"Ustedes creen que si Trump cierra la embajada podría reactivar la [política] 'pies secos/pies mojados'", preguntó Alejandro a varios clientes que esperaban por sus servicios en su barbería privada en Arroyo Naranjo.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, dijo la semana pasada que Washington tiene "bajo evaluación" la posibilidad de cerrar su embajada en La Habana, tras la serie de supuestos "ataques acústicos" que han afectado a una veintena de sus diplomáticos en la Isla.
Aunque no existe ningún indicio de que la Administración de Donald Trump piense reactivar la política "pies secos/pies mojados", eliminada por su antecesor, Barack Obama, los comentarios de Tillerson y las críticas del propio Trump al Gobierno cubano en la ONU han hecho que algunos habaneros especulen sobre una eventual vuelta de las facilidades para los cubanos que emigran ilegalmente a Estados Unidos.
Esta expectativa infundada tiene sobre todo que ver con la desesperanza de muchos cubanos, que no ven posibilidad de construir un futuro en la Isla y que, con la decisión de Obama, vieron frustradas las aspiraciones de emigrar a Estados Unidos. La situación se agrava con los graves daños que dejó el huracán Irma en buena parte del país.
"Quitar la 'pies secos/pies mojados' creó una crisis para muchos cubanos. Sin embargo, la gente sigue tirándose al mar o yéndose a terceros países para intentar llegar al 'Yuma', a pesar de la prohibición. Sería esperanzador que volvieran a activar esa ley", opinó Alejandro.
"Mucha gente está a la expectativa de si Trump cierra la embajada, y no precisamente porque le interese la política, sino porque creen que le abriría las puertas a muchos cubanos que se quedaron a mitad de camino tratando de llegar a Estados Unidos", dijo Esther María Lozano, trabajadora de una Tienda Recaudadora de Divisas (TRD).
"Mi hermana, su esposo y mi sobrino se quedaron varados en México cuando en enero Obama decidió derogar la política 'pies secos/pies mojados'. Ellos me llamaron emocionados diciendo que estaban esperanzados y que siguiera las noticias por La Antena a ver en qué pasa".
Cuando Obama derogó la llamada política "pies secos/pies mojados", el 12 de enero de 2017, no pocos cubanos, dentro y fuera de la Isla, lo consideraron "una traición".
Después de que Obama y Raúl (Castro) "se aliaron" y reanudaron las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana "tuvimos la esperanza de comenzar una mejor vida, pero nada cambió, todo quedó igual o peor", dijo Maximiliano Proenza, jubilado de 80 años, en un debate suscitado en la cola de un mercado en la avenida Ayestarán, en el Cerro. "Miren sino la crisis que crearon en Panamá, en México y otros países, con la prohibición de la 'pies secos/pies mojados'".
Emigrar, el primer objetivo de vida para los cubanos
En junio de este año, el presidente Trump anunció un freno a la política de acercamiento a La Habana de su antecesor. El martes de la semana pasada, en la ONU, el mandatario estadounidense sostuvo que no se levantarán "las sanciones al Gobierno cubano hasta que haga reformas fundamentales".
"Esperemos que Trump incluya también que se reactiven los permisos para los médicos que abandonan sus misiones para brincar hacia Estados Unidos", comentó Alain Castellanos, chofer de la Cooperativa 2 de transporte.
Castellanos contó que su esposa, licenciada en Logopedia, cumplía misión en Venezuela y "decidió abandonarla para llegar a Estados Unidos, pero la sorprendió la derogación de la 'pies secos/pies mojados' en Colombia".
"Emigrar es el primer objetivo de vida del cubano y es mentira que solo emigren quienes tienen problemas con el Gobierno. Hoy emigran los profesionales de la salud y la ciencia, deportistas de alto rendimiento, militares de rango, y hasta personas con más de 50 años de edad, que saben que sus oportunidades de empleo en el extranjero son pocas", argumentó.
Entre las decisiones de Obama, anunciada tras negociaciones con La Habana, también estuvo la derogación del programa de refugio para los profesionales de la salud que escapan de misiones en terceros países.
"Sabemos que la culpa no solo fue de Obama, sino que nuestro Gobierno también fue responsable", afirma Sarah Dalia Fumero, artesana independiente que tiene dos familiares médicos que cumplen misión en Brasil y "no han abandonado la idea de cruzar hacia Estados Unidos".
"Pero el punto es que del Gobierno nuestro esperamos cualquier cosa y sabemos que solo hace promesas; sin embargo, Obama faltó a sus propias palabras. En Trump se deposita ahora la expectativa, pero que las cosas se hagan sin extremismos, que prime la mesura".
Tanto Sarah Dalia como su novio Raúl Marín, también artesano independiente, creen que Washington debería "valorar las partes humanas" de la política "pies secos/pies mojados".
"El foco tiene que ser sobre el pueblo cubano, no en el beneficio político o económico de los gobiernos", sugiere Marín.