El comentarista y crítico de cine Alejandro Ríos, presentador del programa La Mirada Indiscreta, del canal América TeVe, responde a los lectores de DIARIO DE CUBA.
Luis Zamora: ¿Hacia dónde va el cine cubano? ¿En qué posición podemos enmarcar al cine cubano actual, con respecto a lo que se hace en el resto de América Latina? ¿Hacia dónde va el cine cubano si permanecen las mismas estructuras, presupuestos y dictámenes de hoy día?
Tenemos la esperanza de que no permanezcan las mismas estructuras. El estancamiento que sufre el país es contra natura y nada escapa al daño que produce. El cine cubano reciente sacude sus atavismos. No obstante, sigue cargando con la responsabilidad que la prensa elude y apenas respira. Necesita más aire. Todavía una vieja guardia facinerosa sigue complaciendo al dictador con filmes bélicos, sobre las aventuras africanas; y hay otra guardia intermedia, como en un limbo. Con raras excepciones, no ponen una. Los más jóvenes llevan la voz cantante. Hay un cine latinoamericano muy tercermundista, exprofeso, y otro que aspira a la sofisticación narrativa del americano. Creo que el cubano le quiere sacar el cuerpo al imperfecto y universalizarse pero no es posible, el contexto lo arrastra al fondo, como los cangrejos del cubo de marras.
José Ignacio González: Un saludo. ¿Qué salud le ve usted al cine cubano, me refiero a que si se puede hablar de 'cine cubano' como tal. Usted que lleva muchos años viviendo en EE UU: ¿por qué razón no triunfan los actores o directores cubanos que se exilian?
Claro que se puede hablar de cine cubano. Las artes florecen hasta en la peor de las circunstancias. Afortunadamente el gobierno suele hacerse el de la vista gorda y los directores aprovechan el resquicio para decir y mostrar algunas cosas que el espectador criollo desea disfrutar y no lo encuentra en ningún otro lugar. Cumpliré veinte años en Estados Unidos, pero ni por un minuto he estado ajeno al audiovisual, en general, que se produce en mi país. Su afirmación es absoluta y no les da una oportunidad a los numerosos actores cubanos que hacen carrera en un universo tan competitivo como la telenovela, por ejemplo, desde el veterano César Evora, pasando por el consagrado Francisco Gattorno hasta el nuevo rompecorazones, William Levy, por sólo reflejar el ámbito masculino. Los actores cubanos se abren paso incluso en Hollywood y Broadway. Estamos hablando de mercados sumamente exigentes. Ni hablar de la cantidad de actores que cada noche suben a los escenarios del teatro en Miami. Toda una explosión creativa que merece encomio.
Omar Laffita: En su opinión, ¿ve usted en algún realizador cubano la estirpe o la forma de hacer cine de Tomás Gutiérrez Alea (Titón)? ¿Será acaso que con Titón lamentablemente murió esa manera de hacer cine cubano? Saludos.
Luego de que la obra de Orlando Rojas fuera interrumpida, abruptamente, por Alfredo Guevara, y tomara el camino del exilio, queda en Cuba la filmografía de Fernando Pérez, con momentos memorables. Gutiérrez Alea tuvo que pelear contra demonios que, en muchas ocasiones, dieron al traste con su cine. Fue juez y cómplice de un proceso político siniestro. Para su famosa Memorias del subdesarrollo tuvo que hacer concesiones lamentables como el capítulo, absurdo, que dedica a la batalla de Playa Girón. Si su manera de hacer cine murió me parece justo. Los dioses tutelares nos han hecho mucho mal.
Moisés Asis: Por favor, pon completos en Facebook documentales como 'Patria o Muerte', para que millones de personas puedan verlos íntegramente.
No estoy en Facebook, como me gustaría, pues me falta tiempo libre. En algún momento, el DVD del excelente documental que mencionas estará disponible comercialmente.
La candela: Hola Alejandro. La actuación de los cubanos deja mucho que desear. Tanto en filmes como en TV. ¿A qué se debe esto? ¿Falta de referencias internacionales? ¿Un acento cada vez más vulgarizado?
