual 'Estudio Económico de América Latina y el Caribe' se han aproximado bastante a las cifras reales de crecimiento que finalmente se han alcanzado en el país. De hecho, han predominado las estimaciones ligeramente 'optimistas' de CEPAL".

"El hecho de que CEPAL haya ajustado hacia la baja su estimación de crecimiento económico de Cuba es preocupante. Un crecimiento de 0,5% significaría en la práctica que, aunque la economía dejaría de estar técnicamente en una recesión, se encontraría en una situación de estancamiento", apuntó el economista.

La CEPAL había estimado este año primeramente un crecimiento de "alrededor de 1%" de la economía cubana basada en una supuesta "recuperación de los precios internacionales del petróleo, el níquel y el azúcar, y, sobre todo, porque se espera que la política fiscal dé un importante impulso a la producción".

Asimismo, había proyectado "un déficit fiscal de un 12% del PIB, cifra que no se registraba desde 1994, y un incremento de la inversión pública del 49% —que asegura la continuidad o el inicio de importantes obras de infraestructura hidráulica, vial y de vivienda—, además de un aumento del 26% del gasto productivo para impulsar la sustitución de importaciones. Asimismo, se espera que en 2017 y 2018 se incremente la llegada de inversión extranjera en áreas como las energías renovables (parques eólicos y energía fotovoltaica) y la infraestructura turística".

Monreal precisó: "Lejos de haber crecido, los precios del azúcar han caído, mientras que los precios del níquel y del petróleo han variado durante los últimos 12 meses, registrando incrementos muy moderados que hacen cuestionable afirmar que ha existido una recuperación de precios".

En cuanto a la inversión, arguyó que de acuerdo con la última información del Ministerio de Economía de la Isla del pasado julio, las proyecciones iniciales de La Habana "no llegarán a ser ni la mitad de lo previsto inicialmente".

Las autoridades cubanas han reconocido en varias ocasiones la inminente necesidad de contar con inversores extranjeros, más cuando la economía de la Isla decreció en un 0,9% el año pasado y su principal socio (Venezuela) se encuentra en medio de una fuerte crisis política.

La Habana está pasando por momentos económicos tensos debido a la situación venezolana. El comercio entre los gobiernos de Cuba y Venezuela ha caído un 70% desde 2014, debido a la incapacidad del país petrolero para cumplir con sus obligaciones a causa de los bajos precios del crudo y la profunda crisis económica que atraviesa.

El huracán Irma, además, se sumó a las ya existentes trabas y problemas ecónomicos en la Isla. Los daños ocasionados por el meteoro todavía no han sido calculados en su totalidad.

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