Edesio Alejandro, nominado a los premios Grammy por su producción 100 sones cubanos, responde a los lectores de DIARIO DE CUBA.
Cary, Asociación de Cubanos 'Con Cuba en la distancia' (estamos al norte de Dinamarca, en Nordjælland): Hola Edesio. ¿Cuándo vienes a tocar a Dinamarca? También eres patrimonio de los que estamos fuera de Cuba. Te queremos y recuerdo muy bien cuando eras jovencito y comenzabas a cantar. Muchas veces te vi en el teatro Mella, en Línea, cuando el [Conjunto] Folklórico tenía función allá por los 80.
Hola Cary, no he tocado nunca en Dinamarca, he tenido un par de propuestas pero no se han concretado. Muchas gracias por tus palabras, yo también siento que todos los cubanos son míos; sin ustedes, que han degustado mi música durante tantos años, no podría vivir. Ustedes son la luz que hace que mi creación fluya, mil gracias.
El Lapón Libre: Estimado Edesio. Conozco tu obra desde que eras un jovenzuelo y ya llamabas la atención en los festivales de música electroacústica y desde entonces ya se te veía llegar como el gurú cubano de la música techno (entonces no llamada así). Sin embargo, desde el punto de vista internacional, no eres demasiado conocido, lo cual contrasta con tanto mediocre musicucho de salsa, de esos que últimamente no se bajan de los aviones de una gira en otra. ¿A qué crees que responde ese poco brío desde el punto de vista mediático mundial a la gran música que haces, la cual muchas veces pasa inadvertida en algunos filmes cubanos de dudoso valor?
Gracias. Mira, no puedo quejarme; realmente me he movido y tocado por algunos lugares del mundo, y me siento feliz de ello. Sí es muy difícil para nosotros, los que hacemos una música distinta, difundirla más. Y la principal razón es que la música tradicional de Cuba es muy fuerte y contagiosa. Eso ha hecho que los empresarios que mueven la música a nivel mundial vengan a la Isla buscar la tradicional y no la más vanguardista o más contemporánea. Eso ha demorado mucho nuestra salida.
Hace unos veinte años, tuve una tremenda crisis existencial por esa razón, los cubanos degustaban mi música, pero no podía dar el salto al nivel internacional y sentí que ya se me hacía tarde. Tuve tal crisis que decidí dejar de cantar y solo seguir haciendo música de cine, por la cual ya era de los más solicitados en Cuba. Entonces un día estaba durmiendo y mi vecino, Adriano Rodríguez, un cantante de los grandes que en ese momento tenía 67 años y que se pasaba el día cantando sones y canciones, en fin, calentando la voz, ese día empezó a cantar una rumba, me desperté por la potencia de su voz y me remonté a mi juventud en el barrio de San Leopoldo y a las fiestas de rumberos a las que iba de pequeño y en mi mente empecé a ponerle a esa rumba que Adriano cantaba bajo, drums, piano, a orquestarla en el pensamiento, y salió un nuevo estilo que aún hoy está en mi música, una nueva fusión que me abrió las puertas del mundo. Meses después terminé un disco que tenía mezcla de rumba, conga y son con funk, rock y rap, y tuve la fortuna de llegar al segundo lugar de los chart de MTV Europa. El disco fue seleccionado entre los 100 mejores del mundo en la categoría de world music. Después vino un segundo disco, con un tema que compuse para una película de Bruce Willis, The Whole Ten Yards. Luego hice un dúo con Gladys Knight que se llamó Feeling Good Vacilon y que estuvo en los charts de la radio en Estados Unidos. En fin, que han sido años fantásticos.
Ahora, con mi última producción, 100 sones cubanos, que contiene cinco CD y un DVD con un documental llamado "Los 100 sones de Cuba", el cual dirigí y que cuenta la historia del son, estuve nominado a los Grammy Latinos y ahora al Grammy anglo, así que nada, no me quejo. Pero sí, es realmente difícil llegar al gran mercado con nuestro trabajo. Nosotros dependemos de la recepción, y muchas veces al público le gusta algo que no es necesariamente lo mejor. ¿Qué se le va a hacer? Es parte de la vida.
En cuanto al cine, he hecho la música de más de 60 películas y tengo varios premios por ello. Tampoco me quejo. Sí me gustaría poder llegar a tener en mi mano un Oscar, y sigo trabajando mucho para eso.
Agradezco tus palabras y no pienses que me conformo, he tenido éxitos pero trabajo para tener más. Sin embargo, no quiero dejar de decirte que lo que más me interesa es que el público cante mis canciones, reconozca mi música entre cientos de miles de canciones que existen.
Alfredo de J. Viso, soy cubano, expreso político: Edesio, ¿qué opinión tienes de la descalificación, represión e intimidación que ejerce el régimen contra los cubanos que claman pacíficamente por cambios incluyentes a toda diversidad política?