Creo que tienes razón, el fogueo internacional hace mucho bien al oficio de actuar en este mundo globalizado. También ocurre que a veces son obligados a decir unos textos que ni Ricardo Darín podría expresarlos con verosimilitud. Hay un lastre recitativo, a veces teatral. No obstante, creo que se expresan mejor que sus compatriotas en la calle. A la larga, tanta consigna, tribuna, discurso y actos de repudio terminan por afectar el estilo.
Ambrogio Fusella: Señor Ríos, ¿cómo y dónde se puede ver el documental 'Soy la otra Cuba' en el festival de Miami? El avance en su 'La mirada indiscreta' fue muy especial. Gracias.
La película que usted menciona será comercializada en DVD alguna vez, como tantas otras, aunque a veces no suele ocurrir. Depende de distribuidores interesados en el tema cubano, si les resulta rentable.
El Lapón Libre: Un saludo muy especial Alejandro y extensivo a toda tu familia. Tú conociste muy de cerca el ICAIC porque, desde muy joven, fuiste de los afortunados que pudo franquear las barreras de esa institución en mi opinión cerrada y racista bajo la batuta dictatorial de Alfredo Guevara (directa o indirectamente). En tu etapa de crítico de cine, no hubo muchas películas decorosas —salvo raras excepciones—. ¿Pudiste hacer la labor de apreciación cinematográfica, en aquella época, con toda la libertad que lo haces hoy en 'La mirada indiscreta' y antes en 'El espejo de azogue'? ¿Podrías contarnos alguna anécdota difícil de aquella época en Cuba? ¿Qué criterio recibes de tus (ex) compañeros de trabajo que aún ejercen la crítica filmográfica en la isla? Y, finalmente, en tu opinión ¿Qué le falta al Festival de Cine de Miami para ganar —de una vez y por todas— el prestigio que una vez tuvo el de La Habana?
Gracias por la gentil introducción. Pude navegar, con suerte, en los mares procelosos de la crítica de cine que compartí con mis buenos amigos José Antonio Evora y Wilfredo Cancio. Puedo decir que me agencié mi parcela de libertad en esa turbulencia aunque a veces era citado por los "compañeros" que nos "atendían", los segurosos, para darme algún rapapolvo. Gracias a una amable secretaria de la revista La Gaceta de Cuba, donde colaboraba en ocasiones, supe que tomarían medidas en mi contra por reseñar uno de los primeros festivales de cine joven, donde elogié el corto El Informe, que se mofaba de la Seguridad del Estado. Luego fui jurado en otro de estos eventos, junto a Fernando Pérez, donde premiamos Oscuros rinocerontes enjaulados, muy a la moda, de Juan Carlos Cremata, y Carlos Aldana, el funesto ideólogo del Partido Comunista, cuestionó la validez de nuestra decisión porque el corto le parecía contrarrevolucionario.
En otra ocasión la prensa cinematográfica se reunía para elegir las diez mejores películas estrenadas durante el año y algunos de nosotros abogamos por Africa mía, de Sydney Pollack, y el crítico de cine del diario Granma, Rolando Pérez Betancourt, tomó la palabra para decirnos que eso no podía ser porque a Fidel Castro no le gustaba la película. Después de que José Antonio Evora se paró para responder que Castro no era crítico de cine, nos quedamos solos con la propuesta, que fue finalmente rechazada.
Actualmente en Cuba hay prestigiosos investigadores de cine, pero no me entusiasman mucho los críticos. Hacen mucha murumaca para no ir al grano. Suelen ser más cautelosos que los artistas.
El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana tuvo alguna importancia como festival de festivales pero ya hace rato que lo mordió el desbarajuste nacional, según testimonios de allegados. Los discursos de apertura del anciano Guevara son uno de los más grandes castigos que deben sufrir invitados y espectadores.
El Festival Internacional de Cine de Miami, por otra parte, ha experimentado transformaciones en sus veintinueve años de vida. Desde que es parte del Miami Dade College trata de acentuar su personalidad como foro del mejor cine en español que se produce, sin desdeñar lo bueno que se hace en el resto del mundo, y lo está logrando. Para los artistas cubanos es la posibilidad de presentarse ante la otra Cuba, aunque en la isla nunca sea noticia.
