El llamado Período Especial, la etapa económica más crítica que recuerdan los cubanos desde la llegada al poder de los Castro, ha sido utilizado por un grupo de científicos en un estudio sobre los "beneficios" de la dieta y el ejercicio físico en las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
El estudio ha sido publicado por el British Medical Journal. No tiene en cuenta el surgimiento de otras enfermedades como consecuencia del hambre, la alimentación deficiente y el estrés durante los años siguientes a la desaparición de los subsidios soviéticos.
Según la investigación, durante los años del Periodo Especial (eufemismo que utilizó el régimen de La Habana para nombrar la crisis) la población cubana experimentó "una pérdida de peso moderada (de unos 5,5 kilos de media)" y aumentó la práctica del ejercicio físico, informó el diario español El País.
Eso se tradujo en un descenso importante de la mortalidad por enfermedades coronarias y por diabetes, indicó el estudio, basado en datos recogidos durante 30 años entre la población de Cuba, según el diario.
La investigación fue liderada por Manuel Franco, profesor en la Universidad española de Alcalá y la Johns Hopkins (Estados Unidos), e investigador en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) de España.
Participaron investigadores españoles, cubanos y estadounidenses, quienes determinaron que entre 1991 y 1995 la población cubana aumentó los niveles "de actividad física moderada".
El porcentaje de los que se declararon activos en esa etapa pasó del 30% al 80%. Esto se debió principalmente a la drástica reducción del transporte público, derivada de la falta de petróleo y de piezas de repuesto.
Al mismo tiempo, señaló la investigación, la ingesta calórica per cápita se redujo considerablemente, de 3.000 calorías diarias a 2.200, lo que se tradujo en una pérdida de peso generalizada.
De acuerdo con El País, los datos mostraron que, una vez superada la peor parte de la crisis, los cubanos volvieron a ganar peso, más del que habían perdido: la media subió nueve kilos entre 1995 y 2010.
En 1996, cinco años después del inicio del adelgazamiento forzoso, empezó a disminuir la mortalidad por diabetes. Esa tendencia se mantuvo hasta 2002, cuando volvió a subir. En el caso de las enfermedades coronarias, que se redujeron un 34% entre 1996 y 2002, las tasas de mortalidad se estabilizaron posteriormente. Dejaron de descender, pero no subieron.
Ni la "dieta" ni el ejercicio físico fueron elegidos voluntariamente por los cubanos y en la Isla se recuerda actualmente la etapa con el temor de que vuelva, sobre todo por la inestabilidad política en el nuevo puntal financiero de La Habana, Caracas.
No obstante, Franco opinó que el caso del Período Especial cubano "un ejemplo de libro de texto en la vida real".
El estudio ha demostrado que las estrategias de prevención no solo deben aplicarse a la población de riesgo, sino al conjunto de los ciudadanos, dijo.
Los datos con los que trabajaron los investigadores proceden de varias fuentes. El consumo diario de energía lo proporcionó la FAO, la actividad física salió de encuestas regionales y nacionales, etc., según El País.