En anterior artículo abordé tres desaciertos muy importantes de Gorbachov en la URSS respecto a la autogestión económica-social y el trato a la oposición y a los conservadores neoestalinistas en el gobierno-partido, que dieron al traste con la perestroika. Hubo otros, desde luego.
Ya había precisado que a pesar de las grandes distancias y diferencias entre la ex URSS y Cuba, Gorbachov y Raúl Castro, y la perestroika y la "actualización", estos fenómenos se están manifestando con sus propias características en la situación actual cubana.
Ya se hace evidente: si no se rectifica la forma en que Raúl Castro y la "actualización" están enfrentando esos mismos fenómenos, en Cuba podría ocurrir algo parecido a lo acontecido entonces en la URSS en caso de presentarse, o provocarse, un vacío de poder.
En este artículo pretendo sintetizar cómo esos errores se manifiestan en Cuba, y presentar sugerencias básicas sobre lo que habría que hacer para rectificarlos y profundizar el proceso de renovación hasta hacerlo irreversible, bajo cualquier circunstancia.
Que los promotores de la "actualización" lo entiendan o estén dispuestos o no a hacer lo necesario, es otro asunto.
Refresco los tres errores de Gorbachov a los que me refiero: 1- no desarrolló ampliamente las formas autogestionarias de producción y mantuvo muchos frenos estatales a las mismas; 2- no buscó la alianza con las clases medias y las fuerzas democráticas; y 3- no enfrentó ni derrotó a las fuerzas conservadoras del neoestalinismo en el PCUS que, a la postre, le dieron el golpe de Estado.
Veamos cómo aprecio estos fenómenos en la Cuba de hoy.
1-La "actualización" no rebasa los marcos del tradicional capitalismo monopolista estatal que ha pretendido esconderse detrás del llamado "socialismo de Estado", sustentado en las concepciones neoestalinistas sobre la centralización estatal de la propiedad explotada en forma asalariada, la apropiación y las decisiones de todo tipo.
Por ello no se han propuesto los alcances socialistas de la perestroika, pero contemplan líneas de acción, como el desarrollo del cooperativismo y el cuentapropismo, que bien encaminadas y desprovistas de todas las actuales trabas burocráticas, podrían provocar significativas transformaciones en las relaciones de producción estatales asalariadas hacia las de tipo autogestionarias, a pesar de no contemplar siquiera una ley claramente encaminada a la autogestión empresarial bajo control de los trabajadores.
Los encargados de la "actualización", aunque hablan de autonomía empresarial y de vincular el pago de salarios a los resultados de la producción, se quedan muy lejos de una verdadera participación de los trabajadores en la dirección, la gestión y la repartición de utilidades y, desde luego, huyen del vocablo autogestión, estigmatizado por Fidel Castro y el Ernesto Guevara (con matices distintos), algo que señalo con todo respeto hacia el pensamiento diferente.
Sin esa participación directa de la gran mayoría de los trabajadores en las empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, sean privadas, cooperativas o públicas, la actualización difícilmente puede encontrar amplio apoyo entre los trabajadores sin el cual no es posible garantizar su éxito.
En 2007 unos pocos hablábamos de que urgía avanzar a la autogestión empresarial en las entidades estatales, ya hoy es casi un reclamo unánime de la izquierda democrática cubana.
Esta es la limitación principal en lo económico, de consecuencias políticas, de la "actualización", la cual no logra desprenderse del esquema estatalista asalariado y las empresas de propiedad estatal como eje de la economía "socialista".
2- Raúl Castro liberó a los 75 de la llamada primavera negra de 2003 y más recientemente a otro grupo de 53 prisioneros a tenor con las conversaciones entre Cuba y EEUU para normalizar sus relaciones.
Pero no ha sido capaz de alentar una política de consenso nacional en la diversidad, como en algún momento esbozó en un discurso, ni tan siquiera ha intentado aliarse a la izquierda democrática, que demanda la profundización de la socialización y democratización de la economía y la política, la que ha sido tratada ocasionalmente como "contrarrevolucionaria":
Y si bien ha disminuido, no ha eliminado la represión sobre la oposición ni ha sido pretendido establecer el necesario diálogo directo necesario con los grupos demócratas y defensores de los derechos humanos.
Por otro lado, la continuación de los bajos salarios estatales y las limitaciones al cuentapropismo al cooperativismo y a las formas "no estatales" en el campo y la ciudad, unidas al mantenimiento de los monopolios del comercio interior y exterior y la continuación de las restricciones a la libertad de expresión y asociación, no permiten forjar una amplia alianza del Gobierno con los trabajadores y las clases medias en fortalecimiento.
