El general Raúl Castro renovó el viernes el apoyo de su régimen al líder saharaui Brahim Ghali frente a la disputa con Marruecos por la soberanía del Sahara Occidental, reporta AFP.
Castro se reunió con Ghali, jefe del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y "reafirmó que la cuestión del Sahara Occidental requiere un esfuerzo para la aplicación de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas", según una nota divulgada por los medios oficiales de la Isla.
Durante el encuentro en La Habana, el mandatario cubano, de 85 años y quien dejará la presidencia en febrero de 2018, abogó por que "se garantice la autodeterminación del pueblo saharaui y el ejercicio de su legítimo derecho a vivir en paz en su territorio".
Ghali, por su parte, "agradeció el apoyo de Cuba a la justa lucha del pueblo saharaui", añadió el mensaje.
Castro recibió al líder saharaui después de restablecer relaciones con Marruecos el 21 de abril, una semana después de que el rey Mohamed VI visitara la Isla.
Los dos países habían roto nexos en 1980 por la cuestión del Sahara Occidental.
Junto a los gobiernos de Argelia y Sudáfrica, el cubano ha dado un apoyo histórico al el Frente Polisario, que le disputa a Rabat la soberanía del Sahara Occidental (una excolonia española que está en su mayor parte controlada por Marruecos desde 1975).
La Habana y la RASD establecieron relaciones diplomáticas en enero de 1980 y el Gobierno de Raúl Castro mantiene colaboración con el país árabe en áreas como la salud y la educación, con médicos y maestros en los campamentos de refugiados saharauis, además de otorgar becas a jóvenes saharauis para que estudien en suelo cubano.
Un alto el fuego supervisado por una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU (Minurso) entró en vigor en 1991.
El Frente Polisario expresó el 1 de mayo su disposición de iniciar negociaciones con Marruecos sobre la base del derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, una iniciativa que apoyó el Consejo de Seguridad de la ONU.
El Frente reclama un referéndum de autodeterminación, mientras que Rabat propone una autonomía bajo soberanía marroquí.
El Gobierno de Raúl Castro es uno de los pocos que reconoce a la República Arabe Saharaui Democrática, proclamada por el Frente Polisario, por lo que da a Ghali trato de jefe de Estado.