Back to top
Sociedad

'Jugar en la calle es una prohibición de siempre'

Vecinos de distintos barrios se quejan de encontrarse entre la falta de terrenos deportivos y la llamada a las patrullas policiales.

La Habana

"Los cubanos no somos gente aburrida, cualquier lugar y hora nos sirve para plantar la diversión", afirma Alexis Herrera, vecino de Nuevo Vedado, mientras juega una partida de dominó en los bajos de su edificio.

"No sé bien por qué, pero ahora hay más prohibiciones que años atrás. En mi barriada está prohibido jugar dominó, después de medianoche, en la acera o en el parque. Creímos que era por el tema de la bulla, que no la hacemos, pero el jefe de Sector dijo que simplemente estaba prohibido, sin dar otras explicaciones", añade.

Aunque conscientes de que resulta inapropiado jugar en la vía pública, todos los entrevistados sobre el tema coincidieron también en que las prohibiciones deberían tener en cuenta lugar y circunstancias. Alegan que no todas las comunidades tienen terrenos o espacios propios que puedan ser habilitados para practicar la recreación deportiva.

"En todos los barrios no tenemos condiciones para jugar al pitén, al cuatro esquinas, al fútbol, al voleibol, o al básquet, y las canchas que existen quedan muy lejos", apunta Eric Gutiérrez.

"Lo que hacemos es jugar en las cuadras donde no hay peligro porque no tienen tránsito, pero igual está prohibido y tenemos que andar con cuatro ojos por si aparece una patrulla o el jefe de Sector y te multan. También que los vecinos se ponen un poco impertinentes y exagerados porque les molesta el bullicio", reconoce.

La bulla y las malas palabras son las principales razones que los vecinos afectados denuncian ante las autoridades policiales, alegando además que "la mayoría de estas personas ni siquiera trabajan".

"A cualquier cosa que juegan la acompañan con la gritería y las malas palabras", se queja Juana Castrasana, vecina de Santo Suárez.

"Incluso cuando juegan al dominó, que es un juego callado, arman 'la de Juan Quinquín' y eso molesta un mundo. Si no tienen un lugar mejor en el barrio no es culpa nuestra, eso es responsabilidad del Gobierno, y jugar en la calle es una prohibición de siempre", dice.

Alfredo Iznaga, vecino del Consejo Popular El Canal, recuerda que "en la misma esquina de Armonía y Chaple había un local donde practicabas el ajedrez y además se organizaban campeonatos de dominó".

"Mis hijos no tuvieron ese privilegio de tener, en su propio barrio, un lugarcito para matar el aburrimiento", afirma. "Juegan en la calle, lo mismo al fútbol que a la pelota que montando chivichanas, porque no hay de otra. A mí me parece inadecuado, pero de cuál otra manera se van a entretener"."

"La única solución es prohibir"

Un jefe de Sector del municipio Marianao consultado desmiente que la mayoría "de los individuos que juegan al dominó hasta la madrugada sean desempleados". Sin embargo, no ofrece ningún detalle sobre esta prohibición.

"Las indicaciones del mando superior es prohibir cualquier actividad que dañe la tranquilidad ciudadana. Mi trabajo es cumplir órdenes", dice.

Entre los ciudadanos entrevistados, muchos recuerdan que desde principios de los años 80, en cada cuadra de los barrios aparecieron los carteles de: "Prohibido jugar pelota en la calle. PNR"

"Fueron los tiempos en que también prohibieron andar en short y camisetas en la calle después de las seis de la tarde", asegura Antonio Ponce, vecino de Guanabacoa.

"No me explico cómo los cubanos olvidamos esa época", recuerda. "Todavía hoy y la Policía te para porque vayas por la calle sin camisa. Hubo épocas donde también prohibieron empinar papalotes en la calle porque se enredaban en los cables de corriente o corretear con la chivichana loma abajo porque hacían mucho ruido. Aquí la solución a todo es prohibir".

Casi todos los centros escolares tienen terrenos para la práctica de la recreación y el deporte, pero no todos estos centros permiten, después del horario docente, que sea utilizado por la comunidad con los mismos fines.

"Hemos hecho gestiones para que en las escuelas, después del horario de clases, se pueda permitir el uso de estos espacios, pero sus directivos se niegan", aseguran vecinos del municipio La Lisa.

"Toda gestión es infructuosa. El temor de los directivos es que puedan robar en las escuelas; ni siquiera el compromiso de que por nuestros medios podríamos reparar y mantener el área deportiva logra que las escuelas autoricen su utilización", explica.

Jóvenes residentes de la calle Príncipe, entre Espada y San Francisco, relatan que cada vez que ponen una red en la calle para jugar voleibol "los vecinos aburridos llaman a la patrulla".

"Los policías nos entienden, pero nos dicen que cumplen órdenes. Sabemos que jugar en la calle no está del todo bien, pero dónde hay por aquí un centro deportivo o un área apropiada para esos fines. Optamos entonces por el dominó por las noches e igual nos llaman a la patrulla".

"¿Qué se puede hacer en este país para no aburrirte, pero que no suponga una molestia o prohibiciones absurdas?", cuestionaron.

Archivado en

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.