Marcopolo, el fabricante brasileño de autobuses, está interesado en utilizar "mano de obra cubana" en el futuro Puerto del Mariel, debido a la "experiencia en las líneas de ensamblaje" y sus "conocimientos técnicos".
Yanni Solano, agregado comercial de Cuba en Panamá, dijo a una publicación de ese país que la "zona libre" de Mariel "estará abierta a todos los países, incluso a Estados Unidos, pero Cuba está interesada en los mercados de América Latina y Europa".
El diplomático añadió que la ampliación del Canal de Panamá ayudará al tráfico hacia Mariel.
"Panamá y Cuba siempre han sido amigos y, recientemente, firmaron un Acuerdo de Alcance Parcial (AAP) para promover el comercio. Queremos negociar con todo el mundo, siempre y cuando no interfieran en nuestros asuntos internos", señaló Solano.
Segú El Boletín, la Isla "se prepara para convertirse en un jugador importante en el mercado de comercio internacional, invirtiendo $900 millones en la renovación del Puerto de Mariel y la creación de una Zona Especial de Desarrollo (zona franca), cerca de la terminal".
Solano dijo que se decidió actualizar las instalaciones de Mariel porque "el potencial de crecimiento del Canal de Panamá es limitado y no puede satisfacer todas las necesidades de la navegación comercial", además de que es una "buena oportunidad" para la Isla.
Las obras de renovación están a cargo de la constructora brasileña Odebrecht, y se espera que los primeros 700 metros del puerto estén terminados en diciembre.
La terminal tendrá una capacidad de almacenaje de entre 800.000 y un millón de contenedores y será operada por la Autoridad Portuaria de Singapur, PSA International.
El mega-puerto será capaz de recibir buques Post Panamax, que actualmente no pueden utilizar el Canal de Panamá por su gran tamaño.