Una transición del modelo estatalista al verdadero socialismo, precisaría de un estímulo a la creación de un consenso nacional de apoyo a la gestión gubernamental, incluidas todas esas fuerzas, aunque tengan discrepancias e incluso con programas diferentes.
Este amplio apoyo sería el valladar principal contra cualquier intento de regreso al pasado.
La reanudación de los lazos con EEUU solo puede ser asimilada desde un entendimiento nacional entre las fuerzas más democráticas y progresistas dentro y fuera del Partido Comunista, dentro y fuera del país y desde la profundización de las políticas encaminadas al empoderamiento económico y político de los trabajadores, los ciudadanos todos y las comunidades.
3- En Cuba, tampoco en la antigua URSS, hubo una profunda renovación democrática del Partido Comunista, que mantuvo el dogmático esquema del centralismo democrático imprescindible a los dirigentes de alto nivel para mantener el control sobre el partido. Ni acá ni allá, por ausencia de esa democratización, se realizó una amplia renovación de los cuadros que garantice la renovación del añejo modelo político y económico.
Eso fue lo que impidió a Gorbachov sacarse a los conservadores de dentro, quienes a la larga provocaron su caída.
En Cuba, los conservadores siguen en la dirección del Partido. En los años posteriores a 1989 se desarrolló una depuración silenciosa contra los partidarios de la renovación que se acentuó luego del IV Congreso del PCC, donde muchos "perestroikos" fueron trasladados de posiciones en el Partido y el Gobierno, enviados a "cumplir otras tareas".
La figura histórica de Fidel Castro está oficialmente fuera de la dirección, pero su influencia está presente y es constantemente recordada por el aparato de propaganda del PCC que domina todos los medios.
Es evidente que la retranca fundamental a la "actualización" proviene de las propias filas de la dirección partidista y sus controles sobre los medios de difusión, el Poder Popular y otras instituciones y organizaciones de masa.
Por las razones que sean, las cuales desconozco, Raúl Castro no ha podido o no ha querido deshacerse de cuadros que mantienen la vieja mentalidad, pero por encima de todo está la falta de democratización del Partido, con sus designaciones desde arriba y sus controles sobre los procesos electorales internos
De tales circunstancias podría provenir, en mi opinión, el peligro mayor para los pasos que ha venido dando el gobierno de Castro y su eventual ampliación o profundización.
La ausencia de un consenso amplio que respalde una verdadera renovación del modelo actual, donde encuentren espacios todas las fuerzas democratizadoras y socializantes de la política y la economía puede favorecer a las fuerzas más oscuras.
Con el fracaso de la actualización, esas fuerzas —que juegan a la "intransigencia antiimperialista" a ultranza para en definitiva no cambiar nada de lo que debe ser cambiado—, pueden sentirse estimuladas para hacer fracasar también el proceso de "normalización" de relaciones con EEUU, todo lo cual pudiera abrir espacio a situaciones parecidas a las que llevaron al golpe contra Gorbachov y a la eventualidad del restablecimiento del capitalismo privado en su forma más descarnada.
¿Cómo podría evitarse el fracaso del proceso de renovación iniciado por Raúl, y en cambio ampliarlo y profundizarlo, garantizar un amplio apoyo a sus "reformas" y evitar cualquier intentona de los conservadores en el Partido y el Gobierno de darle marcha atrás, con la eventual agravación de las contradicciones que puedan llevar a un viraje total?
1-Liberando completamente las ataduras al cuentapropismo y al cooperativismo y fomentando la participación directa de los trabajadores en la propiedad, la dirección, la gestión y las ganancias en las empresas estatales, en fin potenciando la autogestión social de la economía.
2-Promoviendo un diálogo nacional con todas las fuerzas de izquierda y con las pacíficas opositoras que permita la creación de un amplio frente democrático que empuje a favor de la profundización de la socialización y democratización de la economía y la política, de la concreción del difícil proceso de normalización de relaciones con EEUU y preserve esos procesos de eventuales intentonas golpistas militares o institucionales de las fuerzas oscuras del neoestalinismo.
3-Democratizando el Partido de manera que a todas sus instancias se pueda realizar una renovación de sus cuadros para dejar en el camino a las fuerzas que se oponen a la profundización y ampliación de la "actualización" en el orden interno y externo.