Alfredo, siento mucho que hayas sido preso político. Hay hombres que luchan por defender sus ideas y es loable hacerlo bajo cualquier circunstancia y a cualquier precio. Yo también defiendo las mías, que son las de un hombre de arte. Las ideas que pasan por mi cabeza son para unir a través de la música a todos, trato con mis canciones de unir en el pequeño espacio de un concierto a personas con diferentes pensamientos políticos, sociales, credos, y lograr que en ese breve instante de tiempo puedan ser felices. Mi pensamiento es de amor a la humanidad, y mi sueño poder unirla en una inmensa canción de amor.
Cuco: Usted es tremendo personaje. Ya tu música me cuadraba desde aquella serie de 'La Séptima Familia'. ¿Esta es tu proyección musical ahora? ¿No le has descargado más al pop rock? ¿Qué es de la vida de Augusto, la pala tuya en aquellos tiempos de los 80?
Querido Cuco, gracias por tus palabras. Con los años nos vamos encontrando y redescubriendo todo el tiempo. Este nuevo proyecto es una mezcla de todo lo que he aprendido en mi vida, una fusión de pop, rock, funk, rap, son, conga, rumba. Lo que más me agrada es que ha identificado mi sonido, es una música rara y personal. A veces tengo ganas de tocar viejas canciones, pero prefiero dejarlas en el recuerdo de ustedes, cómo fueron cuando las hice, en esos años donde nacieron.
Augusto, por su parte, está bien. Tiene varios proyectos nuevos y buenos, sigue siendo un gran cantante y un gran amigo.
Isidro Estrada: ¿Imaginas una versión de 'Violente' en mandarín? Escríbeme. Isidro en Pekín.
Querido Isidro, eso sería fantástico. Esa también fue una época inolvidable de mi vida, la de 1986 en el Teatro Nacional de Cuba. Según la crítica internacional, hicimos la primera opera rock de Latinoamérica. Tuvimos la suerte de reunir un grupo de primera: el texto de Chely Lima y Alberto Serret, la música de mi querido amigo Mario Daly y mía, el vestuario del pintor Humberto Castro, la escenografía también de Castro junto al también pintor Waldo Saavedra, la coreografía de Narciso Medina, uno de los grandes coreógrafos de Cuba (en otra puesta se encargó la ecuatoriana Isabel Bustos), la dirección de María Elena Ortega y el diseño de luces de Fernando Alonso. La banda que tocaba la música era Monte de espumas y los actores fuimos Cristina Rebull y yo. Fue un trabajo maravilloso. Llenamos la Sala Avellaneda durante un mes en dos temporadas, una en 1986 y la otra en 1987. La crítica habló mucho, el público también. Es un recuerdo que tengo siempre en mi corazón.
Lo único que está difícil es que yo pueda aprender mandarín. Pero métele, proponla, aquí estamos.
Edelberto García León: Edesio, gracias por esta oportunidad. Pudieras contarnos qué recuerdo queda en ti del legendario Teatro Martí, donde según tengo entendido comenzaste tu carrera profesional, y qué reflexiones te provoca ver un lugar como ese incinerado por el fuego.
En el teatro Martí trabajé como músico y actor en la primera obra que hice en mi vida. Fue en 1976. Ahí empezó mi carrera profesional. Después vinieron muchas obras más, pero esa Guerrilleros de Altiplano fue la primera, y fue donde nació mi amor por el teatro. La obra la dirigió Nelson Dorr, actué junto a grandes como Adolfo Llauradó, Gladys Anreus, Zenia Marabal y la chilena Shenda Román, entre otros. Ahí me impregné del espíritu de los grandes actores que pasaron por ese teatro que cambió mi vida, le dio un sentido visual a mi música. Creo que sin la experiencia del teatro Martí, mi vida y mi música serían otras, no sé si mejor o peor, pero no tendrían tanta diversidad, el teatro me dio un sello.
Lo que ha pasado después con el Martí es peor que si un fuego lo hubiese destruido. Lo ha destruido el tiempo, las cenizas no son del fuego sino de la negligencia de los que han permitido que se destruya. Creo que ha habido problemas técnicos de construcción, es un tema que no domino realmente, pero de ninguna manera debe permitirse que se destruya. En los últimos tiempos, Eusebio Leal, el historiador de La Habana, ha empezado la reparación. Ojalá se concluya antes de que sea tarde.
