Diez cocodrilos bebés llegaron el lunes a Cuba procedentes de un zoológico de Suecia. Son descendientes de una pareja nacida en la Isla que Fidel Castro regaló a un cosmonauta soviético en la década de los setenta.
Los cocodrilos cubanos están en peligro de extinción por la pérdida de hábitat, la caza furtiva y el entrecruzamiento con el cocodrilo americano.
"Hay muy pocos de ellos que se mantienen, tal vez 100, y ahora tienen 10 más", dijo Jonas Wahlstrom, un empleado del zoológico en Suecia que acompañó a los reptiles en un vuelo a La Habana, informa Reuters.
"Son las especies de cocodrilos más bellos y raros, y también más agresivos", agregó.
Wahlstrom habló al aterrizar en la Isla y aún no había visto a los animales, todos de 20 meses y de alrededor de un metro de largo, que viajaron en el compartimento de carga.
"Por alguna razón, la (aerolínea) KLM no quería cocodrilos en la sección de pasajeros", bromeó Wahlstrom.
Fidel Castro regaló la pareja de cocodrilos, poco después de que nacieron, en 1974, al cosmonauta soviético Vladimir Shatalov, como muestra de amistad.
Shatalov se los llevó a la antigua Unión Soviética y poco después los entregó a un zoológico de Moscú, que no tenía las condiciones adecuadas. En 1981 fueron donados al zoológico de Skansen, en Estocolmo, Suecia.
La esposa Shatalov "no quería compartir un apartamento con dos cocodrilos en crecimiento", dijo Wahlstrom.
Estos reptiles cubanos generalmente crecen entre 2,5 y 2,8 metros de largo. Wahlstrom, quien ha cuidado de ellos desde 1984, los nombró en la década de los noventa Hillary y Castro.
Los cocodrilos cubanos viven generalmente hasta los 80 años y se reproducen toda su vida, dijo. Los 10 descendientes de Hillary y Castro llegados a Cuba no debería tener problemas para adaptarse a la naturaleza, apuntó.
Las crías de cocodrilo cubano, que son aún demasiado jóvenes para determinar su sexo, deberán pasar por una cuarentena en La Habana.
Wahlstrom dijo que prevé que se den a conocer durante su estancia de una semana en Isla, y que espera poder verlos regresar a la ciénaga de Zapata.
"Ese es mi sueño", afirmó.