En el parque central de la Villa de La Asunción de Guanabacoa, una tarja colocada por la Comisión Nacional de Monumentos declara a la parte antigua del municipio como Monumento Nacional.
La realidad dista mucho de lo que anuncia esta tarja. El patrimonio arquitectónico de este pueblo, es uno de los peor conservados en el país. En su mayoría está necesitado de una restauración urgente y profunda.
Un recorrido por las calles enmarcadas dentro del llamado Casco Histórico del poblado, deja como resultado una sensación de incertidumbre y tristeza.
En 2009, los jóvenes realizadores audiovisuales Hansel Leyva y Christian E. Torres, ambos vecinos de esta villa, realizaron un documental titulado Hogar, dulce hogar. En el reflejaron la triste realidad de una de las más añejas poblaciones cubanas, centrándose en el estado de decrepitud de una de las edificaciones más antiguas y valiosas del poblado, la llamada "Casa de las Cadenas".
Según la tradición oral, documentada por Elpidio de la Guardia en su Historia de Guanabacoa: "fueron resguardadas en ese lugar las imágenes religiosas de la aledaña Parroquial Mayor, durante un fuerte temporal que destruyó al pueblo" en 1730. También se oficiaron allí las misas durante ese periodo. Como compensación, el dueño de la casa fue acreditado por el Rey Felipe V de España, para conceder derecho de asilo a fugitivos de la justicia.
Solamente otras dos edificaciones en todo el Imperio Español tuvieron esta prerrogativa.
La Casa de Las Cadenas se ha sostenido en pie por más de 270 años. Sin embargo, el grado de deterioro en que se encuentra es avanzado. Los techos de madera y tejas del segundo nivel han ido colapsando por el accionar del clima y el abandono. Las raíces de arbustos y tunas atraviesan las paredes interiores a la intemperie. Las paredes exteriores están agrietadas. Varias familias residen todavía en la planta baja del inmueble.
Hace algún tiempo, las autoridades del Gobierno y Cultura municipal de Guanabacoa develaron una tarja en la casa natal de Ignacio Villa "Bola de Nieve". El gesto oficial, estuvo aderezado por discursos para la ocasión y la presencia de la televisora local Canal Habana, que dio cobertura al evento. La tarja conmemoraba el centenario del natalicio de este notable músico cubano. La pared del portal donde la colocaron ni siquiera fue reparada o pintada.
Apenas unos días después, el techo de la sala y el recibidor de la vivienda, se vinieron abajo, junto a un tramo del de uno de los dormitorios. Los inquilinos buscaron herramientas, arrancaron la tarja y se la entregaron a la dirección del Museo Municipal. "Para qué sirve una tarja conmemorativa, si la casa se está cayendo", dijeron los ocupantes. Poco después parte de estos fueron evacuados hacia otra vivienda cercana, en espera de solución para el problema creado. En estos momentos la casa natal del célebre Bola de Nieve continúa deteriorándose.
Durante estos años, se han derrumbado y han sido desaparecidas, a golpe de mandarria y buldócer, las residencias de descanso de los Condes de Jaruco y de Barreto, respectivamente. La casa natal de Ernesto Lecuona fue demolida hace décadas para convertir el terreno que ocupaba en un parqueo.
La residencia Urzáis, una de las más grandes y hermosas edificaciones de la zona, aledaña a lo que desde 1962 es el Anfiteatro de Guanabacoa, fue abandonada a su suerte. Hasta inicios de la década de los ochenta, se ubicó allí un policlínico. Las autoridades de Salud Pública evacuaron el inmueble cuando no pudieron repararlo. A finales de la crítica década de los 90, solo quedaban en pie algunas paredes y además campeaban la maleza y la basura.
Otros sitios importantes como los otrora teatro Fausto y Casino Español "La Viña" permanecen malamente en pie. El teatro acoge en su antiguo recibidor a una peña de dominó. El resto del recinto ha sido almacén para acopio de productos agrícolas y refugio de familias. "La Viña" es un centro gastronómico. Esta era una edificación de dos pisos que fue derrumbándose, quedando las paredes exteriores.
La llamada Fuente del Obispo, y los Baños de Santa Rita, están abandonados e invadidos por los matorrales y los desechos.
La hermosa Casa de Las Figuras, hoy sede de la funeraria municipal, se derrumbó. Fue sustituida por una edificación moderna. La misma suerte corrió el Hospital de Caridad, reconstruido con otro diseño y actualmente sede de un policlínico.
Los manantiales La Cotorra funcionaron bajo gestión estatal hasta inicios de 1992. Después, como consecuencia de la crisis, decayeron hasta llegar al calamitoso estado en que se encuentran hoy día. Hace un par de años, el parque aledaño a las instalaciones administrativas fue medianamente restaurado.
Las tradicionales casas construidas con madera, con una presencia arquitectónica notable en Guanabacoa, han ido desapareciendo como consecuencia de la falta de recursos y mantenimiento.
En estos momentos resulta difícil reconocer, como un todo conservado, el denominado centro histórico de Guanabacoa. Esta situación, contrasta con la de otros centros similares en otros lugares del país como Cienfuegos, Trinidad y Camagüey.
Cada día un portón antiguo desaparece, una reja del periodo colonial es desmontada por el derrumbe. Un caserón vetusto en ruinas es convertido en una cuartería conformada por casas de ladrillos y placa.
Guanabacoa se está muriendo, la memoria histórica que representa su capital inmobiliario se está viniendo abajo inexorablemente.