Ulises Briones: Edesio, recuerdo cuando vivías frente a mi casa, yo era menor de edad por allá por los 80. Tengo la percepción de que como eras artista y vestías ya diferente a los demás, los más identificados con el proceso revolucionario o los más ancianos te tildaban de loco o reaccionario, por ponerlo de una forma suave. En la actualidad, demostraste que no eras ni lo uno ni lo otro. La pregunta es: ¿sentiste que en esos tiempos la gente te miraba de esa forma o te encasillaba bajo un concepto errado?
Ulises querido, yo sentía que me miraban como dices, como se mira a un loco; y te confieso que no me importaba. Yo siempre me he expresado como he querido, creo que lo más importante en un artista es precisamente eso, su expresión. La música tiene una estética y esa estética incluye también cómo te vistes y te manifiestas ante la sociedad. De alguna manera te confieso que en aquella época me gustaba molestar, sobresalir. A todos los jóvenes nos gusta hacerlo, llamar la atención, que te cuestionen y digan cosas de ti buenas o malas. Era una época donde yo quería hacer una música distinta y para ello también tenía que ser distinto. Te confieso algo y es toda la verdad: soy un hombre feliz porque siempre he hecho la música que he sentido y también lo que he querido. No me ha preocupado lo que los más viejos hayan pensado de mí, solo hay algo que me ha importado y es que mi generación y las siguientes me quieran y disfruten mi música. Creo que los viejos siempre tildan de locos a los jóvenes más osados, siempre ha sido así. Creo que, como dices, al pasar de los años demostré que solo era y sigo siendo un artista.
Fernando: Estimado Edesio Alejandro, recibe cordiales saludos de un cubano desterrado por haberse expresado en contra del comunismo. A veces resulta difícil realizar preguntas a los artistas que viven en Cuba porque es más que sabido que una respuesta honesta podría traer consigo 'consecuencias'. Mis preguntas: 1- ¿Cómo lidias con los temores ante los límites a la libertad de expresarte? 2- ¿Consideras a Fidel Castro un dictador? 3- ¿Me puedes responder la pregunta numero dos con un sí o un no? Muchas gracias.
Querido Fernando, el destierro es un castigo muy duro con el que no estoy de acuerdo. Respecto a la libertad de expresarme y sus límites, recuerda que como artista tengo una línea estética, y es cantarle al amor, a la unión de los hombres, para lo cual no tengo límites. Si analizas mi arte, te darás cuenta de que mis canciones y mi música son un canto de amor, y en otros casos una invitación a pasarla bien. Soy de los artistas que se creen en el deber de unir lo que políticas, religiones, hombres y guerras rompen. Mi propósito es tratar de transmitir pensamientos de felicidad y amor para que unan a todos los hombres y mujeres, aunque sea en el pequeño espacio de una canción.
Adria: Mirando la lista de nominados al Grammy, '100 sones cubanos' lo tiene un poco difícil, porque imagino que su sonido tradicional es muy diferente de lo que habitualmente premia el Grammy en materia de salsa.
Adria, sí es difícil, pues estoy nominado junto con algunos de los más grandes artistas latinos, Juan Luis Guerra, Gilberto Santa Rosa, El Gran Combo de Puerto Rico, realmente la pelea es dura, pero me siento muy feliz por haber sido seleccionado entre ellos, te juro que ya es un premio estar a su lado, aunque ahora de que quiera sea ganar. ¡Sí que lo quiero! Mira, creo que precisamente el sonido tradicional del son y su autenticidad le dan posibilidades de competir en buena lid, la producción 100 sones cubanos va desde dúos hasta el jazz band al estilo de Benny More, pasando por tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, septetos, sonoras y formatos más contemporáneos, así como contiene un documental sobre la historia del son. Creo que la autenticidad que tiene el proyecto le da posibilidades, ya veremos muy pronto. Gracias por tu preocupación. Pon buenos y firmes pensamientos en mí, para que ayudes a que el Grammy me llegue.
Benny: ¿No te aburre un poco musicalizar tantas películas parecidas del cine cubano?
Benny, cada película es una historia diferente, al menos en las que yo he colaborado, realmente no se parecen. Te cuento algo, cada una me plantea una historia distinta, un concepto diferente, una manera distinta de enfocar la música. Me meto tanto en las historias que casi me hago parte de ellas. Antes de hacer la música de cada película la veo infinitas veces, 50, 60, 80 veces, hasta que la música sale sola. Te confieso que a veces tengo recuerdos que no sé si son de la vida real, que me han pasado a mí, o son de las películas en que he trabajado. Esas historias me persiguen como si fuesen parte de mi vida, te confieso que me encanta hacer música de cine, si no pudiese hacerla, moriría de tristeza.
Por último, quiero agradecer a todos los amigos que han preguntado y espero que mis respuestas les satisfagan, les deseo a todos y a los lectores, a sus familiares y amigos, que tengan un feliz año 2011 lleno de amor, paz, prosperidad y mucha salud.
Un abraSon a todos.