El diseñador y pintor cubano Umberto Peña murió este miércoles a los 85 años en Salamanca, España. El artista falleció a causa de 'una enfermedad', según notificó una de sus amistades a DIARIO DE CUBA.
Peña realizó estudios en la Academia de San Alejandro de 1954 a 1958, pero no los terminó. Allí compartió con estudiantes que luego fueron figuras importantes de la plástica cubana, como Antonia Eiriz y Ángel Acosta León. En 1959 entró a formar parte de la Asociación de Grabadores de Cuba y al año siguiente fue ganador de una beca en México para estudiar en el Instituto Superior Politécnico de ese país.
En ese mismo año expuso sus primeras obras en Cuba, en el Salón Nacional, y en México, en el Centro de Arte Contemporáneo.
Fue en el año 1961 que empezó su labor como diseñador en el Departamento de Propaganda del Consejo Nacional de Cultura, al mismo tiempo que realizaba trabajos para la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO. En julio de 1964 realizó en la Asociación de Grabadores de Cuba su primera exposición personal, de 12 litografías.
En septiembre de 1964, sus litografías se exhibieron en Praga. En los años siguientes, obras suyas integraron parte de exposiciones colectivas en Hungría, Bulgaria, Rumanía, la antigua Unión Soviética, Polonia, Inglaterra, Canadá, Italia, Japón y Suecia.
En ese momento comenzó como grabador en el Taller Experimental de La Habana, donde pudo elaborar sus primeras piezas. Un conjunto de grabados suyos fue galardonado en 1964 con el Premio de Litografía en la Exposición de La Habana, su primer reconocimiento importante. El certamen estuvo organizado por la Casa de las Américas.
Ya para el año 1967 Peña fue seleccionado como uno de "los pintores menores de 35 años" que representaron a Cuba en la V Biennale de la Jeune Peinture, en Francia, y fue merecedor de uno de los seis premios que se otorgaron. Como parte de la beca que incluía al galardón, al año siguiente se fue por seis meses a París. Durante su estancia hizo contacto con galerías y artistas como Antonio Saura, Rómulo Macció y Pierre Alechinsky.
Entre los años 1970 y 1971 hizo una serie de litografías de "contenido erótico". Según la política cultural que se empezó a aplicarse en Cuba después del Congreso Nacional de Educación y Cultura de 1971, su obra como pintor fue condenada al ostracismo y sus cuadros no se expusieron más hasta 1988. A causa de eso, como algunos de sus colegas, dejó de grabar y pintar y pasó a dedicarse por completo a su labor como diseñador gráfico, donde sobresalió en el diseño de publicaciones, especialmente revistas y libros publicados por Casa de las Américas.
Resultan antológicas muchos de esos diseños de portadas suyos. Luego de su salida de la Casa de las Américas, Umberto Peña trabajó como freelance. En 1993 impartió cursos en la Universidad de Xochimilco y, al finalizar ese trabajo académico, pasó a EEUU, donde residió por unos 12 años y trabajó como diseñador.
En 2006 se mudó a Salamanca, España, y en 2012 realizó su primera exposición personal desde 1988: Acerca de Salamanca. En 2011, el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana de la Isla presentó la exposición Dos impulsos eróticos, integrada por obras suyas y de Santiago Armada. En enero de 2013, la Casa de las Américas programó una exposición de su trabajo.
Peña fue durante años uno de los asiduos visitantes de la casa de la pintora Antonia Eiriz en el reparto Juanelo. Ambos compartían el ''honroso honor'' de sus obras habían sido censuradas por el gobierno y como respuesta a esa censura ambos habían adoptado la posición de dejar de grabar y/o pintar y así lo hicieron durante años. La casa de Antonia en los 70s y 80s era un hervidero de los mas variopintos artistas, por allí pasaron mucha gente que ya eran reconocidos y también otros mas jóvenes que años después lo fueron. Alrededor de la mesa de comer de Antonia se sentaban los visitantes y hacían la habitual tertulia de entre buchitos de café contar simpatiquísimas anécdotas de todo tipo.
Como dice Prats, otro más que muere fuera de Cuba. Siempre fue reconocido como artista y como diseñador gráfico. Nunca fue de mis preferidos en esa especialidad. Recuerdo sus cubiertas en Casa de las Américas.
Uno de los grandes logros de Peña fue la colección de los Premios Casas, donde disfrutó de la libertad de crear sin parámetros, una novedad en la escena editorial de la Isla, restringida entonces por las pautas burocráticas y autoritarias del Congreso de Educación y Cultura.
Su mundo realmente no era el diseño aunque su incursión en él dejo un rastro insuperable, porque tenía el gusto y el olfato para lo moderno y lo experimental. Sin embargo, su espectacular exposición en el capitolio de sus "Trapices", después de varios años de ostracismo, dejaron claro cuál era su verdadero amor y donde estaba realmente su extarordinario talento.
Estimado Amadeus, tomo como verdad su comentario, que pienso no contradice el mio. Solo que en esa prerrogativa subjetiva que es el gusto --sean culinarios, sobre fragancias, estéticos, etc--, cada ser humano expresa su individualidad, la que nos hace únicos, diferente de otro. No pudiera imponer mi gusto por encima del talento que siempre Peña hizo obvio y fue además reconocido, pero ¿qué le voy a hacer?, ahí está.
Por cierto, en Granma hoy hay una nota firmada por Virginia Alberdi Benítez muy concisa y respetuosa sobre la obra de Peña. Por supuesto, no hay referencias a su ostracismo.
Doña Ana__ En lo absoluto, sólo agregaba algo más a lo que usted apuntaba. Del ostracismo y las visitas de la SE a su casa, de eso no dirán nada. Ahora se apropiarán de él como "un artistas cubano que residía en España"
Muy triste noticia, otro gran artista que muere desterrado. Un amigo y estudiante de El Curso Délfico, de dignidad y talento artístico ejemplares. Tantos recuerdos en la torre de la Casa de las Américas, en su apartamento de Línea... Llueve en Aventura.