El gran duque de Luxemburgo, Enrique de Nassau-Weilburg y Borbón-Parma, ha salido en defensa de su esposa, la cubana María Teresa Mestre, después que varios medios internacionales reprodujeran los testimonios de periodistas y de miembros de la corte que acusan a la gran duquesa de Luxemburgo de comportarse como una "tirana" y "dictadora".
Poco antes de que se haga público el informe Waringo, una investigación sobre el funcionamiento de la monarquía que podría sumir a la Casa Real en "una grave crisis con potencial para culminar incluso en la abdicación del gran duque Enrique" ―de acuerdo con el semanario luxemburgués The Lëtzebuerger Land―, el jefe de Estado opta por ponderar en un comunicado público el esfuerzo y la dedicación a causas humanitarias de su esposa.
"Movido por un espíritu de apertura, transparencia y modernidad, acepté que pudiera llevarse a cabo la misión que deseaba realizar el primer ministro", dijo el gran duque en alusión a la investigación encargada por Xavier Bettel al exdirector de la Inspección General de Finanzas, Jeannot Waringo.
"En el transcurso de toda esta misión, y a la espera del correspondiente informe, se han publicado artículos en los medios de comunicación, en los que se ha puesto injustamente en entredicho a mi esposa, madre de nuestros cinco hijos y abuela amantísima. Esto ha afectado a toda mi familia", continúa.
De hecho, según declaraciones del periodista luxemburgués Pol Schock a El País, en el epicentro del terremoto de la monarquía están "las formas autoritarias" de la gran duquesa María Teresa Mestre, a la que nadie en su entorno se atreve a contradecir. "Ella toma las decisiones y Enrique dice que sí a todo", explicó Schock.
"¿Qué sentido tiene atacar a una mujer? ¿A una mujer que defiende a las demás mujeres? ¿A una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse?", pregunta el gran duque ahora.
"Desde mi llegada al trono hemos querido contribuir juntos a la modernización de nuestra monarquía constitucional, y es nuestro deseo continuar por la misma senda".
Según reportes de prensa, en los últimos años han proliferado las amenazas de antiguos trabajadores de hacer público el "caótico" funcionamiento de la institución. Por esos motivos, la monarquía habría tenido que comprar el silencio de sus antiguos empleados.
"Mestre hace una gran labor caritativa, pero utiliza prerrogativas que no le pertenecen", dijo el historiador Henri Wehenkel, autor de varios libros sobre la familia.
"Las causas por las que se afana mi esposa, que siempre han merecido mi apoyo y a las que seguiremos dedicando nuestros esfuerzos, revisten una importancia fundamental: la lucha contra la dislexia, la lucha contra la violencia sexual, la situación de los menores encarcelados en África, el desarrollo de la microfinanciación y la educación de las jóvenes y las mujeres", especifica Enrique.
"Me llenan de orgullo el compromiso, la inteligencia y el denuedo con que mi esposa lleva a cabo todas sus actividades. Su entrega al servicio de nuestro país, a mi lado, desde hace 39 años es ejemplar y me resulta indispensable", termina.
De acuerdo con The Lëtzebuerger Land, el informe Waringo se hará público en febrero de 2020 y podría abrir la puerta a una rápida sucesión en el trono.
María Teresa Mestre nació en Cuba, pero abandonó la Isla junto a su familia a la edad de 3 años, tras el triunfo de la Revolución encabezada por Fidel Castro.