La prensa oficial solo reveló la existencia de seis lesionados en Caibarién tras el paso del huracán Irma, sin reportar al menos tres heridos más a causa de un derrumbe parcial ocurrido en el consejo popular Centro-Victoria, de Sagua la Grande.
Los vecinos de una ciudadela ―corredor de viviendas precarias con una salida común a la calle― sufrieron contusiones que obligaron al socorro de bomberos y voluntarios de la Cruz Roja en el momento más peligroso de la tormenta.
Desde este domingo circularon rumores, además, sobre la desaparición de seis personas que burlaron la evacuación forzosa de Isabela y Uvero, conducida el 8 de septiembre por brigadas especiales del Ministerio del Interior.
El rumor fue desmentido implícitamente por Julio Lima Corzo, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y máxima autoridad del Consejo de Defensa Provincial, en declaraciones a los medios locales realizadas en Sagua la Grande, durante la visita que efectuó este domingo en compañía del general Quintas Solá, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
La oportuna evacuación favoreció que no se reportara oficialmente ningún fallecido en Villa Clara después del huracán Irma, aunque sí ha habido al menos diez víctimas mortales en el país, la mayoría de ellas en La Habana.
La ciudad de Sagua la Grande, declarada Monumento Nacional en 2011, recibió algunos daños en su patrimonio edificado, sobre todo en construcciones (desatendidas por décadas) que ya amenazaban con desplomarse. Estas afectaciones complican la tímida estrategia de rehabilitación que se emprende para promover a la urbe como destino turístico.
El retorno de los evacuados en el puerto de Isabela de Sagua ha sido retardado por efectivos policiales que impiden el tránsito por la única carretera de acceso. Según fuentes oficiosas, la magnitud de los derrumbes obliga a un regreso gradual y supervisado para evitar saqueos. Este argumento no ha sido corroborado por ninguna fuente oficial.
Además del arrasamiento sufrido por Isabela, propietarios de viviendas en Uvero, estación de veraneo situada al este de Sagua la Grande, han referido la destrucción casi total del poblado, construido en su mayor parte sobre el mar.
"A Uvero querían borrarlo y la naturaleza les hizo el favor", comentó una visitante frecuente, en alusión a las limitaciones establecidas para la construcción y la rehabilitación de edificaciones en algunas localidades costeras del país.
Las autoridades han justificado estas medidas con el pronosticado aumento del nivel del mar. Los pobladores, sin embargo, argumentan que no se aplican disposiciones semejantes a las infraestructuras usadas por el turismo.