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EEUU

Trump promete que plantará 'pronto' la bandera de EEUU en la Luna y en Marte

El presidente presume de poderío militar en la fiesta patriótica del 4 de Julio.

Washington

El presidente Donald Trump prometió este jueves que EEUU plantará "pronto" su bandera en la Luna y en Marte, durante su discurso en Washington para conmemorar el Día de la Independencia del país.

"Vamos a ir otra vez a la Luna pronto, y plantaremos la bandera de EEUU en Marte pronto", dijo Trump frente al Monumento del expresidente Abraham Lincoln (1861-1865), reportó EFE.

Trump hizo este anuncio, del que no ofreció más detalles, segundos después de asegurar que para los estadounidenses "no hay nada imposible", una frase que provocó un fuerte aplauso de los asistentes a la explanada del National Mall en la capital del país.

Durante su alocución, el mandatario alabó la figura del ingeniero aeroespacial Gene Kranz, presente este jueves en el evento y que fue el encargado de dirigir la misión tripulada a la Luna de la NASA en 1969.

No es la primera vez que el Gobierno de Trump asegura que la agencia espacial estadounidense retornará al satélite terrestre.

De hecho, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, aseveró en marzo pasado que la NASA retornará a la Luna en los próximos cinco años, y vaticinó que la primera mujer y el próximo hombre que vuelvan a pisar el satélite de la Tierra serán estadounidenses.

Asimismo, la propuesta presupuestaria de la Casa Blanca para el año fiscal de 2019 de la NASA recoge el reto de Trump de volver a la Luna, aunque no fija plazos concretos.

Trump ya pidió en abril de 2017, tres meses después de asumir el cargo, que la NASA acelerara "un poco" sus planes de exploración espacial, cuya meta es enviar humanos a Marte en la década de 2030, para que un estadounidense pise el planeta rojo durante su primer mandato o, "en el peor de los casos", en un eventual segundo.

El mandatario pronunció estas palabras frente a un grupo de invitados vip por la Casa Blanca, que repartió entradas de las primeras filas de las gradas temporales delante del Monumento a Lincoln a grandes donantes republicanos y familiares de militares y veteranos de las Fuerzas Armadas.

Gala de poderío militar

Rodeado de tanques y con una intervención con pausas para presenciar el sobrevuelo de diferentes tipos de aviones militares, Trump presumió del potencial del Ejército de EEUU en la celebración del 4 de Julio en Washington.

"Durante más de 65 años, ninguna fuerza aérea enemiga ha logrado matar a un solo soldado estadounidense. Porque el cielo pertenece a EEUU", dijo Trump, precisó otro despacho de EFE.

En su alocución, Trump destacó la presunta eliminación del "califato" autoproclamado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y aseguró que el Ejército estadounidense está formado por "los mejores soldados de la Tierra".

"Al reunirnos este atardecer en la alegría de la libertad, recordamos que todos compartimos un patrimonio extraordinario. Juntos, somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de EEUU", apuntó.

Pese a que se había especulado con que Trump politizaría su discurso, el mandatario no se salió prácticamente de un guión centrado en ensalzar episodios y logros históricos de las Fuerzas Armadas del país.

El acto "Saludo a EEUU" organizado por la Casa Blanca contó con la presencia de varios aviones y helicópteros militares que sobrevolaron la explanada del National Mall.

Dos aviones F-18 Hornet y dos F-22 Raptor, entre otros, surcaron el cielo de Washington  durante el discurso de Trump realizando diferentes maniobras en el aire y provocando así los aplausos y gritos de "EEUU, EEUU" entre los asistentes.

Trump alabó también el "espíritu estadounidense que envalentonó a los padres fundadores", el grupo que lideró la Revolución de las Trece Colonias contra la Corona Británica y participó en la fundación de EEUU en 1776.

"Hasta el día de hoy, ese espíritu corre por las venas de cada patriota estadounidense. Vive en todos y cada uno de ustedes", señaló.

La alta seguridad del Servicio Secreto de EEUU y las vallas metálicas instaladas alrededor del icónico monumento fueron el centro de las críticas en las redes sociales, donde se recordó que hasta este año era posible sentarse en sus escaleras durante el 4 de Julio para presenciar los fuegos artificiales.

Como cada año, miles de familias se congregaron en la explanada del National Mall de Washington a lo largo del día vistiendo todo tipo de piezas de ropa con los colores de la bandera estadounidense —rojo, azul y blanco–, aunque la intermitente lluvia alejó a muchas personas, según medios locales.

También se pudieron apreciar diferentes creencias políticas entre los asistentes: muchas personas llevaban las características gorras rojas con el lema de Trump "Hacer EEUU grande otra vez" ("Make America Great Again"), mientras otras lucían camisetas con el texto "Él no es mi presidente" en inglés.

La gran atracción para los detractores del mandatario fue la presencia del "bebé Trump", un globo hinchable que caricaturiza al presidente y que se hizo famoso en las protestas del año pasado en Londres.

Sin embargo, uno de los episodios más tensos de la jornada se vivió enfrente de la Casa Blanca, cuando un hombre quemó una bandera estadounidense y fue detenido por el Servicio Secreto estadounidense, de acuerdo con medios locales.

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