El Reino Unido salió oficialmente este viernes de la Unión Europea (UE), un momento histórico durante mucho tiempo incierto y que, con júbilo para unos y tristeza para otros, abre la página de un nuevo futuro en solitario, publicó la agencia francesa de prensa AFP.
"Esto no es un final sino un comienzo", dijo el primer ministro británico Boris Johnson.
"Sé que podemos convertir esta oportunidad en un éxito impresionante", agregó el hombre que, poniendo fin a varios años de crisis política que dieron al traste con la carrera de sus predecesores David Cameron y Theresa May, se apuntó una enorme victoria personal.
Un reloj proyectado en la fachada de Downing Street marcó el momento en que, por primera vez en su historia, la UE perdió un miembro y ganó un poderoso competidor a sus puertas.
"Queremos que este sea el comienzo de una nueva era de cooperación cordial", aseguró Johnson, que organizó una recepción en su residencia oficial con vino espumoso británico y pequeños bocados de gastronomía puramente inglesa.
En Bruselas, por su parte, se arrió la bandera británica frente al Consejo Europeo. Pero, la fecha es sobre todo simbólica porque, durante el período de transición previsto hasta finales de diciembre, casi nada cambiará.
Júbilo y lágrimas
EEUU fue el primer país en reaccionar: "Me complace que el Reino Unido y la UE hayan acordado un acuerdo", tuiteó el secretario de Estado, Mike Pompeo, asegurando que cultivarán su "relación fuerte, productiva y próspera con el Reino Unido".
Una marea humana celebró una gran fiesta frente al Parlamento de Westminster, que durante tres años fue escenario de acalorados debates sobre la cuestión más importante y divisiva en la historia reciente del país.
"¡Lo hicimos!", gritó ante la multitud enardecida el político Nigel Farage.
"Ha sido totalmente increíble, la atmósfera ha sido muy animada y optimista", dijo a la AFP Karen Ollerton, una jubilada de 65 años.
"Somos una nación soberana", se congratulaba John Moss, de 44 años, director de una empresa de contratación.
Horas antes, cerca de allí, algunas personas habían quemado una bandera europea.
Pero a pocos metros, los detractores del Brexit, entre ellos jóvenes que no votaron en el referéndum de 2016 y ahora ven su futuro truncado, vertieron sus lágrimas.
"Siento pena, tristeza. Es muy, muy terrible que esto esté sucediendo", dijo Katrina Graham, de 31 años.
Mucho ha llovido desde que el 52% de los británicos votó por abandonar la UE pero, según una encuesta publicada esta semana, solo un 30% de los proeuropeos completó el "duelo" psicológico de esta ruptura. La canción más descargada esta semana en el Reino Unido fue el himno europeo.
El momento se vivió especialmente mal en Escocia, nación semiautónoma que votó mayoritariamente contra el Brexit.
"Esta tristeza está llena de ira", afirmó su primera ministra, Nicola Sturgeon, prometiendo "hacer todo lo posible" para lograr un nuevo referéndum de independencia.
"Para Escocia, la única forma de volver a la UE es recuperando la soberanía", sentenció Joanna Cherry en una manifestación en Edimburgo.
También en Irlanda del Norte, donde se teme que el Brexit desestabilice la frágil paz que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto, manifestantes opuestos a la salida del Reino Unido de la UE levantaron en Belfast una gran pancarta que decía: "Esta isla rechaza el Brexit".
47 años de complicada relación
El Reino Unido entró en la Comunidad Económica Europea ―antecesora de la UE― en 1973, tras sufrir dos vetos de Francia, en 1963 y 1967, preocupada porque fuese un "caballo de Troya" de EEUU.
Pero la relación fue siempre complicada: los británicos no adoptaron la moneda única ni la libre circulación de personas, pidieron pagar menos al presupuesto europeo y siempre se opusieron a la integración política.
Pese a todo, el resultado del referéndum sorprendió y muchos lo explicaron como una reacción desesperada de los olvidados por la globalización, que querían así hacer oír su voz.
El Brexit estaba previsto para el 29 de marzo de 2019. Pero la pugna en el Parlamento entre sus partidarios y sus detractores llevó a más de tres años de bloqueo político, roto finalmente por Johnson cuando obtuvo una aplastante mayoría en las legislativas de diciembre y puso fin a una situación que se eternizaba.