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Los lectores opinan

'¿Y tú qué haces aquí?': Fidel Castro a un negro invasor

Sobre cálculos económicos, racismo y destrucción cívica.

Madrid

Creo que mientras exista la esperanza en grandes proyectos, grandes descubrimientos (petróleo en el Caribe, etc.) y en la "adjudicación" de grandes subvenciones (Venezuela), el gobierno cubano no realizará las reformas necesarias. Mientras, lo que hará es ganar tiempo para ver si los americanos levantan el embargo ante de 2015 o de 2016, que es cuando las obras del Mariel deberían comenzar a dar resultados. En el camino puede que lancen una ley de inversiones (engaña bobos) permitiendo las inversiones de exiliados en determinados sectores y sometidos a grandes controles. Alguno por embullo o por simple cubaneo se lanzará a invertir aún a sabiendas de que en Cuba no hay seguridad jurídica. Pero esto último será un fuerte golpe para el embargo y una operación de imagen.

Anónimo, en Freno antes de empezar, de Elías Amor.

 

Pese a todos los juicios históricos, que presuponen que la llamada revolución trajo la medida de la justicia racial y otras lindezas, lo cierto es que el único gobernante mestizo que tuvo Cuba se llamó Fulgencio Batista. Nos lo quisimos quitar de encima a toda costa y había gente del 26 de Julio que incluso le llamaba despectivamente "el negro Batista". Luego, vino este blanquito, ovacionado por negros, blancos y mulatos, y ya ven cómo nos ha puesto a todos a parir. Años ha, en 1961, cuando el recién estrenado "mesías" interrogaba por la TV a los invasores de Bahía de Cochinos, se topó con un negro invasor e inmediatamente le espetó: "¿Y tú, qué haces aquí?" Como si él tuviera menos derecho que todos a alzarse en armas contra él, que supuestamente había liberado a los negros. Desde entonces, todos debieron saber la clase de racista que era y es.

Anónimo, en Contra una partida de rancheadores, de Antonio José Ponte.

 

Es importante denunciar todos los días lo que han sido estos más de 50 años de terror, de oscurantismo, de manipulación, de dominio de la conciencia social e individual, de cómo los Castro atentaron violentamente sin dar tregua contra todo lo establecido hasta ese momento, pudriendo toda una nación hasta sus tuétanos; hay que ir YA desentrañando esta madeja para que la gente vea lo que es "un monstruo abierto en canal".

El ciudadano cubano no tiene la mínima idea de cómo funciona un país civilizado, no se enseña en ninguna escuela, en ninguna universidad; nadie sabe cómo se dividen los estamentos de poder, nadie sabe exactamente cuál es el papel del gobierno en el poder, cuál es el papel del Estado, qué función tiene la Constitución, que son los Derechos Humanos y un largo etc.

Pedro Pérez Arteaga en El legado de la intransigencia, de Miriam Celaya.

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