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Sociedad

Los Reyes Magos vienen 'de afuera'

Una de las principales jugueterías de La Habana permanece cerrada. Ante los precios y la escasa oferta, muchos padres recurren a familiares en el exterior.

La Habana

Desde que en Cuba empezamos a retomar las tradiciones que se habían abandonado por obra y gracia revolucionaria, los primeros días de enero se han convertido en una maratón de padres que se angustian por conseguir regalos para que sus hijos encuentren el Día de Reyes bajo el arbolito de Navidad.

Luego de una semana recorriendo tiendas, contando quilos y haciendo colas, los padres quedan exhaustos y las jugueterías desoladas. Como en otros años, muchos han recurrido a los familiares en el exterior o a quienes venden en la calle juguetes traídos "de afuera".

En medio de la carrera con conseguir un regalo "pagable", la juguetería más popular de La Habana, la Arcoiris de Obispo, se encuentra cerrada. En un papel impreso pegado en la vidriera se explica que están en inventario desde el 1 de enero.

"Tremendo momento que escogieron para el inventario", se queja una mujer que lleva a su hijo en brazos.

Los clientes potenciales se paran ante la cinta que restringe el paso y miran hacia adentro como si no lo pudieran creer.

"Eso del inventario fue lo que se les ocurrió para tapar el desabastecimiento que tienen", comenta un padre suspicaz. "Quedan mejor si dicen eso que si abren con la tienda casi vacía".

Uno que otro niño se atreve a cruzar la cinta para ver mejor la vidriera, pero es inútil: está vacía. Solo hay en ella el inmenso peluche de la pantera rosa que vemos todos los años y que amenaza con quedarse allí para siempre.

La juguetería de la tienda Carlos III ha estado estos días llena de padres que tratan de complacer a sus hijos, pero gastando una cantidad razonable para sus bolsillos.

"La verdad es que han sacado juguetes con precios más económicos este año. No hay mucha variedad, pero por lo menos pude conseguir algo", opina Maydolis.

Algunos padres se quejan de que hay más juguetes para varones que para hembras, de que los de las niñas son más caros, e incluso del ambiente sofocante de la tienda, dentro de la que apenas se puede respirar, aunque las trabajadoras aseguran que el aire acondicionado funciona.

A pesar de la sofocación, la cola en la caja se mantiene constante. Los juguetes más buscados son los carritos para los niños y las muñecas para las niñas. En Carlos III, las muñecas tipo Barbie son casi la única opción disponible.

"Pero cuestan menos de 10 dólares", argumenta a favor una mujer frente al estante que las exhibe. "Otras veces son lo único que hay y encima cuestan casi el doble de este precio".

También por menos de 10 CUC se pueden comprar allí dos muñequitas que representan a las princesas de la película infantil Frozen.

"Los vestidos no tienen muy buena factura, la verdad", observa una abuela. "Pero las que tienen mejor acabado cuestan más de 20 CUC y yo no las puedo pagar".

Casi frente a la juguetería, dentro del mismo centro comercial, una vendedora informal muestra su mercancía. "Todos los juguetes hacen algo", dice a los que se acercan. "Son de baterías triple A, todos traídos de Estados Unidos. Si te interesa, cómprame ahora porque no puedo estar aquí mucho tiempo".

Su oferta se compone principalmente de muñecas. "Esta baila como Shakira", dice mientras muestra la más grande. El precio más bajo es de 50 CUC.

"Lo dice como si fueran 50 centavos, con la misma tranquilidad", comenta una muchacha que lleva a su bebé en un coche y mira recelosa la mercancía. "Como si cualquiera tuviera un billete de 50 en el bolsillo".

Una señora que reparte paquetes provenientes de Estados Unidos asegura: "La mayoría de los paquetes que entregué este fin de año no fueron regalos de Navidad, sino de Reyes".

A la hora de contabilizar con sus clientes la entrega le pedían que esperara. "Todo el mundo me decía que no los abriera delante de los niños, para no echar a perder la sorpresa", añade.

Los juguetes enviados son de todo tipo, desde simples rompecabezas hasta muñecas con baterías y carritos de control remoto.

"La verdad es que por los niños la gente se esmera", dice la señora. "Han mandado bellezas, juguetes que se ve que son carísimos".

La opción de recurrir a los familiares en el extranjero para poder regalarle a los niños es una de las más socorridas.

Los hijos de Mariam recibirán juguetes de su padre, que vive en Miami. Otros niños de la familia tendrán regalos que vienen de México, Ecuador y Europa.

Yelina, madre de dos niñas, contó con su madrina para este 6 de enero.

"Yo nunca le pido nada, pero cuando vi que este año no iba a poder comprarle nada a las niñas, le pedí que les comprara algo", comenta. "No me gusta que pase el día y los amiguitos en la escuela alardeen de sus juguetes y ellas no tengan nada que decir".

La presión que ejerce el hecho de que otros niños reciban regalos y comenten entre ellos hace que los padres corran y gasten más dinero del que realmente pueden invertir. Algunos han ahorrado el año entero para que sus hijos "no se queden atrás".

"Pero hay gente que no tiene familia fuera o no puede ahorrar", lamenta Maritza. "Esos, que son un montón, se tienen que conformar con un juguete de esos que venden en La Cuevita, de contenedor plástico fundido. Aunque este año hasta esos están escasos".

Por último, hay padres que optan por salirse de la presión social y no compran juguetes a sus hijos el día de Reyes.

"Mi hijo hace rato que sabe que los Reyes soy yo", dice Mary, madre soltera. "Yo no se lo dije, él mismo llegó a la conclusión".

"Pero eso me trajo tremendo alivio. Ahora ahorro para su cumpleaños y lo saco a pasear o le hago una fiestecita con sus amiguitos. Y él está de acuerdo con eso, porque entiende el sacrificio que tengo que hacer para complacerlo y no se acompleja en Reyes cuando le regalan a sus amiguitos y a él no", asegura.

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