De DIARIO DE CUBA me sorprenden con un email expresando que les "gustaría que [yo] explicara a sus lectores en qué consiste el 'racismo' de [la] caricatura" de Alen Lauzán que publicaron el 22 de febrero. Unos lectores se asombran de que a algunos nos parezca racista la viñeta, otros insultan sin contención a sus detractores. Hay inquietud en la sección de comentarios. ¡Enhorabuena!, me digo, pues inquietarse puede ser un comienzo.
Accedo entonces en responderle a DIARIO DE CUBA, en cuyo mensaje también aseguran que "sabemos que este es un tema delicado" y dicen estar "seguros de que querr[é] dar [mis] razones".
¡Ay!, estimados miembros del equipo de redacción de DIARIO DE CUBA, no han acertado.
Lo que más bien deseo, con la intención de entender la caricatura, el caricaturista y su aclamador público, así como la dirección de esta publicación que requiere aclaraciones, es que a los negros y las negras de Cuba les expliquen las razones de la recurrencia a esta grotesca representación del negro.
Muchos desearíamos comprender por qué se repiten las imágenes ofensivas de los negros cubanos; y, seguramente, quienes han creado, difunden y defienden este tipo de viñetas pueden explicarnos el sentido detrás de ellas. ¿Se supone que es humor? ¿Para quiénes? ¿Creen que por lo común entre cubanos dentro y fuera de la Isla, la mofa de los negros debe ser una práctica aceptable para todos? ¿A quién le sirve? ¿De qué les sirve a sus creadores y al público que lo aplaude?
De veras, me encantaría llegar a comprenderlos.
Por eso, de igual manera que se me acerca DIARIO DE CUBA yo les respondo: con preguntas.
Tal y como parece la redacción de esta publicación asombrada ante el hecho de que puedan ser consideradas racistas esta y otras caricaturas de Alen Lauzán (véase, además de la viñeta de marras, la pieza "bonus track" dentro de la serie "Turismo consecuente"); asimismo yo no consigo entender que se me demande justificar mi opinión sobre estas imágenes. ¿Será porque no me río con una bochornosa representación de dos hombres negros? ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Les sorprende acaso la disensión y la no participación en el bullicioso coro?
Despierta finalmente mi curiosidad la categorización de "tema sensible" que se hace del problema, el tema, la situación o como quieran llamarle a lo que no son más que el racismo y los prejuicios raciales imperantes en las relaciones sociales entre cubanos. Si es sensible, ¿en qué medida lo es? ¿a quiénes afecta?
No traigo explicaciones para la redacción de DIARIO DE CUBA, pero sí un convencimiento. El problema del racismo no son los negros y las negras. El problema es de quienes, cualquiera que sea el color con que se identifiquen o sean identificados, ofrecen y celebran representaciones peyorativas del negro, solo por ser negro.
De antemano, agradezco las explicaciones que tal vez sin insultos ni "mítines de repudio", tengan a bien darnos.