La empresa estatal Aceros Inoxidables ACINOX y la rusa YUMZ firmaron este miércoles en La Habana un contrato por más de 26 millones de euros (30,2 millones de dólares) para modernizar una fábrica cubana productora de alambrón, material utilizado en la construcción, reporta EFE.
El acuerdo suscrito en la 35 Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2017), la más importante bolsa comercial de la Isla, establece el suministro completo de una línea de laminación de alambre, incluyendo el horno, así como también maquinarias para producir el alambrón en una planta de Las Tunas.
El director de ACINOX, José Enrique Pazos, dijo que esta inversión permitirá elevar hasta 177.000 toneladas anuales la producción de la fábrica, una vez que el proyecto comience a funcionar a principios de 2020, informó la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Como parte del convenio, YUMZ subcontratará a una entidad italiana altamente calificada y experimentada, que suministrará el 60% del equipamiento requerido para la inversión, indicó Pazos.
Tras la conclusión de la modernización de la fábrica, la empresa rusa participará también en el proceso de puesta en marcha de la línea actualizada y se encargará de la capacitación del personal cubano que trabajará en la producción.
Rusia es uno de los 63 países que asisten a la muestra expositiva y de negocios de la FIHAV, donde inauguró este miércoles su pabellón oficial con producciones de vehículos y equipos para el sector petrolero, entre otras.
El viceministro ruso de Industria y Comercio, Georgy Kalamanov, quien encabeza la delegación de su país a la Feria cubana declaró a medios locales que las relaciones comerciales con el Gobierno cubano son "muy dinámicas".
Explicó que en la actualidad existen proyectos para ampliar la colaboración en la industria química, apoyar la modernización de la industria ligera nacional y la siderúrgica, y en las áreas del transporte marítimo y la agricultura.
Moscú es el cuarto socio comercial de La Habana por detrás de China, Venezuela y España, y está presente en la Isla en el transporte terrestre, principalmente el ferroviario, la aviación civil y la energía.
En los últimos años ambos gobiernos han dado pasos para recuperar la estrecha cooperación que mantenían antes de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en 1991.
Además de fortalecer la cooperación económica (hace tres años Rusia condonó el 90% de la deuda contraída por La Habana), ambos gobiernos se apoyan mutuamente en el terreno político.
El intercambio comercial entre Moscú y La Habana ascendió a 222,1 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2017, en un incremento del 52,3% respecto al mismo período en 2016, según datos del Sistema Federal de Aduanas difundidos esta semana.
Incluso, Moscú ha suplido el déficit de petróleo en la Isla, tras la crisis en Venezuela. En mayo, y tras muchos años sin hacerlo, el Gobierno ruso envío de 250.000 toneladas de petróleo y diésel a La Habana.