El Gobieno cubano realiza actualmente el ensamblaje de un lote de aviones del modelo AN-2 adquirido en Rusia para diversos servicios, informó este domingo la televisión oficial de la Isla citada por EFE.
Esas aeronaves se destinan fundamentalmente a la fumigación en la agricultura, al control de vectores como el mosquito Aedes Aegypti, así como en el transporte turístico en rutas locales y de carga, y la extinción de incendios.
El taller principal de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos (ENSA), con sede en La Habana, ensambla tres de estas aeronaves rusas por mes, pero el reportaje televisivo no precisó la cantidad adquirida ni su coste.
Directivos del sector señalaron que estos aviones inciden en "programas estratégicos" de la economía cubana como el cultivo de arroz y otros que reemplazan millonarias importaciones.
Según explicaron especialistas de la ENSA, este lote de los AN-2 llegó en piezas embaladas en contenedores y enviadas por barco al puerto de Mariel, porque por la autonomía de vuelos de estos aviones no les permite cubrir el trayecto entre Rusia y la Isla.
Asimismo indicaron que antes de ser embarcados a La Habana estos equipos son sometidos a una reparación integral y comprobación técnica de vuelos en talleres y aeropuertos rusos.
El proceso de ensamblaje en Cuba se realiza en dos fases, dentro y fuera del taller, y una vez concluido los aviones se prueban con vuelos de control, señaló uno de los técnicos.
El AN-2 fue el primer avión diseñado por la compañía rusa Antonóv, su estreno tuvo lugar en 1947, y en sus diferentes variantes incluye modelos de transporte, de pasajeros, adaptados para fines agropecuarios, así como para la aviación civil, entrenamiento y paracaidismo.
Su diseño técnico es considerado "robusto" y con la capacidad de usar pistas de despegue y aterrizaje improvisadas que lo han llevado hasta regiones del Lejano Oriente ruso y también a Asia Central.
Moscú es el cuarto socio comercial de La Habana por detrás de China, Venezuela y España, y está presente en la Isla en el transporte terrestre, principalmente el ferroviario, la aviación civil y la energía.
En los últimos años ambos gobiernos han dado pasos para recuperar la estrecha cooperación que mantenían antes de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en 1991.
Además de fortalecer la cooperación económica (hace tres años Rusia condonó el 90% de la deuda contraída por La Habana), ambos gobiernos se apoyan mutuamente en el terreno político.
Incluso, Moscú ha suplido el déficit de petróleo en la Isla, tras la crisis en Venezuela. En mayo, y tras muchos años sin hacerlo, el Gobierno ruso envío de 250.000 toneladas de petróleo y diésel a La Habana.