El instituto ruso Bering-Bellingshausen para las Américas (IBBA), con sede en Montevideo, propuso a la fábrica rusa de diamantes de Smolensk que regale al Gobierno cubano un diamante para el Capitolio de La Habana, informa Sputnik News.
"Para conmemorar la historia conjunta entre Rusia y Cuba hemos sugerido a la fábrica de Smolensk regalar a La Habana un diamante para que esté en el Capitolio; se llamará 'El Fiel' para subrayar el hecho de que somos fieles a la historia conjunta de sacrificios, desafíos, éxitos, y a veces de fracasos y tragedias, de todo lo que haya pasado en la relación ruso-cubana", dijo Sergey Brilev, presidente del IBBA.
El directivo habló, además, del "primer amanecer" de las relaciones entre Moscú y La Habana y de "aquella amistad ruso cubana en los años 60 y 70".
Sobre esta relación dijo que "fue bastante tumultuosa pero también legendaria y por eso queremos conmemorarla con el diamante 'El Fiel' que realizará la fábrica de Smolensk bajo el auspicio del IBBA a La Habana".
Brilev agregó que en el Capitolio de La Habana "hay un gran diamante que perteneció al último zar ruso, Nicolás II, y que tiene una historia muy especial porque aparecía y desaparecía".
La historia del diamante del Capitolio se remonta a las primeras décadas del siglo XX e incluye a varios presidentes republicanos. Sobre esta pieza se han tejido varios misterios, desde sus orígenes hasta su robo en 1946 y su aparición poco tiempo después.
Actualmente la emblemática edificación habanera está en reparación. Moscú se está encargando de la restauración de la capa de oro de la cúpula del inmueble.
En un artículo del pasado 17 de octubre, el diario oficial Granma informaba sobre las reparaciones del Capitolio y señalaba que "en la rotonda del Salón de los Pasos Perdidos, en la segunda planta del edificio, se conserva con cuidado el espacio donde se restituirá el diamante de 25 quilates, que marcó simbólicamente el kilómetro cero de la red de carreteras nacionales".
Según la prensa oficial, la piedra preciosa se encuentra actualmente en el Banco Nacional de Cuba y regresará a su lugar cuando terminen las reparaciones.
No está claro dónde se colocaría el diamante que regalarían los rusos, si la otra piedra es restituida desde el Banco Nacional a su sitio donde debe marcar el kilómetro cero.
Abierto en 1929, de estilo neoclásico, el Capitolio fue hasta la llegada de Castro en 1959 la sede del Congreso bipartidista de la época y, como tal, un símbolo del viejo orden para las nuevas autoridades.
En las últimas décadas el Capitolio estuvo ocupado por Academia de Ciencias y luego por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
En noviembre de 2016 la Asamblea Nacional del Poder Popular comenzó a mudarse hacia el ala norte del edificio.