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Sociedad

Un proyecto humanitario intenta aliviar la situación de familias pobres en Baracoa

Sus responsables denuncian que la policía política visita a los beneficiarios para advertirles que dejen de tratar con 'contrarrevolucionarios'.

Guantánamo

El Proyecto Humanitario Juan Pablo ll trabaja en Baracoa, Guantánamo, para intentar aliviar cada mes la situación de discapacitados, enfermos y familias pobres, cuyas condiciones de vida empeoraron tras el paso por el municipio del huracán Matthew en octubre de 2016.

Según su organizador, el activista Francisco Luis Manzanet Ortiz, el proyecto combina con la ayuda la entrega de información que considera útil para los beneficiarios.

"Les llevamos aseo personal, productos alimenticios, y aprovechamos la ocasión para entregarles impresos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, además de DVD con la programación de Televisión Martí para que puedan informarse como es debido, más ahora que el municipio quedó en ruinas y no se sabe cuándo se pueda recuperar", dice Manzanet.

El Proyecto Juan Pablo ll surgió en 2011. Sus creadores han intentado ampliarlo a otras localidades de Guantánamo, "pero los recursos son escasos", explica Manzanet.

No obstante, "desde hace un tiempo el proyecto abarca a niños que por la baja economía de sus familiares no han podido tener un juguete en sus manos. Algunos de ellos viven en una situación de indigencia", comenta.

"El día 11 de febrero, varios activistas fuimos a El Roble, en la zona de El Jamal, donde entregamos a ocho niños juguetes como carritos, juegos didácticos, muñecas, sombrillas y otros, que tenemos que comprar en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) donde los precios son exorbitantes", señala.

Según Manzanet, "el accionar del proyecto ha llamado la atención de la policía política. En ocasiones se aparece en el lugar donde estamos y trata de impedir que los juguetes lleguen a las manos de los niños, así como los alimentos a los necesitados".

"No conformes, van a las casas donde se entregan los donativos y amenazan a quienes reciben estos productos diciéndoles que eso es obra de los contrarrevolucionarios y de la gusanera de Miami", denuncia.

El proyecto, afirma Manzanet, ha recibido ayuda de organizaciones europeas de derechos humanos y de exiliados cubanos en Estados Unidos que han aportado recursos para la compra de los artículos de primera necesidad y los juguetes.

"El resto, que es la compra y entrega de los artículos, es responsabilidad de los cinco activistas que llevamos a cabo esta labor", detalla. "Con este gesto humanitario estamos tratando de llegar más al pueblo y cambiar la imagen que éste tiene de los opositores pacíficos, debido a la campaña mediática del Gobierno en contra nuestra".

A juicio de Manzanet, "se necesitan más proyectos" como el Juan Pablo II, que debe su nombre al fallecido papa polaco que visitó la Isla en 1998. "En estos momentos Baracoa se encuentra en una situación crítica por la devastación que dejó el huracán Matthew".

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