La Habana fue el Gobierno de América Latina que más redujo sus importaciones de acero (-49%) de China en el primer semestre de 2017, seguido por Venezuela (-44%) y Paraguay (-14%), reporta EFE.
Latinoamérica recibió un 11% más de acero desde China entre enero y julio de este año, respecto del mismo período de 2016, informó este viernes la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
Con esta cifra, la región alcanzó en dichos meses una participación del 9,8% en las exportaciones chinas de acero, en comparación con el 6,2% que registraba el año anterior.
De acuerdo a las cifras, Latinoamérica es el tercer destino preferido por China, después de Corea del Sur (16%) y Vietnam (10%).
Los primeros siete meses del año, la región compró 4,6 millones de toneladas de acero, de los 46,3 millones de toneladas que China exportó al mundo, que representan un 30% menos de las ventas del año anterior.
Según el desglose del informe de Alacero, 4,1 millones de toneladas correspondieron a aceros laminados y 494.000 a aceros derivados.
Los principales destinos latinoamericanos para el acero chino en estos meses fueron Centroamérica (20% del total de la región), Chile (18%) y Perú (14%).
Brasil, en tanto, fue el país que más aumentó las importaciones de este producto, con un alza del 78% del total regional, equivalente a 16,7 millones de toneladas.
En el panorama de aumento de importaciones de acero chino en la región, La Habana fue una de las contadas excepciones que no se sumó al alza regional.
China desplazó en 2016 a Venezuela como el mayor socio comercial del Gobierno cubano.
Durante el año pasado, el Gobierno cubano importó de China mercancías valoradas en 2.328 millones de dólares, mientras que exportó el equivalente a 257 millones de dólares, una tendencia deficitaria que también se expresa en el comercio con Venezuela, donde compró bienes por más de 1.582 millones y envió mercancías por unos 642 millones de dólares.
Los datos de 2016 reflejan que la balanza comercial de Cuba alcanzó los 12.600 millones de dólares, una caída del 16% frente a los 15.000 millones en 2015.
La profundización de los lazos comerciales entre Pekín y La Habana se da en momentos en que Estados Unidos frenó parte de la distensión en sus relaciones con el Gobierno comunista de la Isla.
En Cuba son comunes autobuses, camiones y automóviles de China, la segunda mayor economía del mundo que además vende a La Habana en condiciones de créditos blandos.