El Lapón Libre: Hola de nuevo. Me consta que eres un avezado conocedor de cine, historia del arte y un eminente crítico de ambas disciplinas. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, estoy esperando esa gran película tuya que demuestre 'in situ' todos esos aspectos teórico-técnicos que les exiges a los realizadores del gremio cinematográfico cubano ¿Por qué todavía no te has puesto en la dirección detrás de una cámara, máxime cuando en Miami no acaba de aparecer ese importante filme o documental que reconozca —¡por fin!— los valores de tantos cineastas, técnicos y actores o actrices emigrados para allí desde la isla?
En mi primera juventud quise ser director de cine pero en Cuba todavía esas escuelas no existían y tal vez por eso terminé estudiando Historia del Arte. El ICAIC era un bastión inexpugnable, muy elitista, y no me esforcé para tratar de entrar. No creo que habrá película mía, ni grande, ni mínima. Como me precio de ser ese crítico de cine avezado que mencionas, discrepo en lo de las exigencias. Comentar una obra de arte, bien o mal, no contempla ningún tipo de exigencia.
El Ibérico: ¿Y en Cuba se hace cine? Ahhh, no lo sabía. Yo le pusiera un sello (en la puerta) a los estudios del ICAIC.
Tal vez ya tiene el sello "Cerrado por reformas" y no nos hemos enterado.
Jesús Reina Carvajal: Hola Alejandro. Encantado de poder dirigirme a ti. Eres en mi opinión el mejor crítico de cine que Cuba ha dado. Te admiro mucho y siempre que veo tu programa lo hago con una enorme cuota de placer. Tengo un par de preguntas para ti: ¿Cuál es para ti la mejor película o producción cubana después de 1959? Me ha percatado que sueles evitar exponer partes donde se usa un lenguaje vulgar o grosero. ¿Esto se debe a tu propia moral o hay alguna prohibición detrás de ello? Mis felicitaciones y mis mejores deseos para ti. Un saludo desde Suecia.
Muy generosa la introducción a tus preguntas. Te lo agradezco de todo corazón.
Esa lista se ha hecho varias veces y no he solido participar. Yo haría una nómina de momentos memorables del cine cubano. No tengo una película cubana que me quite el sueño. La televisión de Estados Unidos padece un curioso puritanismo y tenemos que ceñirnos a las reglas del juego, que es la ley. Si te fijas bien, sin embargo, sobre todo en el programa de la televisión comercial, La Mirada Indiscreta, se han escapado palabras soeces y algún que otro desnudo. Repasa el corto Gozar, comer, partir, que salió al aire tal cual.
María González Maduro: ¿por qué en 50 años de creado el ICAIC, el cine cubano, con la posible excepción de 'Memorias del subdesarollo', no ha hecho una película que valga la pena?
No creo que Memorias… sea el non plus ultra del cine cubano y sí existe una filmografía donde se destacan no pocas obras. Por otra parte, hace rato que el cine cubano no es el ICAIC solamente, gracias a Dios.
María Antonia: ¿Qué opina usted de los críticos de cine del periódico 'Granma'? ¿También la crítica de cine en Cuba está politizada, como el resto de las cosas?
Creo haber respondido a esta pregunta. El crítico de cine del Granma es un cronista oficial que no merece ninguna credibilidad. Dije, con anterioridad, que prefiero a los investigadores del cine cubano y no tanto a los críticos, algo improvisados y rocambolescos.
Pelencho: Hola Alejandro. Me gustaría saber qué piensas del cine cubano, pero del cine cubano que se hace en EE UU: films, documentales, etc. Gracias.
Es un cine que está echando una pelea a contracorriente. Si lo piensas bien, no debería ni existir. No recuerdo un cine de exiliados rusos, húngaros o polacos en Estados Unidos, con esa vocación nacionalista. Sin embargo, ahí están Camilo Vila, Ichaso, Almendros, Jiménez Leal, Ulla, en la primera generación, y luego muchos otros que siguen manifestando su voluntad de explicar la circunstancia cubana en todos sus complejos meandros.
Gracias a todas las personas que participaron. Agradezco el respeto y las buenas preguntas y aprovecho la ocasión para invitarlos a que sigan viendo La Mirada Indiscreta, por el Canal 41 de Miami, Americateve. En el website del canal pueden consultar las emisiones del mismo ya transmitidas.